El estudio de los efectos secundarios que puede producir la vacuna de la gripe en pacientes que reciben tratamiento con anticoagulantes como el Sintrom, y el desarrollo de técnicas más fiables para el diagnóstico y seguimiento de los individuos con luxación frecuente de rótula son dos de las 19 líneas de investigación que han sido distinguidas con una de las becas de la Fundación del Colegio de Médicos de Las Palmas.
"Las inyecciones intramusculares han estado relativamente contraindicadas en pacientes anticoagulados, pues corren el riesgo de sufrir un hematoma intramuscular", explica la doctora Laura Quintana, médico adjunta de la Unidad de Hematología y responsable del área de Coagulación y Hemostasia en el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, que ha presentado el proyecto denominado Seguridad de la vacunación intramuscular frente a la gripe entre pacientes en tratamiento con anticoagulación oral antivitamina K.
Complicaciones
Siguiendo esta línea, y en base a las palabras de la profesional, el proceso que describe "no es frecuente", pero conviene estar alerta para disminuir al mínimo el riesgo de las complicaciones que podrían causar estos hematomas.
Hay que tener en cuenta que la vacuna antigripal recomendada "para mayores de 65 años", por ejemplo, debe ser aplicada por vía intramuscular. "Los profesionales sabemos que, por lo general, no se debe administrar medicación por esta vía a los pacientes anticoagulados para evitar, precisamente, estos hematomas. No obstante, el mayor beneficio de la vacuna intramuscular es que va adyuvada, frente a otras que son de administración subcutánea", aclara la doctora Quintana. Para después agregar que, "este hecho le concede una mayor efectividad, y por ende, mejora la protección que puede conseguir este grupo de pacientes frente al virus".
Lo cierto es que desde la Unidad de Hematología se lleva un control del tratamiento anticoagulante oral que reciben muchos pacientes para abordar los episodios de trombosis que han sufrido, o bien, para prevenirlos en aquellos grupos que presenten un elevado riesgo de desarrollo. "El tratamiento que se sigue habitualmente se centra en anticoagulantes que se conocen como antivitamina K. Esta medicación requiere una pauta personalizada para cada paciente, además de llevar a cabo unos controles que pueden tener un carácter mensual, según las circunstancias", apostilla la especialista del complejo norteño.
Asimismo, la responsable del área de Coagulación y Hemostasia pone en valor que, en un contexto en el que la población es cada vez "más mayor" y comienza a formar parte de los denominados grupos de riesgo, de cara a contraer el virus de la gripe, "es muy importante poder ofrecer la mejor protección frente a la patología, para evitar complicaciones."
Cabe resaltar que en este estudio participa un equipo de investigadores compuesto por 25 personas, que forman parte de la Unidad de Hematología del Negrín y del Hospital Insular, la gerencia de Atención Primaria, Medicina Preventiva y Salud Pública. Ahora, el gran reto que se marca la agrupación pasa por generalizar una serie de recomendaciones, de tal forma, que los profesionales trabajen con más seguridad a la hora de decidir si la vacuna está indicada o no para los pacientes y que no se produzcan demoras en el acceso.
"Queremos comparar a un grupo de pacientes anticoagulados a los que se les administra la vacuna, con otro no anticoagulado que también ha accedido a la medicación, para así evaluar los efectos secundarios que se pueden producir. A esto hay que sumarle otro grupo de anticoagulados al que no se le ha puesto la vacuna", comenta la experta.
Los resultados de este estudio determinarán el grado de complicación que podría tener el remedio antigripal -que presumiblemente será reducido- en los implicados en la investigación médica. Asimismo, las previsiones apuntan que la evaluación podrá realizarse entre febrero y marzo de 2020. "Nuestro propósito es que sirva también para establecer recomendaciones en la próxima campaña vacunal", anota la doctora Quintana.
En base a las palabras de la facultativa, la prestación económica de la beca, que contempla una cuantía de 4.000 euros, se destinará fundamentalmente a la contratación de las personas que se están encargando de llevar a cabo el seguimiento de los pacientes.
Por su parte el doctor Sergio Barroso, especialista en Traumatología del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria, obtuvo la beca especial de investigación por el proyecto Evaluación dinámica en la inestabilidad femoropatelar, que concede una dotación económica cifrada en 5.000 euros. "La luxación de rótula es un problema que afecta, sobre todo, a la gente joven y que se suele repetir con el tiempo. Esto limita mucho a las personas que lo sufren", apostilla el doctor del Insular.
En este sentido destaca que, tradicionalmente, los pacientes han sido estudiados recurriendo a pruebas diagnósticas de imagen realizadas con los individuos en reposo. "Mi línea de investigación aborda técnicas de imagen que incluyen algún tipo de movimiento para estudiar la rodilla en unas circunstancias más reales. Hay que saber que los pacientes sufren luxaciones haciendo deporte, o algún tipo de acción que implique movimiento", determina el profesional sanitario.
Este estudio forma parte de un proyecto de investigación internacional que se está ejecutando en colaboración con The Orthopaedic Research Institute of Queensland de Australia, al que pertenece también el doctor Barroso, y en el que participan otros dos profesionales del centro. "Este terreno está muy fértil y podemos pasarnos años investigando. Los fondos irán destinados a impulsar los diagnósticos por ecografía y escáner", sentencia el facultativo.
