FIESTAS FUNDACIONALES

Los voladores dibujan a todo color las tradiciones de una noche mágica de San Juan en Las Canteras

Miles de personas celebran en la playa de Las Canteras la noche de San Juan al ritmo de la música y fuegos artificiales

Empezó la magia en Las Canteras. Miles de personas se agolparon en la playa y los aledaños mientras escuchaban el sonido del oleaje. Pero no por mucho tiempo, porque unos segundos después empezó el espectáculo; los fuegos artificiales de San Juan. Una paleta de colores llenó el cielo, que fue en la noche de este viernes, el protagonista de todas las miradas. Es una noche donde las tradiciones afloran y Juan Manuel Márquez y Nadiuska Torres tienen claro que no quieren que muera en la generación de sus hijos.

La pareja dejó de celebrar el día de San Juan porque la vida al final «se complica», y entre los niños y el trabajo, no habían podido revivir el momento tan especial en el que se reúnen con toda la familia. Estaban acompañados por su hija de 15 años, su hijo de siete y su sobrino de cinco. Para los más pequeños era la primera vez que vivían la fiesta y para la adolescente la segunda ocasión. «Ahora volvemos porque vienen generaciones nuevas y la tradición es la tradición», comentó Márquez. «Es una noche mágica», añadió Torres. La noche anterior la familia llenó un cuenco con agua y lo dejó fuera de la ventana para lavarse la cara a la mañana siguiente y pedir un deseo. «Nunca lo he dejado de hacer desde que mi madre me lo enseñó», juró Torres. 

También existen tradiciones importadas, que convierten la playa en un lugar más cultural. La familia de canarios y venezolanos de Gladys Coralis Santana y Héctor Tahiro Morales se visten de blanco y viven San Juan como lo hacían en su tierra. Desde hace siete años, cuando llegaron a Gran Canaria, se reúnen en la playa capitalina siempre. «Se da la bienvenida a San Juan, se dicen unas palabras y luego bailamos al ritmo de unos tambores», detalló Morales. Los sanjueneros opinan que en Venezuela se vive «desde las entrañas». Y cuentan que en los pueblos del país latinoamericano sacan al santo, se camina con él e incluso juegan a ‘robarlo’ para tener buena suerte.

Reencuentro

Para Santana lo mejor es el reencuentro: «A veces no tenemos tiempo para vernos por los quehaceres del día a día y las obligaciones». Antes de que llegara el momento de dar la bienvenida al santo, comieron la típica cena de arepas, empanadas, queso de mano y cerveza polar. «Así se siente más como en casa», reflejó Morales. «Y luego a rumbear toda la noche», añadió.

La pareja asistió por primera vez a las actuaciones musicales, ya que iban acompañados de su hijo Arguenis Tobar. La música dio vida al arenal capitalino, un repertorio de artistas hicieron bailar a todo aquel que pasó por allí desde las 21:00 horas. Fue un día con una programación musical intensa. El grupo Midnight Soul tocó las mejores canciones del género que cultiva grandes apasionados en la Isla. Tomó el relevo el cantante tinerfeño Agoney, conocido por su paso por el programa Operación Triunfo y el concurso Benidorm Fest.

250 kilos de pólvora

La finalización del concierto del músico dio pie al comienzo de los voladores. Fueron 250 kilos de pólvora los que alumbraron el oscuro cielo durante quince minutos de colores, brillo, magia y efervescencia. 

Al término de esta edición estaba previsto que para finalizar la noche, la cantante cubana Dame Blanche, oriunda de Pinar del Río, diera su toque propio a la noche al fusionar la música de su país natal con géneros urbanos. En sus actuaciones combina los ritmos afrocubanos mezclados con los sonidos pegadizos del hip hop. 

En la Plaza de La Música también hubo repertorio musical de la mano del artista teldense José Vélez, que volvió a subirse a los escenarios de Las Palmas de Gran Canaria, donde comenzó su carrera en la industria. Por ello, no faltaron las canciones que le han llevado al estrellato en su consolidada y larga carrera.

Otros fiesteros organizaron una noche diferente a la que están acostumbrados. La pareja Ruth Betancour y Santiago Acosta hace unos meses decidieron entrar en un grupo de WhatsApp destinado a disfrutar de caminatas por la Isla. «Estábamos siempre solos sin saber qué hacer y con los niños mayores y ahora hemos conocido a gente nueva», explicó Acosta. Esa noche se reunieron varias personas del grupo, que cuenta con nada más y nada menos que 208 integrantes de todos los municipios de Gran Canaria. El organizador de la reunión fue el encargado de llevar el romero para frotar al grupo cuando se dirijan a darse su baño al mar en medianoche. 

Ambiente

Sara Martín y Beatriz Moreno son amigas desde que eran adolescente y han vivido de todo juntas. Moreno recuerda que antes tiraban frutas al mar, saltaban hogueras o quemaban papeles con deseos, pero ahora que les acompaña el hijo de dos años de Martín piensan vivir un San Juan más tranquilo. La madre estaba deseando volver a salir, ya que entre el embarazo y la pandemia casi no había podido revivir las fiestas tradicionales. «El ambiente es lo mejor, te juntas con desconocidos o muy conocidos, pero es como si estuvieras en familia porque todos nos juntamos como si nos conociéramos», indicó. 

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria solicitó a todos los sanjuaneros responsabilidad con el medioambiente. «Descartar cualquier objeto de cristal o vidrio, despejar de basuras el entorno antes de partir y evitar el uso de calzado en la arena», fueron algunas recomendaciones dedicadas a los asistentes. Para restablecer la normalidad, el Servicio de Limpieza organizó un dispositivo especial. Fueron desplegados casi un centenar de trabajadores, 26 vehículos y 85 contenedores de refuerzo.