Crisis del coronavirus | La pandemia se recrudece

Cenas de empresa: qué harán los que saben

Sí a los test de antígenos antes de los encuentros, pero teniendo en cuenta las recomendaciones

Una comida de Navidad con decenas de comensales celebrada antes de la pandemia.

Una comida de Navidad con decenas de comensales celebrada antes de la pandemia. / GONZALO NUÑEZ

Rafa López

El potente avance de la pandemia en España en general y también en Canarias en los últimos días y el brote entre sanitarios en Málaga pone las citas navideñas de empresa en el punto.

El brote Covid-19 en un hospital de Málaga, que arroja más de un centenar de casos entre sanitarios y otros empleados que acudieron a una comida navideña, ha hecho que muchos se lo piensen aún más a la hora de acudir a este tipo de eventos. Que haya ocurrido con profesionales de la sanidad que tomaron precauciones —estaban vacunados, incluso algunos con la tercera dosis, y se hicieron un test de antígenos previo— sugiere que hay que extremar la prudencia para reducir en lo posible la probabilidad de contagiarse. Prensa Ibérica ha preguntado a profesionales del ámbito científico y sanitario bien informados qué harían y, en su caso, qué medidas de protección considerarían ante la tesitura de acudir a una comida o cena de empresa tipo con treinta comensales.

Canarias obliga ya a que las reuniones navideñas no excedan de seis personas y ha canacelado las fiestas escolares. No son pocas las coimunidades autónomas que han pedidor evitar las cenas de empresa. Pero ni los límites grupales ni las recomendaciones gubernamentales impedirán que se celebren. Todo queda supeditado a la responsabilidad individual.

«Actualmente existe un riesgo elevado de contagiarse en las comidas de empresa, siendo este mayor cuanto mayor sea el número de asistentes. Por eso lo recomendable es no organizarlas —señala el epidemiólogo Juan Jesús Gestal—. El hecho de estar vacunado no nos garantiza que no nos vayamos a infectar», recuerda el catedrático emérito de Medicina Preventiva y Salud Pública uno de los expertos de referencia en esta pandemia.

Cenas de empresa: qué harán los que saben

Juan J. Gestal / Rafa López

«Debería exigir que el lugar esté bien ventilado y con medidores de CO2»

Juan J. Gestal

— Catedrático de Medicina Preventiva

Gestal señala que no iría a una cena o comida con 30 personas aunque estuvieran divididas en mesas de menos comensales. «Desde luego no me haría un test de antígeno para ir, pero es posible que una persona joven sí vaya y si fuera necesario se haga el test de antígeno, y debería exigir que el lugar esté bien ventilado y con medidores de CO2», explica.

África González, catedrática de Inmunología, aunque dice no ser experta en estos aspectos, opina que para celebrar una comida o cena de empresa los lugares «deben estar bien ventilados y con renovación de aire, o con apertura de ventanas y puertas cada cierto tiempo; preferentemente en lugares abiertos (mejor terrazas que comedores cerrados) y que la gente esté vacunada». Aboga también por «evitar tertulias largas» y, «cuando no se come, usar mascarillas tipo FFP2 bien fijadas a la cara».

África González

África González / ALBA VILLAR

«Hay que evitar tertulias largas y usar mascarilla tipo FFP2 cuando no se coma»

África González

— Catedrática de Inmunología

El doctor en Biología y profesor de investigación del CSIC Antonio Figueras aporta un ejemplo muy ilustrativo: «Una amiga fue a una comida de ocho comensales y ella fue la única que solo se quitaba la mascarilla para comer. Todos se contagiaron menos ella». Figueras optaría por almorzar «con poca gente y fuera, en una terraza o un sitio ventilado y con el techo muy alto». El científico especializado en inmunología y genómica cree que «no hay que volverse paranoico ni tampoco confiarse mucho». Apunta que la vacuna «puede dar una falsa sensación de seguridad» y que con los coronavirus «puedes tener más de una infección por temporada, como ocurre con los catarros». Reconoce que «la gente está harta y no se le puede pedir mucho más”, pero que acudir a una comida con numerosos comensales, durante mucho tiempo y sin ventilación es «jugar a la ruleta rusa con más de una bala en el cargador, y puede producir un efecto rebote» de contagio hacia personas vulnerables.

Cenas de empresa: qué harán los que saben

Mª Jesús Díaz / Rafa López

«Para ir a un restaurante necesito que esté bien ventilado y que la incidencia sea baja»

Mª Jesús Díaz

— Doctora en Medicina, radióloga

La doctora María Jesús Díaz Candamio, radióloga, asegura que no acudirá a la cena del Servicio de Radiología de su centro, pese a haberse vacunado recientemente con la tercera dosis de Pfizer. «Apenas he pisado el interior de un restaurante desde que comenzó la pandemia —explica—. He aprovechado para ir con mayor frecuencia cuando la incidencia era baja, y casi siempre he ido a terrazas al aire libre. El riesgo cero no existe, y menos en cuanto te sacas la mascarilla para comer», manifiesta. La médico dice que para disfrutar a tope de un restaurante necesita «no solo que el local esté bien ventilado, sino que, punto primordial, la incidencia sea baja».

Díaz Candamio, muy activa en la divulgación de noticias sobre el Covidd-19 en sus dos cuentas de la red social Twitter, @Perbess y @Vilavaite, con casi 30.000 seguidores en total, recalca que bares y restaurantes «están siendo víctimas de esta decisión por parte de los gobiernos de ‘convivir con el coronavirus».

Sostiene que esta pandemia «tiene que suponer un antes y un después en la limpieza del aire de los interiores de los edificios, que tiene que empezar, en primer lugar, por los hospitales». Por ello defiende que «los bares y restaurantes tienen que recibir ayudas para mejorar su ventilación. Japón ha demostrado que es posible la eliminación local del coronavirus, y la ventilación es clave para ello».

Cenas de empresa: qué harán los que saben

Antonio Figueras / Rafa López

«Con poca gente y fuera, en una terraza o un sitio ventilado y con el techo muy alto»

Antonio Figueras

— Biólogo. Profesor

Los test de antígenos suscitan debate, también entre los científicos y sanitarios mejor informados de la pandemia. En general se consideran una capa de protección más —con vacunas, mascarillas, ventilación, distancia, filtros de aire...—, y como tal tienen sus limitaciones. Son buenos detectando personas que contagian, no todos los positivos —para eso está la PCR—, y expertos como Michael Mina, epidemiólogo de la Universidad de Harvard, insisten en que para mayor seguridad conviene repetir la prueba, de ahí que resulte fundamental que sean muy baratos y accesibles (algo que no se cumple en España, ya que cuestan unos 7 euros y solo se venden en farmacias). En caso de contacto con un positivo habría que esperar unas 48 horas para realizar el test. Y antes de acudir a una reunión, lo mejor es hacer un test entre 6 y 12 horas previamente a la cita y otro justo antes del encuentro.

«Que la gente se haga test, no cuesta nada», propugna Antonio Figueras, habituado a hacer pruebas PCR en su laboratorio. Pone como ejemplo Inglaterra: allí se puede pedir por internet un paquete de 7 test de antígenos gratis —a cuenta del erario— cada día, y los envían directamente a casa. África González señala que hacerse un test de antígenos «sirve si estamos con gran cantidad de virus, pero lo mejor sería una prueba PCR antes de celebrar reuniones familiares, sobre todo con personas mayores». «Esta sería mi recomendación para estar seguros», señala.

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