Una construcción 'al dente' en el Concurso de Puentes de Espaguetis de la ULPGC

La tercera edición del certamen juzga la resistencia de las 35 construcciones realizadas por estudiantes de primero de bachillerato en Las Palmas de Gran Canaria

Concurso de 'Puentes de Espagueti' en la Escuela de Ingenieros Industriales y Civiles de la ULPGC

LP/DLP

No se juega con la comida, es la frase que todo padre tiene en la boca a la hora de sentarse a la mesa. Sin embargo, ayer fue una excepción, aunque los espaguetis suelen colmar los platos y saciar el hambre, más de un centenar de estudiantes han utilizado la pasta italiana para construir, en total, 35 puentes. Este viernes se celebró el tercer Concurso de Puentes Espaguetis de la Escuela de Ingenieros Industriales y Civiles de la ULPGC, en la que los estudiantes de primero de bachillerato presentaron sus construcciones. Las edificaciones fueron sometidas a una prueba de resistencia en la que colgaban un cubo bajo las mismas que iba siendo rellenado con arena para comprobar cuántos kilos aguantaba.

El ganador fue una replica del puente estadounidense Baltimore Truss realizada por el instituto capitalino Pablo Montesino. El grupo formado por los alumnos Bryan González, Alex Falcón, Germán Quesada, María Macías, Airán Rivero, Alejandro Sánchez y Derek Bolaños estaba exaltado tras conocer la noticia de que se llevaban el primer premio. "No me lo creo", comentaba García. Estuvieron un mes para construir la infraestructura final y en los últimos minutos pensaron que no lo lograrían porque se despegaron algunos espaguetis y tuvieron que pegarlos en el último momento. "He aprendido lo importante que son los puentes en nuestro día a día", añade González. La construcción aguantó 3,66 kilos cuando pesaba solo 0,17.

La victoria sentó bien después del fracaso de hace dos años. El profesor de Tecnología e Ingeniería, Víctor Ortega ya había presentado una edificación con otro grupo antes de la pandemia y había resultado ganador, pero los descalificaron porque la longitud no estaba dentro de la estipulada en el reglamento. "Parece una tontería, pero hacerlo conlleva mucha información sobre resistencia, materiales y soporte", explica Ortega.

"No sabía cómo empezar, era un dibujo y pasarlo a la realidad costaba bastante", asegura una alumna

Rosalis Rodríguez del IES Josefina de la Torre pensaba que su estructura no aguantaría ni dos palas de arena y finalmente quedó la segunda. "Me siento un poquito más ingeniera", expresa orgullosa. Desde hace tiempo tenía claro que quería estudiar Ingeniería en Diseño Industrial y Desarrollo de Productos, pero después de llevar a cabo el proyecto tiene "más ganas" aún, porque ha podido acercarse a un proceso creativo que le ha gustado.

El ejercicio ha conseguido que los jóvenes, muchos de ellos, futuros ingenieros, consigan percatarse de todo el trabajo que hay detrás de estas pasarelas. La visión empieza a cambiar y la curiosidad despierta vocaciones. Azucena Quintana del centro educativo Faro de Maspalomas asegura que entre sus opciones de carrera siempre estaba la Ingeniería Industrial porque le gustan las estructuras y el concurso ha hecho que despierte más su curiosidad. "Ahora sé que hay que ser muy meticuloso con los planos porque será usado por personas", indica. La joven añade que el proceso fue complicado: "No tenía ni idea de cómo empezar, era un dibujo y pasarlo a la realidad costaba bastante".

Una construcción cede al peso de la arena.

Una construcción cede al peso de la arena. / ANDRES CRUZ

"Ahora me paro más a pensar en el proceso que hay detrás de cada construcción de nuestra ciudad", refleja Néstor Quintana del IES Isabel de España. El estudiante cuenta que hace un tiempo quería ser ingeniero pero se lo ha pensado dos veces y ha desechado la idea, además de que el proceso de construcción del puente le pareció "estresante", por lo que ha sido un ejemplo más para descartar la opción. Para hacer su construcción junto a otro compañero escogió un tipo de puente con arco basándose en la ligereza y funcionalidad de su forma. La pareja buscó por internet algunos ejemplos y se decidieron a realizar ese porque "el concurso se basa en el peso que soporta", por lo que la ligereza es un factor esencial.

El ganador fue una replica de la edificación estadounidense Baltimore Truss en el estado de Maryland

El grupo formado por Michael Melián, Miriam Díaz y Pedro Morales pasaron dos semanas construyendo un primer puente que se vino abajo porque se equivocaron al pegar los fideos, no tuvieron la delicadeza de hacerlo por todos los resquicios sino solo en las puntas. Tras la primera decepción, no desistieron, y estuvieron otras dos semanas rehaciendo todo el trabajo. A pesar del arduo proceso, Díaz asegura que le ha gustado la iniciativa, sobre todo conocer cómo funciona el mundo de las estructuras, la joven pasó varias tardes en su casa pegando espaguetis para finalizar a tiempo.

El alumnado concursante junto a los 35 puentes.

El alumnado concursante junto a los 35 puentes. / ANDRES CRUZ

Los ganadores del concurso de esta edición necesitaron solo un paquete de espaguetis para crear su puente e incluso les sobró pasta. "Con el resto nos hacemos un plato", comenta entre risas uno de ellos. Crear pasarelas o saciar el estómago, cualquier fin es bueno para los espaguetis.

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