Entrevista | Amparo Caballero Cassasa Restauradora

Amparo Caballero Cassasa: "El estado de conservación de la Esperanza de Vegueta es bueno; procesiona tarde y se salva de la luz solar"

La Esperanza de Vegueta, titular de la cofradía de los Nazarenos, pasa por un proceso de restauración. El Domingo de Ramos -24 de marzo- estará lista para salir con sus fieles y con el Cristo de la Salud, con quien procesiona desde mediados de los ochenta. La restauradora de obras de arte Amparo Caballero Cassasa explica en esta entrevista el estado en el que se encuentra la pieza, de autor desconocido y que llegó a Gran Canaria a principios del siglo XIX. La talla fue rescatada del almacén de la parroquia de Santo Domingo por la cofradía.

La restauradora Amparo Caballero Cassasa junto a la talla de la Esperanza de Vegueta.

La restauradora Amparo Caballero Cassasa junto a la talla de la Esperanza de Vegueta. / JOSÉ CARLOS GUERRA MANSITO

Está restaurando la talla de la Esperanza de Vegueta, de la cofradía de Los Nazarenos. ¿En qué estado general de conservación se encuentra?

En buen estado, aunque tiene las afecciones propias del paso del tiempo. Suciedad en superficie por polución ambiental pese a que a simple vista no se aprecie, alguna zona puntual de fragilidad en la policromía a causa de los movimientos de dilatación y contracción de la madera por los cambios ambientales y alteración en el color de alguna intervención pasada en la parte trasera de la imagen. 

¿Cómo es el proceso de restauración que está llevando a cabo?

Como saben es una imagen de candelero por lo cual el tratamiento principal, y más minucioso, es el realizado en cabeza y manos, aunque en la parte inferior se realiza una limpieza en seco y se estudia si la madera tiene o ha tenido un ataque xilófago. Afortunadamente, no ha sido así. El tratamiento que estamos realizando es el de limpieza, consolidación de las partes frágiles, estucado y reintegración cromática de las mismas y, finalmente, un tratamiento de protección. Afortunadamente, esta imagen procesiona entrada ya la tarde, el Domingo de Ramos, y está, por lo tanto, salvada de la luz solar.

La experta afirma que el estado de la talla, titular de la cofradía de los Nazarenos de Vegueta, es buena "aunque con las afecciones propias del paso del tiempo"

¿Se ha encontrado con alguna peculiaridad en esa revisión exhaustiva o la imagen sigue los cánones de la época en la que se crea la obra, en el XIX?

Antes de comenzar a trabajar en ella se realizaron varios estudios científicos. Por medio de la extracción de una muestra de ínfimas proporciones que enviamos a Madrid, se realizó un estudio de cada uno de los estratos que componen la policromía. Por otro lado, se realizaron numerosas placas radiografías para conocer la estructura de la misma. Ambos análisis no han destacado nada fuera de lo que ya intuíamos. En los rayos X se pueden observar de modo nítido los huecos practicados en el torso sin tallar para la inserción de los brazos. Y, en la cabeza, el hueco superior a modo de rosca para sujetar la corona y un par de puntas metálicas, que no se ven a simple vista, a modo de sujeción de la máscara al resto de la cabeza. Practica habitual en las imágenes que tienen ojos de cristal.

Antigua virgen de las Misericordias

La Esperanza de Vegueta es todo un símbolo ya de la Semana Santa de Las Palmas de Gran Canaria. Se trata de una de las pocas imágenes que procesiona bajo palio y su salida a la calle el Domingo de Ramos es todo un espectáculo, ya que la hermandad pasea a sus titulares al costal. La talla, de autor desconocido, llegó a Gran Canaria en 1804 por el presbítero Tomás Antonio de Quevedo Alvarado y ha sufrido dos restauraciones importantes a cargo del imaginero palmero Arsenio de las Casas Martín en 1842 y, posteriormente, en los años 80 del pasado siglo a manos del escultor José Paéz Velez. La imagen fue conocida como virgen de las Misericordias, según el historiador Miguel Rodríguez Díaz de Quintana. En 1979, cuando se formaliza la cofradía de los Nazarenos de Vegueta, la imagen se rescata del almacén de la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, donde está adscrita la hermandad y se muestra la virgen al culto. Desde 1980 a 1984 procesionó como único paso hasta que en 1985 se sumó a la salida el Cristo de la Salud. El paso de palio en el que va la imagen es de procedencia gaditana, adquiridos por la hermandad a una cofradía conocida popularmente como "De las cigarreras".

No es la primera vez que se restaura la pieza ¿Se habían cometido muchos errores previos?

Según tengo entendido, esta obra vino de Sevilla y tuvo una primera restauración realizada por el escultor Arsenio de las Casas. Después de esta primera intervención, y pasado ya mucho tiempo, volvió a intervenirse por otro escultor y restaurador sevillano: Paz Vélez. Desconocemos cuál era el estado de conservación de la imagen al llegar a Canarias y, por lo tanto, no sabemos el tratamiento que realizó Arsenio de las Casas. Las restauraciones no han sido erróneas, pero han sido realizadas por escultores, por lo cual opinamos, que han sido algo intervencionistas. Queremos decir que han podido modificar en algo la primera imagen. Nos apoyamos para decir esto en que bajo la última policromía, la que conocemos en la actualidad, hay una capa de preparación, que a poco que se aplique, modifica de modo casi inapreciable el volumen y, por lo tanto, los rasgos del rostro. Se da, en consecuencia, el caso, como en algunas otras obras, que el restaurador que interviene en la imagen es también un artista de renombre. Ante esta situación, aunque siempre se valora por un equipo y la propiedad las acciones a emprender, lo más lógico es que no se retire la restauración realizada y se referencie y documente en la medida de lo posible, la autoría original. 

¿La veneración que se tiene a la imagen pesa a la hora de trabajar?, ¿hay temor al qué dirán?

Desde luego no es igual la carga y posible presión que recibimos al restaurar una obra que puede estar en un museo comparada con una imagen devocional que procesiona o simplemente está en una iglesia. Eso no ocurre porque restauremos una diferente a la otra, los criterios son siempre los mismos y nuestra actuación es siempre la misma: la que requiere cada imagen en particular. La carga extra a nuestro trabajo la aportan las personas, a veces miles, que son devotas de una imagen. El cariño, la veneración, la tradición, la fe, hacen que sean, a veces con ciertos conocimientos, las más sin ellos, muy celosos de su imagen, de su "apariencia estética". La Virgen, el Cristo son suyos:" Esta es mi Virgen", dicen. Hay que tener en cuenta que las imágenes son el vehículo que les lleva a Dios y recipiente de sus afanes, sus luchas, sus preocupaciones, etcétera. Normalmente, a la entrega de la obra, no suele haber sorpresas.

¿Ha recibido alguna indicación por parte de la cofradía al respecto?

 No ha hecho falta ninguna indicación particular porque nosotros sabemos la entidad de la pieza en la que estamos trabajando y ellos saben a quién han encargado la restauración. Además, en nuestro trabajo siempre mantenemos contacto directo y diálogo frecuente con la propiedad y con la persona, el técnico, el organismo oficial, si es ese el caso, que se encarga de supervisar los trabajos. 

Vista de la mano de la imagen.

Vista de la mano de la imagen. / JOSÉ CARLOS GUERRA MANSITO

¿Está restaurando alguna escultura religiosa más de Semana Santa?

Sí. Dos de la Basílica de Nuestra Señora del Pino, una de la iglesia de la Luz y hace aproximadamente dos meses finalizamos la restauración de nuestra Señora la Virgen de los Dolores o" la Dolorosa" de Luján de la Catedral de Santa Ana. 

¿En qué situación se encuentran las tallas que procesionan en Las Palmas de Gran Canaria?

 No las conozco todas al detalle, pero, a grandes rasgos, pienso, más por las procesiones a las que he asistido en semana Santa y lo que he podido apreciar a simple vista, que la gran mayoría requieren de una intervención de conservación y restauración, y posteriormente, más importante si cabe, una labor de conservación preventiva periódica. 

El que la mayoría sean de Luján Pérez, reconocido imaginero grancanario ¿ha beneficiado su conservación?

Quizás sí, no lo sé.  Las obras de Luján son de una gran maestría, hay verdaderas joyas. Quizás sean más 'mimadas' por ser además, como dice, reconocido imaginero canario. En absoluto me parece mal, más bien al contrario, pero hay que pararse a mirar el resto porque tenemos muchas más esculturas en nuestras iglesias de una calidad exquisitas y de reconocidos artistas. 

¿Cuáles son los principales males que acechan a este patrimonio religioso relacionado con la Semana Santa?

 Sin pensarlo mucho, pero creo que no me equivoco, señalaría como principal mal, aun por erradicar, la intervención en los tronos y en las propias imágenes antes de que estas salgan en sus respectivas procesiones, por algunas personas. Aun con muy buena disponibilidad y voluntad, no están en absoluto preparadas para manipular, tocar, arreglar e incluso, a veces, vestir a las imágenes. El concepto: 'ponerlas bonitas' para la salida, la mayor parte de las veces, está reñida con la conservación de las mismas. Sería necesario un asesoramiento inicial a cargo de especialistas que establecieran una pautas de actuación y que estas personas pusiesen en práctica cada Semana Santa. Otro factor de deterioro importante, puede ser, el movimiento de las imágenes en el transcurso de la procesión. Es necesario supervisar los anclajes de las mismas; esto lógicamente se hace cada año al colocarlas en su trono, pero también las calles que forman el recorrido que han de hacer.

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