La recuperación del Guiniguada acerca a la ciudad un gran espacio verde y de ocio

Los arquitectos coinciden en realizar una intervención que renaturalice el lugar, pero discuten si destapar el barranco o hacer una actuación peatonal blanda

Vista de la carretera del centro, entre Triana y Vegueta.

Vista de la carretera del centro, entre Triana y Vegueta. / Andrés Cruz

La recuperación de la desembocadura del Guiniguada entre Triana y Vegueta abre la puerta a la creación de un gran espacio verde para el ocio y el paseo en Las Palmas de Gran Canaria. Los arquitectos consultados por este periódico coinciden en la necesidad de eliminar el tráfico y convertir lo que hoy es una autovía sobre un barranco en un espacio libre para el ciudadano, aunque discrepan en la forma de materializar dicho objetivo.

Mientras que unos apuestan por levantar la losa como propone el arquitecto José Antonio Sosa Díaz-Saavedra o, al menos, estudiar dicha posibilidad, otros creen que sería suficiente con actuaciones más blandas, como la que promueve en estos momentos el Gobierno municipal, que habla de crear un paseo peatonal. 

«Lo primero que haría sería cerrar el tráfico mañana mismo», propone la arquitecta y paisajista Flora Pescador Monagas. Cree que, acto seguido, se debería abordar un proyecto de renaturalización de ese espacio.

«Si eso significa levantar la losa por tramos o completamente, no lo sé, porque hay miles de soluciones. Yo apuesto por una que se merezca la ciudad, que sea bonita y potente porque está en el centro, donde nace la ciudad, y se merece ambición a la hora de unir los dos barrios históricos».

«Lo primero que haría sería cerrar el tráfico mañana mismo. Están tardando en hacer algo tan simple»

Flora Pescador Monagas

— Arquitecta y paisajista

A su juicio, el Ayuntamiento «está tardando en hacer algo tan simple como cortar el tráfico. Es la solución más sencilla que se puede hacer en estos momentos. Que la gente conquiste ese espacio y pueda pasear por ahí. Seguro que inmediatamente la gente va a demandar algo más que una simple conquista para pasear, algo que no va a tener vuelta atrás. Hoy en día hay muchas soluciones para ajardinar riberas y recuperar la naturaleza con vegetación de borde, que debe ser ayudada, porque en el barranco no corre agua», explica Pescador, quien advierte que hay puntos críticos que solucionar como la desembocadura del barranco. «No es todo tan sencillo como levantar la losa», subraya, al tiempo que añade que el proyecto de Joan Busquets daba una solución a ese punto negro, "que ni se plantea ahora, en el que la autovia pasa por encima y la cota del barranco está más alta con respecto al teatro y al mercado, que están como hundidos. Será muy difícil que podamoas cambiar la autovía".

También considera Pescador que, ante la prevista subida del nivel del mar, "no sé hasta que punto sería conveniente pensar en la posibilidad de que el mar entre"

«A lo mejor ese barranco abierto ayudaría a aminorar los impactos del cambio climático»

Juan Palop Casado

— Arquitecto y urbanista

Los pulmones de la ciudad

En palabras del arquitecto y urbanista Juan Palop Casado el simple planteamiento de recuperar el barranco es «una gran noticia», aunque advierte que «perderíamos una gran oportunidad si no incluyéramos este debate en una discusión de ámbito mayor, que es la renaturalización de la ciudad, la recuperación de los barrancos y un plan de infraestructuras verdes». «Por el Guiniguada», sostiene, «va a bajar el agua y puede que suba. Con el cambio climático vamos a necesitar que los barrancos -los pulmones de la ciudad- desagüen el agua, porque» además de traer lluvias torrenciales subirá el nivel del mar, aumentará el oleaje «y. a lo mejor. ese barranco ayudaría a aminorar esos impactos y vamos a necesitar esa desembocadura como una infraestructura verde». Palop apuesta por estudiar la propuesta de Sosa de destapar el barranco. «A lo mejor no lo abrimos nosotros, sino que lo abre la naturaleza», apunta medio en serio medio en broma. «A lo que hay que darle prioridad ahora es al agua y a la topografía, incluso a la identidad topográfica de esta ciudad, que la estamos perdiendo».

El único pero que pone Palop a todo este debate, «es lo que estamos tardando en hacer lo obvio. Esta ciudad hay que renaturalizarla, hay que empezar a vivirla de otra manera. Soy partidario de estudiar seriamente que se abra el baranco y que se estudie su viabilidad. No me atrevería a decir que hay que hacer una cosa sin haberla estudiado profundamente. Creo que seria una gran noticia el que fuéramos capaces de hacerlo, desde el punto de vista financiero y técnico».

«Me parece absurdo romper la losa y dejar un fondo de barranco oscuro y lleno de basura»

Ramón Chesa Padrón

— Arquitecto y urbanista

Radicalmente opuesta es la posición del arquitecto y urbanista Ramón Chesa Padrón, que no le ve sentido a abrir el barranco. Chesa ganó junto con Javier Mena y Félix Juan Bordes el segundo premio en un concurso que se convocó en 1983 para remodelar el Guiniguada, que no sirvió para nada, porque con la que excusa de que el primer premio quedó desierto, se metió todo en un cajón.

Chesa sigue apostando por realizar su proyecto que consiste en una gran alameda peatonal con vegetación de gran porte en las zonas intermedias, que permita unir Triana y Vegueta. «Me parece absurdo romper la losa , con lo que puede costar, y dejar un fondo de barranco oscuro y lleno de» basura. La solución para mí es quitar la autovía y peatonalizar, haciendo unas calles urbanas que unan Vegueta y Triana, porque con puentes los dos barrios van a seguir separados. Hacer el puente de palo otra vez es volver al pasado. Lo que me parece un chiste es pintar de verde el barranco, cuando lo que va a haber ahí son callaos y basura».

«Tiene que volver a ser un espacio con mucha vegetación, naturaleza y zonas de paseo»

Elsa Guerra Jiménez

— Arquitecta y urbanista

Por su parte, la arquitecta y urbanista Elsa Guerra Jiménez apuesta claramente por el proyecto de Joan Busquets. «Estaba muy bien armado y es una pena que no hubo medios para hacerlo», señala Guerra, quien entiende que el vehículo debe dejar de ser el protagonista de un espacio tan importante de la ciudad como este, para que «vuelva a ser un lugar con mucha vegetación, naturaleza y paseo, independientemente de que dentro de las soluciones pudiese caber algún tipo de tráfico más blando.

«El espacio público, el verde y la renaturalización», subraya, «están muy vinculados a la ciudad igualitaria y son líneas de actuación muy importantes para la regeneración de la ciudad. Estamos en un momento en el que la ciudad tiene que afrontar muchas actuaciones importantes, blandas y no blandas. La del transporte público está siendo interesantísima. Ya empezó a caminar y a ver si la vemos funcionando».

Lo de levantar la losa, indica, «ni lo veo ni lo dejo de ver. Es un eslogan, no un proyecto». A su juicio, «lo primero que habría que hacer, si de verdad se quiere trabajar sobre el tema es convocar un concurso» de ideas.

Tanto Guerra como Pescador se muestran partidarias de que la solución al Guiniguada venga de la mano de un concurso de ideas, como el que ha anunciado la alcaldesa Carolina Darias, aunque entienden las bases de dicho certamen deberían tener criterios y propuestas claras. Palop y Chesa no son partidarios. El primero prefiere un plan de viabilidad participado, sobre lo que se va a hacer, con un plan director. Y el segundo piensa que lo que tiene que hacer el Ayuntamiento es asesorarse bien y formar un equipo.

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