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Dos horas para evaluar a los residentes

La ECOE se consolida como una herramienta útil para potenciar las competencias de los médicos y enfermeros de Atención Primaria, antes de ejercer su especialidad

La estación de radiología de tórax de la evaluación formativa. LP

Una treintena de médicos internos residentes (MIR) del cuarto año de Medicina Familiar asumió el reto de enfrentarse a la Evaluación Clínica Objetiva Estructurada (ECOE), el pasado 26 de octubre, con el propósito de valorar sus competencias antes de finalizar el proceso formativo que les permitirá ejercer su especialidad. Se trata de una evaluación que desarrolla la Gerencia de Atención Primaria del Servicio Canario de la Salud (SCS) desde 2009, y que ha valorado hasta el momento a 476 médicos y a 32 enfermeros internos residentes (EIR) de segundo año -desde 2013-. Esta actividad, que contempla una duración de dos horas, ha sido pionera en el Archipiélago y ha situado a Canarias como una de las primeras comunidades del territorio nacional en poner en marcha esta acción.

"Nuestro propósito es mejorar la formación de los médicos y de los enfermeros residentes. No obstante, la herramienta también permite que nuestra unidad obtenga criterios objetivos de evaluación formativa y que exista cohesión en el equipo", indica José Carlos Salas, presidente de la Comisión de Docencia de la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Gran Canaria. Para después agregar que, "a través de esta iniciativa, potenciamos el proceso formativo de los residentes y adquirimos instrumentos óptimos y reconocidos a nivel nacional, de cara a la evaluación de los profesionales".

Una opinión que secunda la tutora y directora médica de la Gerencia de Atención Primaria del Área de Salud, Ana Bella Álvarez, que además apunta que la ECOE es un instrumento eficaz para conocer el nivel de "todos" los residentes. "Los tutores tenemos unos grupos asignados pero, a través de esta vía, podemos conocer a otros colectivos. También hay que decir que establecemos un importante feedback con nuestros propios residentes, pues desde la unidad docente, nos envían a cada tutor las puntuaciones, para después dialogar con ellos, con el fin de que refuercen los aspectos en los que observamos mayores carencias".

Lo cierto es que esta actividad se lleva a cabo en el Centro de Salud de El Doctoral -en Vecindario- y está compuesta por un total de 16 estaciones, con una duración de seis minutos cada una. Entre las situaciones que deben saber abordar los grupos figuran los diagnósticos por imágenes, la interpretación de analíticas, la toma de vías o los episodios de reanimación cardiorrespiratoria, entre otras prácticas clínicas.

Preparación

Pero detrás de todo este proceso existe un arduo trabajo de preparación por parte del Comité de Pruebas, que se preocupa por recibir el asesoramiento de distintos médicos de familia. "Ellos son los que están en las consultas día tras día, y en ocasiones, se hace necesario introducir protocolos de actuación en las pruebas que se consideren interesantes. Este procedimiento puede llevar más de dos meses de preparación", apostilla José Carlos Salas.

A esto hay que sumarle la participación de pacientes "ficticios", que reciben las instrucciones necesarias para dar a cada uno de los MIR y de los EIR las mismas respuestas, tras ser cuestionados por la sintomatología que presentan. "No trabajamos con actores, sino con conocidos, amigos, o cualquier persona que se sienta atraída por el proyecto y quiera participar. Esto requiere una serie de ensayos y los perfiles varían en función de las patologías que se vayan a tratar en la ECOE", detalla el presidente de la Comisión. "Estamos más que satisfechos con los resultados", prosigue, "ya llevamos 26 Ecoes y creemos que gracias a estas pruebas formamos a mejores profesionales".

Una satisfacción que se extrapola también a los residentes, que califican de "excelente" la experiencia vivida. "Es cierto que acudimos con muchos nervios a realizar estas pruebas, pero a medida que vamos pasando por las diferentes estaciones, nos vamos dando cuenta de que, en realidad, es lo que sucede en la consulta día tras día", asegura Ramsés Martín, un MIR del Centro de Salud de San Gregorio -Telde- que participó en la celebración de las últimas pruebas.

Sobre estas líneas, Patricia Rodríguez, del Centro de Salud de Cueva Torres de la capital grancanaria, concibe la actividad como una "autoevaluación" para poder conocer los puntos fuertes y débiles de sus competencias. "Personalmente, considero que es una forma de obtener una opinión objetiva sobre nuestro trabajo", sostiene. Además, considera que el hecho de tener la oportunidad de realizar una prueba de estas características "representa una gran ventaja para mantener actualizados nuestros conocimientos".

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