Amós García: «Es normal que crezcan las infecciones por estreptococo A»

El epidemiólogo asocia el incremento de casos a los efectos de la pandemia de coronavirus - La mayoría de los cuadros que provoca esta bacteria son leves

Un grupo de niños con sus cuidadoras en una escuela de Canarias.

Un grupo de niños con sus cuidadoras en una escuela de Canarias. / LP/DLP

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó el pasado diciembre de un incremento de la incidencia de la escarlatina y de otras infecciones por estreptococos del grupo A en cinco países europeos: Francia, Irlanda, los Países Bajos, Suecia y Reino Unido. Ese mismo mes, esta última nación difundió una alerta tras registrar en un breve período de tiempo un inusual aumento del número de casos en niños y notificar la muerte de al menos nueve menores. La Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP) no tardó en comunicar que en el territorio nacional también se habían producido decesos entre este grupo poblacional, así como un aumento de la cifra de cuadros graves, por lo que fue necesario poner en marcha un proceso de vigilancia activa

«La pandemia de coronavirus ha modificado todo. La disminución del contacto directo entre las personas durante el confinamiento y las posteriores restricciones que se aplicaron hicieron que numerosos microorganismos que daban lugar a cuadros infecciosos en determinadas épocas del año dejaran de estar presentes. Como ya se ha distendido la situación es normal que vuelvan a aparecer en unas incidencias superiores a las que había anteriormente», valora el doctor Amós García Rojas, jefe de la sección de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias

Los estreptococos del grupo A son bacterias que suelen estar presentes en la piel y en la garganta. La mayoría de las infecciones que provocan son leves y benignas. «Solo en ocasiones extremadamente raras pueden dar lugar a dolencias graves como la fascitis necrosante y el síndrome de choque tóxico estreptocócico», explica el facultativo. 

Según Amós García, ahora mismo la infección que más está afectando a los menores en las Islas es la escarlatina, una patología que cursa con fiebre, lesiones en la piel y dolor de garganta. «Se cura con antibióticos. Desde que el paciente empiece a tomarlos y se encuentre mejor puede incorporarse a la actividad habitual», anota el experto, que además garantiza que, de momento, «no se han notificado brotes de esta enfermedad en Canarias». 

Cabe resaltar que existen unos test específicos capaces de detectar la presencia del microorganismo. Pero, ¿cómo se puede transmitir? Básicamente, a través de las secreciones respiratorias y de las heridas infectadas. «El lavado de manos es fundamental para evitar la transmisión. Además, hay que tener en cuenta que cuando una persona está enferma y no está recibiendo tratamiento, las probabilidades de contagio son mayores. Por tanto, es importante que permanezca en casa hasta que reciba la pauta antibiótica», asevera el doctor García Rojas. 

Ahora bien, ¿debe estar alarmada la sociedad por los casos graves que se han notificado en distintos países? El especialista es contundente al respecto. «Estamos hablando de un microorganismo que, salvo en circunstancias extrañas, provoca cuadros leves. La realidad es que este estreptococo convive en la garganta de las personas y que, en ocasiones, si el sistema inmunitario está debilitado, deja de ser un conviviente habitual y se convierte en un conviviente que causa una enfermedad». 

No obstante, al igual que ocurre con cualquier patología transmisible, si la persona aquejada sufre una dolencia de base, su estado de salud puede agravarse. «En niños, la enfermedad más común que causan estas bacterias es la escarlatina, pero también puede darse el caso de que todo se quede en un simple dolor de garganta producido por un estreptococo», remarca el epidemiólogo. 

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