Salud

Manuel Barreiro: "Los cambios en la microbiota podrían estar aumentando los casos de colitis y crohn"

Cada cuerpo humano alberga hasta 100 billones de microorganismos en su interior

Hay hasta mil especies diferentes de bacterias, arqueas, protozoos, algas micróscopicas y hongos

Su número es incluso mayor que el de las células humanas

El dr. Barreiro, especialista en patologías digestivas.

El dr. Barreiro, especialista en patologías digestivas. / CEDIDA

Natalia Sequeiro

El doctor Manuel Barreiro de Acosta compara este ecosistema que vive con nosotros con el del Amazonas. Tiene que haber un equilibrio para que el cuerpo no se resienta. Responsable de la Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal del Hospital Clínico, Barreiro destaca que los estudios más recientes apuntan a que los cambios en la microbiota podrían estar relacionados con el aumento del crohn y la colitis ulcerosa. El especialista ha sido el único representante español que ha participado en la elaboración de las guías de la European Crohn´s and Colitis Organisation. Su participación responde a su actividad investigadora sobre las manifestaciones extradigestivas de estas enfermedades.

En los últimos años se han incrementado los casos de crohn y colitis ulcerosa. ¿Cuál es el motivo?

Tenemos muchas teorías. Nosotros diagnosticamos una media del 120 al año aquí en el área de Santiago. Cuando empecé yo en el año 2003-2004, andábamos por 30 o 40. Una de las razones es que la gente tiene más conciencia y ahora es más fácil acceder a una colonoscopia, por ejemplo. Pero la otra causa es que somos una sociedad más evolucionada. Las cifras que tenemos ahora en nuestro países ya las había ante en otros países más industrializados. Aquí hay varias teorías, puede afectar la polución, y también las alteraciones en la microbiota. El problema es que no sabemos cuál es la causa.

¿Por qué se está alterando la microbiota, tiene relación con el cambio de alimentación de la sociedad?

En las nuevas generaciones, los cambios en la alimentación y la microbiota puede que estén haciendo que tengan más predisposición da padecerlas. Ciertos alimentos como la comida rápida alteran la microbiota y estas alteraciones a nivel intracelular lo complican.

¿Podría ser esta entonces la causa de estas enfermedades?

No directamente, pero el hecho de que esté aumentando es porque ha habido un cambio en la dieta. Normalmente se diagnostica en gente joven que puede llevar una dieta más norteamericana. La microbiota puede jugar un papel. Pero de momento esto son teorías.

Además de sufrir síntomas como diarrea, sangrados y dolor abdominal, muchos pacientes están afectados por otras patologías como artritis, problemas cutáneos u oculares. ¿Se conoce desde hace tiempo la relación entre estas enfermedades?

Es algo que ya desde siempre se ha visto, pero hace menos tiempo que pensamos en tratarlas de una manera conjunta. Antes a veces se enviaba a los pacientes a otros especialistas. Ahora lo centralizamos nosotros con la ayuda de esos profesionales.

Puede afectar la polución, y también las alteraciones en la microbiota. El problema es que no sabemos cuál es la causa

¿Qué porcentaje de pacientes tienen patologías extradigestivas?

Aproximadamente un 35% de nuestros pacientes. Es algo que les altera mucho la calidad de vida porque aparte de su problema digestivo pues tienen otros problemas. Nosotros hicimos un estudio donde vimos que uno de los motivos que más afectaba la calidad de vida era la presencia de manifestaciones extradigestivas. Porque si alguien ya de por sí tiene problemas de diarrea, problemas de dolor, problemas de sangrado y encima pues tiene dolores articulares o problemas cutáneos, como psoriasis que le impiden hacer vida normal, es duro. No pueden salir, ni pueden realizar sus actividades normales. Muchos son además gente joven cuando se les diagnostica.

¿Desde cuándo se decidió unificar el tratamiento para este tipo de pacientes?

Yo creo que debe hacer ocho años que la doctora Eva Pérez Pampín de Reumatología y yo empezamos a montar la consulta interdisciplinar. Las manifestaciones más comunes son la artritis periférica, las ileítis. Estos pacientes necesitan combinar tratamientos o decidir un solo tratamiento para ambas patologías. Ahí derivamos pacientes y vemos como los vamos tratando. Pero de los 3.000 pacientes que tenemos en la unidad con enfermedad inflamatoria intestinal, yo creo que casi 700 pacientes ya han pasado por esta consulta.

¿Por qué es habitual que los pacientes de enfermedad inflamatoria intestinal tengan estas otras enfermedades?

El crohn y la colitis producen una inflamación en el tubo digestivo. En estas manifestaciones se produce inflamación en otra parte del organismo, inflamación en los huesos, inflamación en la piel, inflamación en los ojos, por citar las más comunes.

Actualmente se habla mucho de la hiperpermeabilidad intestinal, que hace que en el intestino delgado deje pasar las moléculas más grandes de los alimentos que el cuerpo confunde con un organismo que lo ataca y desencadena una reacción autoinmune. ¿Hay alguna evidencia de esto en relación con el crohn y la colitis?

Realmente no se ha demostrado una relación clara. Yo pienso que influyen más otros aspectos como pueden ser las alteraciones en la microbiota, porque la microbiota es como el Amazonas. Sólo se conoce el 5% de la flora que tenemos. Y las alteraciones de la microbiota pueden activar vías de inflamación.

El crohn y la colitis producen una inflamación en el tubo digestivo. En estas manifestaciones se produce inflamación en otra parte del organismo

¿Puede abrir el campo de la investigación en la microbiota la puerta a nuevos tratamientos?

Todavía está todo muy cogido por los pelos a día de hoy. Yo creo que el problema que tenemos con la enfermedad de crohn y la colitis es que no sabemos la causa. Hay una parte genética y hay muchos fenómenos ambientales.

¿Se puede hacer algo cambiando la alimentación para mejorar la calidad de vida de los pacientes?

A veces es difícil de entender que en una persona que tiene diarrea y dolor la causa no es la alimentación, como puede ser en la enfermedad celíaca. Pero sí les damos a los pacientes unas recomendaciones dietéticas, en cuanto a evidentemente evitar comidas que producen gases o que producen diarrea. También en algunas ocasiones hay que darles suplementos nutritivos para evitar que caigan en desnutrición.

Últimamente se han desarrollado terapias biológicas para combatir la enfermedad. ¿En qué consisten?

Nosotros tenemos un porcentaje de pacientes del 40- 50% que son graves y moderados y necesitan estos tipos de terapias avanzadas, que son biológicas. Son fármacos más avanzados que permiten cubrir las mucosas intestinales y que se curen las úlceras. Son anticuerpos monoclonales, digamos, que son fármacos muy complejos, que además se tienen que administrar en los hospitales. Hasta hace unos años había solo los corticoides, que son buenos para un momento agudo de la enfermedad, pero después de manera crónica no se pueden dar. Estos nuevos fármacos no solo que hacen que bajen la inflamación y actúen a nivel intracelular disminuyendo la inflamación de los órganos, sino que también actúan a nivel sistémico bajando la inflamación global y sobre todo son rápidos y evitan que se tengan brotes. Lo importante es prevenirlos y estos fármacos actúan ahí.