El final de la actividad volcánica en la Cumbre Vieja de La Palma no está cerca. La sismicidad registrada durante las últimas jornadas en la isla, las mediciones de los gases emitidos por el volcán y los análisis de las deformaciones del terreno apuntan que la erupción está en una fase «madura», por lo que hay que prepararse «para echar bastantes días», según explicaron ayer los portavoces del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca). La comunidad científica todavía no pone fecha de caducidad al proceso eruptivo, ya que depende de la dinámica del volcán y de la cantidad de magma que contenga. La erupción podría durar entre 24 y 84 días, con una media de 55 días, plazo que sitúa el ocaso del volcán a mediados de noviembre, según los cálculos iniciales que hizo el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan). En sus primeros 17 días de actividad, el volcán que surgió el 19 de septiembre había emitido unos 45 millones de metros cúbicos de lava, frente a los 43 que expulsó el Teneguía (1971) a lo largo de los 24 días que duró su proceso eruptivo y los 55 que brotaron del San Juan (1949) durante las 47 jornadas que se mantuvo activo.

El Pevolca prevé que la lava discurra por encima de la lengua que ya ha alcanzado el litoral palmero

El material volcánico ha trazado un camino de destrucción a su paso hacia el mar. El sistema europeo de vigilan terrestres Copernicus estima que la lava ha engullido ya 1.154 edificaciones, de las que 108 están parcialmente dañadas. Al cruzar esta información con los datos del Catastro, el Pevolca constata que han sido destruidas 726 edificaciones, de las cuales 605 son viviendas, 58 fincas agrícolas, 30 son de uso industrial, 18 de ocio y hostelería, siete de uso público y otras ocho de otros usos. La discrepancia en los datos se debe a que Copernicus detecta todas las edificaciones, pero no diferencia entre una casa y una pérgola o un gallinero. Según las últimas mediciones, 420 hectáreas han sido arrasadas por el fluido magmático, que en la última jornada asoló 6,74 hectáreas. La colada cubre un perímetro de 36,24 kilómetros y alcanza una anchura máxima de 1.250 metros en determinados puntos.

La previsión de los expertos es que la lava discurra por encima de la colada que llegó al litoral, aunque monitorizan y vigilan el comportamiento de la lengua por si se produce un ensanchamiento o avanza hacia territorios que aún se conservan en buen estado. En las últimas horas no se han detectado nuevos centros de emisión, aunque sí se ha confirmado la presencia de una fisura que se sitúa a unos cien metros al noreste del cono principal. Esta brecha expulsa gases y elevada temperatura del suelo, pero la directora en Canarias del Instituto Geográfico Nacional (IGN), María José Blanco, asegura que el hallazgo, de momento, no tiene carácter eruptivo y carece de importancia, puesto que se sitúa en el entorno del cono activo. La colada que brotó el viernes desde los dos focos ubicados más al noroeste no presentan actividad. Si bien los centros de emisión del cráter principal y los situados en los laterales del cono continúan activos. Además, el Pevolca no descarta que puedan surgir nuevas bocas en el entorno del los centros efusivos actuales.

La fajana, alimentada por varios lóbulos de la colada, continúa creciendo y ya ha superado las 36 hectáreas – lo que equivale a 36 campos de fútbol– y su frente en la línea de costa es de 540 metros. El penacho marino permanece a lo largo del borde del delta lávico y produce nubes de vapor de agua y ácido clorhídrico (HCl), que se concentran en una pequeña área alrededor del contacto entre el mar y la lava. Según los primeros datos aportados por los investigadores del buque Ramón Margalef, la afección de la fajana al medio marino parece afectar únicamente a una lámina de agua de menos de 5 metros de profundidad, alcanzando una distancia de 200 metros desde el frente.

La calidad del aire es buena

El comité científico insiste en que la calidad del aire en La Palma es buena y apuntó un descenso de la concentración de las partículas menores a 10 micras, cuya presencia puede ocasionar problemas respiratorios. Esta mejoría se debe a la entrada de los vientos alisios y a la subida en altura de la capa de inversión térmica, que estabiliza el ambiente y libera los gases. No obstante, este escenario se modificará en los próximos días, pues la capa de inversión volverá a descender, se registrará un ligero empeoramiento atmosférico y las condiciones meteorológicas serán desfavorables desde el punto de vista de la calidad del aire.

Hoy se espera un giro del viento desde el nordeste a componente este y sur por encima de los 1.500 metros. Esto contribuirá a dirigir la nube de cenizas hacia la vertiente noreste de la isla, lo que podría afectar a la operatividad del Aeropuerto de La Palma durante la segunda mitad de la tarde. En cuanto a la emisión de gases, el nivel de dióxido de azufre (SO2) se mantiene en niveles altos y supera las 1.200 toneladas diarias, con un acumulado de 250.000 toneladas desde que comenzó la erupción. Además, el volcán de la cumbre palmera expulsó a lo largo del lunes 1.600 toneladas de dióxido de carbono (CO2).

Los episodios de sismicidad no cesan en La Palma, especialmente en los municipios sureños de Fuencaliente y Villa de Mazo, donde la población ha podido sentir varios temblores. El director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, subrayó que los sismos están concentrados en la zona en la que se detectó la actividad entre siete y diez días antes de la erupción del volcán. La profundidad de la mayor parte de los temblores se encuentra localizada entre los 10 y los 15 kilómetros, lo que supone una sismicidad profunda o medio profunda. En las últimas horas se han localizado decenas de movimientos y los de mayor magnitud fueron de 3,6. No obstante, Morcuende aseguró que los parámetros indican que la aparición de algún centro emisor en los municipios más afectos por la sismicidad es «prácticamente nula».

La operatividad del aeropuerto de La Palma puede verse afectada esta tarde por la ceniza

En el hotel Princess de Fuencaliente permanecen alojadas 209 personas de las cerca de 6.000 que fueron evacuadas. Para atender la crisis volcánica se ha desplegado un operativo configurado por 553 efectivos que trabajan de forma coordinada, contando con el personal del Puesto de Mando Avanzado, el grupo operativo de seguridad, el grupo operativo de intervención y el grupo de logística.

553

Efectivos

  • Los equipos de emergencias y seguridad que trabajan de manera coordinada para atender la crisis volcánica están compuestos por 553 personas, que rotan en diferentes turnos.

36

Hectáreas

  • La fajana continúa su crecimiento alimentada por varios puntos de emisión de la colada de lava que alcanza el mar. Este territorio superando ya las 36 hectáreas.

420,1

Hectáreas arrasadas

  • El Pevolca apunta que el volcán ha devastado 420,1 hectáreas de La Palma, unas 6,74 más que en la jornada anterior. El perímetro de la zona afectada se sitúa en los 36,24 kilómetros. 

209

Personas

  • De las casi 6.000 personas que han tenido que ser evacuadas, un total de 209 permanecen alojadas en el Hotel Princess de Fuencaliente, lo que supone dos más que el día anterior.