¿Por qué los mayores son un colectivo tan vulnerable al coronavirus?
Por la propia inmunidad de las personas mayores. A consecuencia del proceso de envejecimiento sufren una merma en su capacidad de reacción ante situaciones de estrés, que debilitan su respuesta inmunitaria. Esto quiere decir que la inmunidad del mayor en situaciones normales funciona para los requerimientos cotidianos de las agresiones menores, pero no ante situaciones como esta, teniendo en cuenta que hay un contexto de comorbilidad, es decir, la presencia de varias enfermedades que precisa de la utilización de varios medicamentos, que aunque responden a la necesidad de tratar esas enfermedades, hasta seis o siete en ocasiones, pues la misma polimedicación es otro problema añadido.
¿En qué se traduce esto?
Aquí es importante destacar que la manifestación en los adultos mayores tiene una presentación atípica, diferente y no se manifiesta como en adultos más jóvenes, sino totalmente diferente. Y sobre todo, que los procesos reguladores que mantienen la integración funcional entre los diferentes órganos y sistemas de ese organismo envejecido, están deteriorados. Ante situaciones de estrés empiezan a claudicar y por eso son personas de tan alto riesgo ante situaciones de infección, y como en este caso, a una infección vírica altamente contagiosa, que puede ser un alto riesgo para la vida de nuestros mayores.
¿Es partidario de habilitar un servicio específico para atender las necesidades de este sector?
Eso sería en las condiciones ideales, pero es muy complejo en el contexto actual. Vivimos en una sociedad cada vez más envejecida, cada vez hay más personas mayores pluripatológicas. En estos momentos, hay que tratar de que nuestros mayores permanezcan en su domicilio, como el resto de la población, evitar los contactos con personas que hayan venido de fuera, o que hayan estado en contacto con personas infectadas, y evitar a toda costa que se contagien, porque en ellos la enfermedad tiene un impacto muy superior al resto.
¿Cree que se ha actuado con celeridad para proteger a este grupo poblacional?
En líneas generales hemos ido un poco por detrás en cuanto a la necesidad de parar la fase de los contagios. La gente no se tomó en serio al principio este problema, la población en general le restó relevancia, pero nos hemos visto ahora con el enorme susto de que estamos ante una pandemia, que es la propagación mundial de una enfermedad nueva, el Covid-19. Insisto, el mensaje clave es prevenir y evitar que nuestros mayores se infecten con esto, tomando todas las medidas necesarias.
¿Cómo puede afectarles el aislamiento, al ser un colectivo muy sensible a la soledad?
Siempre decimos que debemos evitar el aislamiento y la soledad de nuestros mayores para que se mantengan mental, afectiva y cognitivamente activos. Pero en este caso de extrema necesidad tenemos que acudir a otros métodos como el teléfono, o los que tengan una mayor capacidad cognitiva que dispongan de un ordenador se puede establecer con ellos videoconferencias y estimularlos de la mejor manera posible. Y las personas que los visiten que tomen todas las medidas de protección para evitar contagios.
¿A qué signos hay que estar especialmente atentos?
En los mayores lo común es la presentación atípica, no solo de este virus sino de cualquier enfermedad. Por ejemplo, en una neumonía un adulto mayor no tiene fiebre, ni expectoración ni dolor en el tórax, lo que le puede dar es confusión mental y caídas, por ejemplo. Eso hace que a veces el diagnóstico sea muy complejo y muy difícil, por lo tanto, en este grupo de población el riesgo de que se diagnostique tarde, y que se pierda un tiempo realmente importante para empezar a tratarlo es algo latente y que debemos conocer. Los síntomas cardinales que están descritos en esta enfermedad son, fiebre, tos y disnea, que es la falta de aire y que puede ser hasta un signo de gravedad. Entonces, hay que estar muy atentos a si una persona mayor empieza con alteraciones de cosas que no son habituales en el o ella y empieza a utilizar la musculatura accesoria para respirar, que es un signo de que está necesitando más capacidad para poder hacer llegar a sus pulmones el oxígeno necesario para ventilar adecuadamente, y tomar las medidas que sean necesarias. Y sobre todo, atenernos al cumplimiento de las medidas expuestas por el Ministerio de Sanidad para evitar congestión en Urgencias y para que nuestros mayores adquieran ahí un virus o una bacteria que no tienen, por esa acumulación tan grande del personal que hay en estos servicios. Tenemos que evitarlo a toda costa.
¿Qué medidas habría que adoptar para los que viven solos, es recomendable restringir la visita de los familiares?
Es recomendable que la persona que lo va a visitar tome todas las medidas de protección, que lleve mascarillas y guantes, que no se acerque a menos de un metro y que tenga un contacto afectivo de palabra, pero no a corta distancia. Igual que las personas que van a llevarle suministros, comida, agua..., que tengan muchísimo cuidado con esas medidas. Recurrir a todas estas cosas que hemos hablado, la teleasistencia, el teléfono, darles orientaciones telefónicas de qué hacer, cómo hacer... Pero sobre todo evitar las visitas grupales, que sea un familiar sano y sin riesgo de padecer Covid-19, el que vaya y se ocupe.
¿Y para los que están en residencias?
Para los que están en residencias deben abstenerse de visitarlos, ahí hay un personal preparado, cualificado, que los atiende, los cuida, y que puede suplir temporalmente lo que representa la familia, explicándoles a los que están bien cognitivamente, la situación de riesgo sanitario que hay y que por ese motivo los familiares no van. Y sus familiares pueden mandarles mensajes al móvil, hablar por teléfono, y que la propia familia le explique también la situación y que aunque no pueden estar ahí de forma presencial, que noten su afecto, su cariño, que están al tanto de ellos.
La conexión tecnológica es una herramienta que contribuye a llevar mejor el aislamiento a la población, algo que muchos mayores no tienen, ¿qué actividades sugiere para ellos?
Actividades hay muchas, pero en personas mayores con comorbilidad es difícil que en un momento como este le vayamos a introducir la teleconferencia o la teleasistencia. Hay que individualizar cada caso, ayudarlo de la manera que sea posible y en función de lo que esa persona cognitivamente nos permita hacer, para poderlo ayudar. No hay una persona más diferente a una de 80 años que otra de 80 años. Tenemos que ayudar en dependencia del estado de cada persona, de las medidas que sean factibles en su entorno y por las características del medio familiar, de la residencia, de donde esté.
¿Alguna recomendación a nivel de salud, alimentación, higiene.... para estos días?
La higiene es fundamental, hay que estar lavándose las manos continuamente desde los niños hasta los muy mayores, no nos podemos olvidar de que el grupo de los mayores de 80 años es el grupo de población que más ha crecido dentro del envejecimiento poblacional, y a veces hay hábitos y costumbres que ahora y en esta situación tenemos que insistir mucho para que se modifiquen. El continuo lavado de manos con agua y jabón es la medida más eficaz que se ha demostrado. La otra cosa es mantener la distancia, evitar el contacto de muchas personas juntas, si se tiene que ir a algo de manera puntual, no acercarse a las personas sino mantener la distancia. Si es una persona con comorbilidad, de riesgo, es preferible que use su mascarilla como medida preventiva. La otra cosa son los guantes, porque estas microgotas se depositan en superficies de contacto de uso frecuente, como pueden ser barandillas, picaporte de la puerta, en el transporte público... por eso hay que limpiar y mantener una higiene de cosas que a lo mejor no se cuidaban tanto en circunstancias normales y limpiar con desinfectantes para que estén limpios, incluso los pulsadores de los ascensores, las manecillas con las que abrimos los ascensores, puertas de uso común...
¿Qué mensaje le daría a la población en su conjunto y en especial a los mayores para hacer frente a esta crisis sanitaria?
Esto es una tarea de toda la sociedad, desde los niñitos hasta los más mayores. Tenemos que estar en casa, hacer salidas estrictamente necesarias, tenemos que cumplir las recomendaciones sanitarias a pie juntillas. Por otra parte, tenemos que ser solidarios, colaborar y ayudar para que nuestros mayores se sientan apoyados, que no se sientan solos, pero ser estrictos en todas las medidas para, entre todos, vencer esta durísima batalla del Covid-19. El mensaje clave es que nosotros cuidándonos cuidamos a los demás, y cuidando a los demás nos cuidamos a nosotros mismos. Ese mensaje bidireccional tiene que tenerlo todo el mundo claro. Si no ponemos cada uno de nuestra parte va a ser mucho más difícil controlar esta terrible pandemia, con todos los efectos que esto tiene en sufrimiento, en vidas humanas y en la economía.
