Las sanciones a patinetes descienden un 40% el primer trimestre del año

La Policía Local impone 50 infracciones a usuarios de vehículos de movilidad personal de enero a marzo | En 2022 los agentes pusieron una cada día

Usuario de patinetas en Santa Catalina.

Usuario de patinetas en Santa Catalina. / Juan Castro

Las sanciones a patinetas descienden un 40% el primer trimestre del año en Las Palmas de Gran Canaria. La Policía Local ha impuesto de enero a marzo un total de 50 multas a vehículos de movilidad personal (VMP) en las calles de la capital, según datos proporcionados por la concejalía de Seguridad y Emergencias. Si bien durante todo 2022 se siguió un ritmo de una multa al día, en lo que va de 2023 los agentes han expedido prácticamente una cada dos días.

El número de multas que impusieron los agentes el pasado año alcanzó las 374, mientras que en el primer cuatrimestre alcanzaron las 120, por lo que se siguió el ritmo de una sanción al día. El concejal de Seguridad y Emergencias, Josué Íñiguez, apunta que «si seguimos la tendencia de estos meses cerraremos este año con algo más de 200 sanciones, si bien ha hecho frío, llueve más, pero habrá que ver qué ocurre y hemos puesto más dispositivos preventivos».

Según Íñiguez, la mayor parte de las sanciones que se han impuesto en el último año a usuarios de VMP han sido por saltarse semáforos en rojo, «algo que comparte con las bicicletas», y por utilizar auriculares mientras conducen. Circular por las aceras es otro de los tipos de infracción más numeroso, añade. En los tres casos la DGT marca penas por un valor de 200 euros.

El número de sanciones impuestas a los VMP han ido al alza a lo largo de los tres últimos años. En 2020 fueron 131, un año después ascendieron a 191, para dispararse al siguiente hasta las 374, un 95% más. Íñiguez apunta que estos datos están «adulterados» al estar las restricciones de la cuarentena y la pandemia en general durante buena parte de los primeros dos años. 

Dispositivos de vigilancia

No obstante, el fuerte incremento de 2022 lo achaca al incremento de este tipo de vehículos en las calles de Las Palmas de Gran Canaria -lleva dos navidades seguidas siendo el regalo estrella-, la extensión de las calles por donde pueden circular libremente al generalizarse las Zonas 30 con el cambio de legislación por parte de la DGT y al despliegue de un mayor número de dispositivos de vigilancia en distintos puntos por parte de la Policía Local. Esto último podría estar dando sus frutos, pero según el edil es pronto para valorarlo.

Las multas más numerosas son por saltarse semáforos en rojo y conducir con auriculares

Los agentes han reforzado su presencia en el eje de León y Castillo, cuyo carril bici es uno de los más frecuentados de la capital. También en las entradas y salidas de los institutos. «Antes se vigilaba que no hubiera atropellos de estudiantes con guaguas, pero ahora miramos que utilicen bien la patineta porque son un segmento de la población que la usa mucho», resalta el edil. 

Además, se ha acudido a barrios como Siete Palmas a petición de los vecinos, tras quejas a la Umec; principalmente por jóvenes que circulaban por la acera con un VMP. También se está reforzando la visibilización de sanciones a este tipo de vehículos en las redes sociales de la Policía Local, tales como conducir ebrio o por ir por el paseo de Las Canteras.

Íñiguez señala que «se trata de un medio de transporte cada vez más elegido en la ciudad que ha venido para quedarse». De ahí que estén dando formación a los agentes de la Policía Local sobre cómo se debe utilizar correctamente este tipo de vehículos. También se han incorporado a los cursos que imparte la escuela municipal de Educación Vial con el objetivo de concienciar a la población.

El número de patinetas eléctricas en la capital se ha incrementado notablemente en los últimos años. La extensión de los carriles bici y su versatilidad para moverse por la ciudad, sin depender de buscar aparcamiento o del tráfico, han facilitado su implantación en las calles. No obstante, el desconocimiento sobre qué se puede o no se puede hacer ha generado problemas de convivencia.

Así, la DGT sanciona una serie de prácticas que siguen siendo el pan de cada día en las calles: circular por la acera, por una calle peatonal -salvo que esté expresamente permitido-, ir con una persona abordo sin contar al conductor, hablar por el móvil, utilizar auriculares para escuchar música o superar los 25 kilómetros por hora.

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