Una reforma que rompe estigmas

El proyecto GenerAcciones busca la integración sociolaboral de jóvenes en riesgo de exclusión a través de la colaboración con personas mayores y vulnerables

Según la magistrada y responsable del programa, Reyes Martel, la iniciativa cuenta con más de un 80% de integración

"La vida consiste en encontrar salida para los peores momentos. Una salida que venga bien. Una que te abra los ojos y te saque de donde estás". Yered tiene 21 años y pasaba por un mal momento cuando conoció el proyecto GenerAcciones, un programa de la Asociación UP2U Depende de ti y financiado por el Cabildo que, a través de la colaboración con personas mayores y vulnerables, busca la integración sociolaboral de jóvenes en riesgo de exclusión. El objetivo, ofrecer alternativas a quienes no las encuentran.

El programa GenerAcciones, presentado este viernes por la magistrada y responsable del proyecto, Reyes Martel, y el vicepresidente primero y consejero de Obras Públicas e Infraestructuras, Arquitectura y Vivienda del Cabildo de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, pretende "formar a los chicos para que tengan una posibilidad real de empleo y quitar estigmas", explica Martel. Además, la iniciativa genera "sinergias entre generaciones y culturas", afirma Augusto Hidalgo que subraya la labor social del programa: "Los mayores solucionan el problema que les causa sus viviendas en mal estado".

Reyes Martel y Augusto Hidalgo junto al grupo de jóvenes en la presentación del proyecto.

Reyes Martel y Augusto Hidalgo junto al grupo de jóvenes en la presentación del proyecto. / José Carlos Guerra

Mari Carmen ha abierto las puertas de su casa a un grupo de seis chicos que, con el programa y guiados por "un maestro que se ha convertido en el hermano mayor", aspiraban a reformar su hogar. Conoció la iniciativa a través de su página web y no dudó en apuntarse. "Mi casa ha dado un cambio radical. No tiene nada que ver", cuenta. Para ella, los chicos son sus niños: "Voy al supermercado y me acuerdo de ellos. Les compro refrescos o el desayuno". Es la realidad de dos generaciones que se cruzan con el fin de "mejorar sus vidas".

El valor de aprender

Víctor Mora es el maestro y hermano mayor del grupo que, después de tres meses trabajando en la vivienda, se ha convertido en una "pequeña familia". Habla con orgullo de los chicos que "son muy trabajadores". El grupo, que ahora es un equipo, "tiene la necesidad de salir hacia adelante", eso, en palabras del maestro, "los ha empujado a aprender muy rápido". Pero, "van en buen camino", recalca.

Desde cambios en la electricidad hasta alicatar el baño. En el interior de la casa de Mari Carmen se trabaja para convertir el piso en un verdadero hogar. "Principalmente lo que hemos hecho es mejorar la electricidad porque la casa tenía la mínima potencia", explica Víctor. Sin embargo, los jóvenes también se han encargado de poner falsos techos, placas de pladur, mejorar el baño, cambiar la fontanería y pintar. "Lo que buscamos es dejar la casa de Mari Carmen lo más cómoda posible", cuenta Mora.

Alberto, otro de los jóvenes, es de Firgas y llegó al programa después de una medida judicial. Le ofrecieron participar pero, al principio, se negó. "Me siento lleno porque he sido capaz de ayudar a personas que no siempre tienen recursos", cuenta. Su padre se dedica a la construcción y él quiere seguir sus pasos. Ahora sueña con tener su propia empresa y continuar con el aprendizaje. Sobre todo quiere ayudar a otras personas que, como él, necesitan una oportunidad. "Nadie quiere perder su tiempo para enseñar a un joven. Hay muy poca gente que lo hace y aquí nosotros hemos logrado encontrar una opción para en un futuro poder llegar a ser algo", relata.

"Hemos logrado sacar esa parte buena que ni siquiera sabíamos que teníamos"

Según Reyes Martel, GenerAcciones cuenta con más de un 80% de inclusión. "Si me pusiese modo crítica diría que faltan herramientas, recursos y se tiene que trabajar de manera transversal entre las administraciones públicas", asevera la magistrada. Opina que la integración de jóvenes en riesgo de exclusión es "un asunto de toda la comunidad". Los chicos, "a veces en un callejón sin salida desde el punto de vista social o judicial", agradecen la oportunidad que el proyecto les brinda: "Hemos logrado sacar esa parte buena que ni siquiera sabíamos que teníamos", dice Alberto.

Tres de los chicos que participan en el proyecto GenerAcciones.

Tres de los chicos que participan en el proyecto GenerAcciones. / José Carlos Guerra

Mohammed es de Mauritania. Estudió el ciclo de electricidad en el Felo Monzón. Desde su centro le ofrecieron participar y no lo dudó. Lo tiene claro: "En el futuro me gustaría ser electricista". Asegura que, junto a Víctor y sus compañeros, ha conseguido "ganar experiencia" para lograr alcanzar el futuro con el que sueña.

Alfa es de Senegal y Sidi Diakité de Mali. Ambos destacan el compañerismo que hay en la obra. "Mis compañeros siempre me han ayudado muchísimo. Nos llevamos todos muy bien, aunque algunos somos de otros países", afirma Alfa, que ha logrado encontrar el camino para "poder trabajar y ser más independiente". Para Sidi lo mejor de la experiencia ha sido conocer más del ámbito de la construcción. "Me hace feliz estar en una obra aprendiendo cosas nuevas todos los días", subraya.

Una convivencia que une

GenerAcciones cuenta, según Augusto Hidalgo, con una inversión de 30.000 euros. "Este año vamos a intentar aumentar la cantidad", asevera el vicepresidente, pues el programa "debe tener mayor proyección porque se ha demostrado que las opciones laborales de los chicos aumentan una vez acaban las obras". En esta misma línea, Reyes Martel muestra su intención de trasladar el proyecto "a lo largo y ancho de toda Gran Canaria".

La magistrada asevera que en GenerAcciones se crean lazos de unión "fuertes". "Hay un caso de un chico en concreto que reformó la casa de una pareja mayor. Ahora el joven trabaja, pero, como si de sus abuelos se tratase, va a visitarlos cuando puede", cuenta Martel y agrega que "el chico es extranjero, como muchos de los que llegan a las Islas, y es un joven encantador".

Dos de los chicos en la reforma de la casa de Mari Carmen.

Dos de los chicos en la reforma de la casa de Mari Carmen. / José Carlos Guerra

La convivencia es, en estos casos, un factor que une a los jóvenes con las familias. Las personas mayores, expone Martel, no pueden irse de sus casas mientras está la obra porque "no tienen recursos alojativos para irse a otro lado y mucho menos pagar un apartamento". En GenerAcciones "los jóvenes conectan con los mayores, que les transmiten todo su cariño".

"Mi mayor premio es ver como siguen hacia delante"

Mari Carmen asegura que no va a olvidar a los jóvenes: "Son maravillosos" y Víctor, que sonríe cuando lo llaman hermano mayor, agradece haberlos conocido: "Me he topado con niños muy buenos". Ahora rememora las pequeñas dificultades con las que se ha encontrado en el camino, pues algunos no hablan bien español pero "con el traductor se puede ir tirando y todo sale bien".

"El premio que yo me llevo es ver como ellos siguen su camino y van hacia delante. Siento orgullo porque sé que pueden desenvolverse en el futuro", comenta el maestro que, en los últimos meses, ha visto cómo avanzan sus alumnos. Yered, que ha logrado encontrar una alternativa a los malos momentos que atravesaba, es consciente del "crecimiento personal" que ha experimentado.

Sin embargo, para Víctor, el secreto del éxito está "en lograr la integración, pero conseguir que se sientan valorados" porque más allá de la electricidad, de las placas de pladur y de los falsos techos un grupo de seis chicos encontró, "gracias al apoyo y a la oportunidad", una salida a la dificultad.

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