Entrevista | David Lois profesor de psicología social de la UNED y divulgador de movilidad

David Lois: «Es muy importante orientar una ciudad hacia la movilidad sostenible»

Conocido como Mobility Behaviour a través de su perfil en la red social X (antes Twitter), David Lois cuenta con más de 71.000 seguidores y es una de las personas más influyentes en el área de la sostenibilidad en España. Psicólogo Social y profesor de la UNED, recientemente ha participado en el foro organizado por LAPROVINCIA/DLP y Guaguas Municipales en el que ha hablado sobre las emociones de la movilidad. 

David Lois en el foro ‘Las emcociones de la movilidad’, celebrado recientemente en Las Palmas de Gran Canaria .

David Lois en el foro ‘Las emcociones de la movilidad’, celebrado recientemente en Las Palmas de Gran Canaria . / Juan Castro

José A. Neketan

José A. Neketan

¿Muchos nos preguntamos qué tiene que ver la psicología con la movilidad?

Mucho, porque realmente el objeto de todas las políticas y todos los intentos, tanto los comerciales de la industria del automóvil en vender coches, como los intentos de regular o racionalizar el uso del automóvil por parte de las administraciones, tanto autonómicas como locales y centrales, es el sujeto humano. Es decir, son las personas las que todos los días deciden desplazarse o no, y eso ya es algo interesante para analizar. Luego está la forma en que se desplazan y el tiempo que destinan a ello. Es muy importante estudiar los elementos motivacionales que hay detrás para cambiar esos hábitos. Unos tienen interés que la gente compre coches y se ven seducidos y persuadidos por esa publicidad y otros tienen interés en regular y acotar los efectos negativos de la necesidad de motorización. 

Usted participa en la red X, antes Twitter, con un perfil con contenidos sobre movilidad.

Personalmente, me gusta mucho la divulgación. Es algo que además hago con sencillez porque soy profesor. Me es muy fácil construir un mensaje en la red Twitter, ahora X. Desde el principio vi cuando entré en esta red que el número de personas que me seguían crecía y lo hacía exponencialmente. Percibí que hay un interés sobre este tema en la sociedad. De hecho, las actitudes de la sociedad están cambiando en el sentido de demandar, aunque haya retrocesos que siempre son necesarios en un proceso de cambio social, parece que vas un poco para atrás, pero luego pegas todos los saltos para adelante. Digamos, aunque hay variaciones en ciudades, ya por lo menos escuchas un discurso que no se oía antes. Me di cuenta de que además se podía convertir también en un vehículo de persuasión a gestores institucionales, porque realmente me siguen personas que toman decisiones importantes, tanto a nivel del gobierno central como de ayuntamientos que me conocen y conocen ese trabajo. En la cuenta de Twitter, realmente repito muchas cosas y además creo que es lo positivo. Igual que el spot de un coche se repite muchas veces repitiendo como un martillo pilón el mismo concepto y muchas veces me sorprende porque llega a mucha gente, incluso más que la primera vez. Voy poniendo cosas en X, que permiten persuadir y refutar la idea, por ejemplo, de que es mala para el comercio una peatonalización, y yo digo que no es así. O que es bueno ampliar la capacidad viaria, y digo que no es así. Entonces, claro, evidentemente das un material de argumentos fuertes a las personas para contradecir ideas que son incorrectas respecto a cuestiones de movilidad.

No se concibe de igual manera destinar dinero a soterrar una vía que a hacer carriles bici»

¿Tiene haters en su canal?

Sí, muchos. Es evidente. Aparte de que desde que cambió de dueño la red Twitter, las normas hacia el insulto y el discurso de odio se han relajado, bajo mi punto de vista, con lo que puedes tener gente que te está insultando. Ahora, por ejemplo, respecto a movimientos conspiradores relacionados con la agenda 2030, hay quien dice que nos quieren encerrar en los barrios y todo este tipo de cosas, o entran y te dicen que quién te paga. Eso ocurre. Hay distintas opciones, o silenciarlos o directamente bloquearlos. Y no deja de ser tampoco una cuenta personal mía. Yo no estoy en representación de nadie más que de mí y tampoco tiene que ver con mi labor como profesor, simplemente es una cuenta con la que entretengo y creo que hago una aportación. Si puedo aportar algo a alguien, pues bien, pero efectivamente sí tengo haters porque siempre que intentas hacer cambios te enfrentas a la tendencia a que se haga siempre lo mismo, que es el conformismo. Siempre ha sido así, para qué cambiarlo, entonces eso genera inquietud y agresividad en algunas personas. 

David Lois durante su intervención en el foro.

David Lois durante su intervención en el foro. / Juan Castro

Los cambios que se producen en las ciudades para implantar la movilidad suelen ir acompañados, por lo general, del rechazo de parte de la ciudadanía. ¿Cómo explicar que esas transformaciones son beneficiosas?

Hay un estándar. Hay un miedo a la pérdida, que es el modelo de juicio moral que se hace al respecto. Por ejemplo, el gasto que se destina a una Metroguagua del gasto que se destina a ampliar para hacer más carriles o asfaltar y reasfaltar, son distintos. O sea, no se concibe como algo natural gastarse, vamos a suponer, 120 millones de euros en soterrar algo, en hacer túneles que lo que hacen es inducir más coches, pero se cuestiona gastarse medio millón de euros en la extensión de una red ciclista, por ejemplo. Eso tiene que ver con el miedo al cambio de decir bueno, es que eso es lo natural. Pues eso no ha sido así. Hace 70 años no era así ese esquema en la ciudad. Y esto no se hace porque sí, sino porque es necesario. Y lo es porque estamos en una situación de emergencia climática. Es necesario que los niños, las niñas y las personas mayores tengan unas posibilidades de caminar sin estrés y sin el miedo de ser atropellados y que caminen de forma autónoma, tanto unos como otros. Es necesario reducir las partículas en suspensión, la contaminación que provocan los vehículos diésel, es necesario reducir la congestión. No podemos decir que esto está así ahora, pero es que los humanos tendemos a adaptarnos mucho a la situación que tenemos ahora, para bien y para mal. Eso nos hace más resilientes en situaciones terroríficas, pero también nos adapta a cosas que realmente no nos permiten imaginar otra ciudad diferente. El caso es que hay muchas ciudades que son ejemplo y están trabajando ahora para ser ciudades diferentes. Creo que Las Palmas del Gran Canaria está en un momento muy bueno para pegar un buen cambio y bajar el porcentaje de usos que tiene el automóvil en la ciudad, porque creo que es excesivo.

Empezamos hablando de la movilidad con medidas como implantar el uso de la bicicleta para desplazarnos, o el fomento del transporte público y ya hablamos de las emociones de la movilidad. ¿Qué ha pasado?

Es que la emoción es un aspecto que está implicado con esa experiencia. Es decir, y por eso es importante monitorizarla, detectarla. Porque la emoción lo que nos va a hacer es que esa persona, en la medida que su experiencia de viaje sea agradable, va a tender a repetirla. Y eso se relaciona con hacerle la vida más fácil. Es decir, que llegue a tiempo, que además su estancia en la guagua, el tiempo que permanece a bordo sea agradable, que incluso las esperas hasta que llegas sean agradables, y eso va a hacer que repita. Por eso es importante conocer esas emociones en los modos de transporte de las que he hablado, como la guagua, pero los desplazamientos también las tienen. Y si sabemos que efectivamente es positivo para las personas y para la sociedad, para el tejido social, no solo el bienestar emocional, digamos, tuyo o mío, sino el bienestar social, es más positivo. Orientar las ciudades hacia la movilidad sostenible, pues creo que es importante medirlas y tratar de transformarlas. 

¿Qué tiene que ver la movilidad en una ciudad con la autonomía infantil? 

Es fundamental. Las niñas y los niños quieren desplazarse caminando, incluso en transporte público y bicicleta a la escuela. ¿Por qué? Porque lo primero ellos van solos, pero no solo solos porque van acompañados de sus colegas y tienen esa experiencia de decir, somos capaces de tener un control. Y puede hacerlo sin estrés, sin miedo al atropello o a las caídas. Lo que tenemos que hacer es actuar sobre el entorno para facilitar esa autonomía, porque al final son niños más maduros, capaces de tomar las decisiones por sí mismos, menos dependientes, y eso al final contribuye a su felicidad.

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