Rostros cubiertos para visibilizar la desprotección de las personas sin hogar

Cáritas ha demandado que el acceso a la vivienda sea una prioridad política durante una marcha celebrada en la capital grancanaria por el Día de las Personas Sin hogar

Marcha de Cáritas en Las Palmas de Gran Canaria por el Día de las Personas Sin Hogar

José Carlos Guerra.

LP/DLP

Con máscaras blancas que tapaban el rostro, más de un centenar de personas han exhibido pancartas en las que han denunciado la invisibilidad que sufren las personas sin hogar y han dejado claro el motivo de su reivindicación con sus consignas: “Un hogar digno es lo que queremos”. Este 26 de octubre, Cáritas Diocesana de Canarias ha conmemorado el Día de las Personas Sin Hogar (29 de octubre) con una marcha desde el paseo de Las Alcaravaneras hasta la avenida Mesa y López, en Las Palmas de Gran Canaria, que ha concluido con una lectura de un manifiesto y la realización de talleres de sensibilización a escolares.

Bajo el lema Comparte tu red. No dejes que se queden fuera de cobertura, que se podía leer en las camisetas blancas de quienes se manifestaron, la organización ha denunciado la falta de acceso a derechos y la desprotección social que sufren las personas sin hogar o en riesgo de llegar a ese escenario. Cáritas, que lleva 31 años lanzando campañas en este sentido, ha demandado "que el acceso a la vivienda sea una prioridad política" en su manifiesto, porque sin un hogar se vulneran toda una serie de derechos y necesidades básicas: el acceso al agua, a la higiene o a la alimentación, además de la salud física y mental.

"Cuando no hay vivienda no solo se come mal, sino que se deja de comprar para cocinar, se pierde cada vez más autonomía y la situación se cronifica aún más", señala el documento. Cáritas resalta que quienes duermen en la calle lo hacen porque no tienen otro lugar y también lanza una demanda a la ciudadanía para "que amplíe la mirada y que se ponga en el lugar de las personas que viven una situación diferente" y las traten con respeto.

Cáritas atendió en 2022 en Canarias a un total de 2.530 personas afectadas por la vulneración del derecho a vivienda digna, que no solo incluye a quienes están en situación de calle y durante el primer semestre de 2023, a 1.220. La organización también incluye a individuos o familias que se encuentran en riesgo de perder su hogar por situaciones coyunturales.

Inés Chas, psicóloga del área de Vivienda de Cáritas Diocesana de Canarias, explica que a estos perfiles se les presta apoyo "de una manera preventiva con el pago de alquiler, de hipotecas o haciendo frente a otros gastos de alimentación o de salud o de escolarización" para evitar la exclusión residencial severa. Cuando la pérdida de la vivienda ha sido inevitable, Cáritas activa la búsqueda de un espacio.

La organización también cuenta con recursos alojativos para quienes no tengan otra alternativa puedan cubrir sus necesidades básicas, desde la higiene, el sueño o la alimentación, pero de manera paralela ofrece formación y orientación en diferentes ámbitos para desarrollar la autonomía personal.

Creciente feminización

Durante su labor, Cáritas también ha constatado una creciente feminización de los perfiles. Aunque en un 82% son hombres las personas sin hogar a las que acompaña la organización, el porcentaje de mujeres aumentó seis puntos en 2022 respecto al año anterior en la provincia de Las Palmas.

"La situación de la mujer cuando está en la calle es de una vulnerabilidad muy extrema y también está muy invisibilizada", subraya Chas. Ante este escenario, Cáritas ha incrementado las plazas disponibles para mujeres en sus recursos en un 36%, pues no están diseñadas para las mujeres y se encuentran con mayores dificultades de inserción.

Aunque existen recursos públicos y de organizaciones sociales para atender a personas sin hogar, Chas señala que "es evidente que no hay suficientes medios y no llegan a todas las realidades". Y no solo cita a infraestructuras, también la barrera burocrática. "Hay casos muy sangrantes de personas que, por cuestiones administrativas como una situación irregular, no pueden entrar a un recurso alojativo", lamenta Chas.