Un gallinero en plena calle

Varios ejemplares de gallina pasean con sus polluelos por la calle Serventia, en el barrio de Hoya Andrea de Las Palmas de Gran Canaria

A finales de agosto, el barrio fue sometido a una operación de limpieza

Hoya Andrea cuenta con un gallinero improvisado en sus jardines

LP/DLP

Varios ejemplares de gallinas pasean a sus anchas por el asfalto y picotean en parterres y jardines con sus polluelos en busca de comida en el barrio de Hoya Andrea. El concreto, en la intersección de la calle Serventia con la zona alta del barrio. Los vecinos piden una solución al Ayuntamiento antes de que la zona se convierta en un gallinero improvisado que pueda generar problemas de salud pública para los residentes o algún problema de seguridad a la hora de circular.

No es la primera vez que las gallinas campan a sus anchas por algunos barrios de la capital, especialmente en aquellos que están en la periferia, donde las fronteras con el campo son imperceptibles y donde es más fácil instalar un criadero para uso doméstico hasta que los animales se hacen sentir entre el vecindario. 

El pasado mes de febrero, la Agentes de la Unidad de Mediación de Convivencia (UMEC) de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria denunciaron en Pedro Hidalgo una instalación de este tipo, en la que un vecinos albergaba 250 animales domésticos, entre ellos varias aves y patos. Y el pasado año, 300 ejemplares entre gallinas y gallos fueron capturados por Salud Pública en el barrio de Miller Bajo por el cacareo de los machos. También se denunció la existencia de gallinas paseando por las calles en Divina Pastora y Salto del Negro.

La ordenanza municipal de tenencia de animales prohíbe animales de corral en domicilios particulares

La Ordenanza sobre Protección y Tenencia de Animales de Las Palmas de Gran Canaria prohíbe la tenencia de ganado y de animales de corral en domicilios particulares, la tenencia de animales que implique molestias a los vecinos, así como dar de comer a animales que puedan constituirse en plaga, causen molestias o sean foco de insalubridad salvo en el caso de las colonias de gatos controladas, en las que sí está permitido darles pienso seco. Las multas por hacer caso omiso a la normativa municipal pueden acarrear entre 150 a 1.500 euros.

El objetivo es evitar que los animales silvestres se conviertan en plagas al retornar al sitio donde se les alimenta sistemáticamente. Algo que ocurre con frecuencia con las palomas. De ahí también, que sea necesario controlar vertederos y haya una limpieza exhaustiva en los espacios donde se depositan los contenedores de basura para que los roedores, insectos y aves no acudan en busca de comida.

El barrio de Hoya Andrea ha sido uno de los cinco barrios elegidos de la capital por la nueva corporación para su plan especial de Limpieza, coordinado entre las concejalías de Limpieza y Parques y Jardines. El operativo se llevo a cabo a finales de agosto y se recogieron unos 700 kilos de basura entre residuos sólidos de diversa índole y restos de vegetación, pero el plan de choque no afectó a las gallinas que están desde la primavera en la zona.

Control de plagas

El encargado del control de plagas en la ciudad es el departamento de Salud Pública y Protección Animal, bien a través de actuaciones preventivas anuales o de carácter especial en caso de denuncias vecinales o peticiones de otros servicios municipales. Según la información de la páginas web municipal, de los doce controles de plagas urbanas llevados a cabo hasta el pasado 11 de agosto, cinco correspondieron al barrio de Hoya Andrea, todas ellas relacionadas con cucarachas y ratones.

Sanidad Pública efectúo este año en el barrio cinco controles para eliminar ratones y cucarachas

Este periódico trató este lunes de ponerse en contacto con el departamento municipal para conocer qué medidas se están adoptando al respecto, pero sin éxito.

 Miguel López, veterinario del colegio oficial de Las Palmas, explicó ayer que, aunque parezca raro, se pueden encontrar gallinas asilvestradas en los barrios periféricos de la ciudad ya que habitan en el campo. «La gallina inglesa o la canaria pueden verse sin problemas entre los municipios de San Mateo a Teror y si subes a Valsequillo también las encuentras». Tras ver las imágenes de Hoya Andrea, confirmó que se trata de gallinas comunes que bien pudieran habérsele escapado a un particular. «Se dejan filmar sin problemas y parecen mansas. Si fueran gallinas asilvestradas sería más difíciles fotografiarlas», apunto.

El veterinario indicó que «como cualquier otro pájaro pueden trasmitir miles de enfermedades al ser humano» ya que no existe ningún control sanitario sobre ellas por lo que advirtió de la peligrosidad de coger sus huevos e incluso su carne para uso alimentario. También indicó los problemas de salud pública que pueden acarrean los excrementos y los anidamientos.