El Puerto de Las Palmas se afianza como base logística de la ayuda alimentaria a África

La Luz pasa a gestionar 30.000 toneladas de alimentos, el doble que años anteriores, y aspira a llegar a las 50.000

20-04-2023 LAS PALMAS DE GRAN CANARIA. Mesa redonda sobre el Programa Mundial de Alimentos, en Casa África.

20-04-2023 LAS PALMAS DE GRAN CANARIA. Mesa redonda sobre el Programa Mundial de Alimentos, en Casa África. / ANDRES CRUZ

El Puerto de Las Palmas jugará un papel clave para almacenar y transportar la comida que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) envía a África, sobre todo tras complicarse las rutas tradicionales a través de Burkina Faso por los conflictos en el Sahel.

La hambruna por la sequía que también afecta a países como Kenia, Etiopía o Somalia tampoco se lo ponen fácil al programa de Naciones Unidas (ONU) para llegar hasta los países del Cuerno de África. De ahí que los gestores del PMA apuesten por el Puerto de Las Palmas como solución estratégica para afrontar la complicada situación geopolítica, que pasa por cerrar la compra de 50.000 toneladas de arroz a India, un volumen bastante superior a las 30.000 toneladas anuales con las que la organización viene trabajando.

«Antes Las Palmas era una opción, ahora es lo único que tenemos», asegura Debora Debernardis, que es responsable del Mecanismo de Gestión Global de Alimentos en el programa de la ONU y ayer participó en un seminario celebrado en Casa África para analizar la participación de Canarias en el PMA.

Todos estos problemas, unidos a la pandemia del covid y la guerra en Ucrania, han fortalecido la posición de Las Palmas como base logística «llave» del PMA, ya que el uso del puerto capitalino reduce de 120 a 30 días el tiempo para llevar la comida a los países afectados por las emergencias humanitarias, añade Debernardis.

«Las Palmas antes era una opción, ahora es lo único que tenemos», asegura Debora Debernardis

La inflación, con un aumento del precio de los contenedores del 20 % como mínimo, también ha favorecido la posición estratégica del Puerto con el PMA, porque ese incremento de los fletes motivó que el año pasado fuese muy difícil mandar comida a los puertos de Tomé (Togo) o Duala (Camerún). 

Planificar con antelación las operaciones para llegar a tiempo a los lugares necesitados, destaca Debernardis, resulta fundamental en este tipo intervenciones humanitarias. En eso Las Palmas desempeña una función capital, pues facilita la compra de alimentos cuando los precios están más bajos, almacenándolos luego en la naves del Puerto para distribuirlos a los países africanos si lo necesitan. 

La dinámica de «preposicionamiento» de los alimentos se viene aplicando en Las Palmas desde 2014, sobre todo para suministrar comida a los países africanos costeros, pero ahora está llamada a tener un papel mayor por el conflicto del Sahel y las dificultades para usar los dos corredores humanitarios habituales.

Debernardis, en ese sentido, ha celebrado que el PMA haya recibido este año una donación adicional de España para adquirir alimentos. Esto permitirá incrementar de 15.000 a 30.000 las toneladas que van a pasar por su base de Las Palmas de Gran Canaria

El objetivo, sin embargo, es aún mayor, y pasa por llegar a las 50.000 toneladas de arroz que en la actualidad se está negociando comprar a India, las cuales se almacenarán previsiblemente en la capital grancanaria.

Luis Ibarra

El compromiso del Puerto de las Palmas con el PMA es total en ese aspecto. Su presidente, Luis Ibarra, que también participó en el seminario, se ha comprometido a elevar una propuesta a Puertos del Estado para aumentar de manera indirecta la financiación al PMA. Los puertos continentales aportan un 6 % y los insulares un 4 %. La idea de Ibarra es que se equiparen los porcentajes, pero con la condición de que ese 2 % se destine al programa de alimentos.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas estuvo en una mesa redonda junto a Debernardis y Pablo Yuste, jefe de Logística del PMA en Nigeria. La reunión de trabajo, que fue moderada por el periodista Jacobo Corujeira, abordó el papel estratégico de Canarias y de España en el programa de la ONU.

Para Yuste «la ayuda alimentaria es la quimioterapia de las intervenciones humanitarias», porque «a quien primero mata es a los agricultores locales». De ahí que el PMA se implique también en reducir la inflación local, con políticas como «comprar a precio justo en época de cosecha» para «luchar contra la especulación del intermediario». 

Dicho de una forma más directa, la estrategia del PMA es «comprar la comida cuando está barata para distribuirla luego cuando está cara», aclara Yuste, que huye de conceptos como «gratitud» o «beneficencia», porque el problema del hambre en el mundo es una cuestión de «derechos y de servicio». De ahí la importancia de implicarse en las comunidades locales, un tema en el que insistió Lola Hierro, periodista especializada en la cuestión africana.

Ibarra propondrá a Puertos del Estado que destine fondos para el programa mundial de alimentos

Hierro, que relató su experiencia en varias crisis humanitarias, alertó de que el hambre no es solo la barriga inflada de un niño o unos ojos con moscas. Existen otros factores, invisibles casi, como la desnutrición crónica, que está lastrando el desarrollo y el futuro de toda una generación de africanos, los cuales «nunca serán los más listos de la clase» por esas carencias nutritivas que les impiden el desarrollo.

También explicó el caso de una madre africana muy joven que alimentaba a su hija con polvos y agua por desconocimiento. La prevención y la educación es clave para evitar esos casos, sobre todo en una sociedad como la africana, con redes matriarcales que transmiten con rapidez los conocimientos que son útiles a la comunidad. A veces, una cosa tan simple como aprender a cultivar un huerto, puede salvar más de una vida. 

La periodista participó en una segunda mesa redonda junto a Roberto Arranz, jefe de Emergencia en la Asociación Española de Cooperación Internacional, y Antonio Salort-Pons, responsable de donaciones del PMA. La mesa estuvo moderada por Francisco Aldecoa, presidente del Consejo Español del Movimiento Europeo.

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