El Cabildo incluye en el plan insular la posibilidad de destapar el Guiniguada

La institución hace suya una alegación del arquitecto José Antonio Sosa que propone demoler las bóvedas de hormigón que cubren el emblemático barranco

Imagen de la carretera del centro, entre Vegueta y Triana

Imagen de la carretera del centro, entre Vegueta y Triana / Andrés Cruz

El Cabildo de Gran Canaria ha incluido en su planeamiento la posibilidad de levantar la losa de hormigón que tapa el barranco Guiniguada en su desembocadura, entre los barrios de Vegueta y Triana. Los técnicos insulares consideran que dicha actuación coincide plenamente con el modelo que tiene el Plan Insular de Ordenación (PIO) sobre el papel que debe jugar el barranco Guiniguada, como elemento estructurante paisajístico, en la capital grancanaria y comparte que se destape, siempre y cuando la demolición de las cinco bóvedas de hormigón que entierran y canalizan la desembocadura no interfieran en la «movilidad transversal entre ambos barrios». La posición del Cabildo va mucho más lejos que la del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, cuya alcaldesa Carolina Darias sólo contempla, como hiciera el regidor anterior Augusto Hidalgo, peatonalizar el lugar, propuesta a la que ha añadido crear un paseo de las artes.

La institución insular ha estimado la alegación que presentó en 2017 el arquitecto José Antonio Sosa Díaz-Saavedra, en la que solicita la «demolición de los tramos abovedados de carretera que cubren el cauce del barranco Guiniguada en su desembocadura entre Triana y Vegueta para recuperar el paisaje esencial de la ciudad». La alegación fue incluida en la reforma del planeamiento insular, aprobada en diciembre pasado, pero no le fue comunicada hasta el pasado martes a Sosa.

La consejera insular de Política Territorial, Inés Miranda Navarro, ha justificado la incorporación de la alegación al considerar que el levantamiento de la losa del barranco es «compatible con el modelo que tiene el PIO» en esa zona. No obstante, añadió que «habrá que hacerlo compatible con las condiciones de accesibilidad que se establezcan. En principio, lo que se persigue es que» la desembocadura «sea una zona despejada, abierta y de fácil tránsito».

«La idea», añadió, «es buena y  ha sido asumida por el PIO, siempre y cuando no haya incompatibilidad» con la necesaria comunicación entre los barrios.

Los técnicos comparten la afirmación de Sosa de que el tráfico que soporta el último tramo de la GC-110, desde el enlace de Primero de Mayo hasta el mar, se ha reducido muchísimo y es testimonial desde que se abrieron los túneles de San José, lo que permite volver a abrir el barranco y «recuperar el papel estructurante que este tuvo en su día, como elemento de configuración y de unión entre Vegueta y Triana».

Una oportunidad

Consideran que la carretera GC-110 «representa una oportunidad» para «su conversión en vía urbana por pérdida de función como carretera interurbana, tal y como se propone» en lo establecido por el Cabildo en el planeamiento de la red viaria y recuerda que la demolición de la losa coincide con lo establecido en el planeamiento insular.

A este respecto sostienen lo siguiente: «La recualificación de este tramo del barranco servirá de remate a la recuperación y mejora del Guiniguada, y si se estima compatible con la nueva funcionalidad de la vía resultante, podrá llevar aparejada la demolición de los tramos abovedados de carretera que cubren el cauce de dicho barranco en su desembocadura entre Triana y Vegueta, salvo que resulten imprescindibles para asegurar la movilidad transversal entre ambos barrios».

José Antonio Sosa, que impulsó hace más de cinco años un debate, que lideró el Gabinete Literario, para levantar la losa del Guiniguada, se mostró satisfecho por la aceptación de la alegación que, a su juicio, supone la eliminación de una traba más para hacer realidad el proyecto. Lo más importante, añadió, es que «el Cabildo comparte claramente» la propuesta de levantar la losa».

El objetivo del debate que se ha creado, indicó, «es que el Ayuntamiento decida si quiere mantener lo que hay y reverdecerlo entre comillas, pintando de verde el suelo, o recuperar ese barranco que hemos perdido y el papel estructurante que tuvo en su día», mediante la convocatoria de un concurso de ideas. Yes que por mucho que se intente reverdecer el lugar, advirtió, «no puedes plantar árboles grandes porque tienes una losa de hormigón. Sería como reverdecer la cubierta de un edificio».

Lo que propone Sosa es demoler las cinco bóvedas de hormigón que tapan el barranco, desde el Pambaso hasta el mar, y forman túneles paralelos que se canalizan hasta el mar. Es la altura de esos túneles, explicó el arquitecto, «lo que hace que el barranco entierre a la ciudad y separe los barrios, una de las razones por las que hay que quitar esas bóvedas. Yo lo único que hago es lanzar una idea para que el Ayuntamiento recapacite y diga qué es lo que queremos hacer en esta ciudad con ese barranco y cuando lo tenga decidido, lance un concurso de ideas».

El catedrático universitario resalta que se pueden construir «gratis» tres o cinco puentes, que permitan la conectividad entre Triana y Vegueta, dejando en pie los tramos de la bóveda que interesen para ello. «Incluso el vertido procedente de la demolición de las bóvedas de hormigón se puede utilizar para el relleno» del ensanche de la Avenida Marítima previsto para la metroguagua, se necesitan 100.000 metros cúbicos para ganarle terreno al mar.

En su opinión, no se trata de un proyecto que requiera una gran inversión , porque «no haría falta construir puentes ni canalizar nada. Simplemente habría que demoler los tramos de bóveda entre los puentes». 

17 instituciones apoyan la propuesta

La propuesta lanzada por el arquitecto José Antonio Sosa para levantar la losa del Guiniguada cuenta con el apoyo de 17 instituciones y entidades culturales y cívicas, entre ellas la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. En palabras de Sosa hay muchísimas razones que justifican el rescate del barranco, desde la necesidad de eliminar esos muros de dos y tres metros de altura que eliminan la conexión visual entre Vegueta y Triana, hasta la necesidad de darle continuidad, desde el punto de vista paisajístico al Guiniguada. «No tiene sentido que hagas un proyecto que es una maravilla en el Guiniguada, aunque sea mejorable, y terminarlo con un tapón de hormigón. Lo lógico sería que pudieras llegar al mar por ese camino». El arquitecto es partidario de dejar tal y como está el carril de entrada y acceso de la prolongación de Primero de Mayo, la calle Bernardino Correa Viera, porque se trata de un acceso bastante utilizado. Su idea es recuperar la desembocadura, tal y como fue antes de que desapareciera en 1974, y reverdecer sus bordes.

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