¿Ayuda hacer deporte a combatir la gripe?

Un reciente estudio ha revelado que el tiempo dedicado a la actividad física en nuestro tiempo libre puede ser crucial en la lucha contra enfermedades invernales como la gripe y la neumonía. Los hallazgos sugieren que el ejercicio no solo fortalece el cuerpo, sino que también puede ser un aliado vital en la prevención de enfermedades respiratorias, planteando así una nueva perspectiva en la salud pública.

De acuerdo con las investigaciones, aquellos que realizan actividad física aeróbica, incluso en cantidades inferiores a las recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), presentan un menor riesgo de contraer gripe y neumonía. Datos recopilados de más de medio millón de participantes durante 9 años destacan que realizar entre 10 a 149 minutos semanales de ejercicio se relaciona con una disminución del 21% en el riesgo, aumentando hasta un 50% para aquellos que realizan de 301 a 600 minutos por semana.

El informe también subraya una dosis óptima de ejercicio: aquellos que exceden los 600 minutos semanales no presentan una disminución adicional del riesgo, sugiriendo que existe un equilibrio ideal en torno a los 301 a 600 minutos semanales de actividad física moderada.

Mantener un equilibrio

Las recomendaciones sobre el entrenamiento de fuerza también destacan la importancia de mantener un equilibrio. Realizar dos sesiones de fortalecimiento muscular reduce el riesgo en un 47%, pero exceder las 7 sesiones semanales puede aumentar el riesgo en un 40%. La moderación se presenta como la clave para mantener la salud y la resistencia.

Estos descubrimientos no solo se aplican a la gripe y la neumonía, sino que podrían extenderse a enfermedades respiratorias como la COVID-19.

Estudios sugieren que la inactividad física es un factor de riesgo independiente para la COVID-19, con personas inactivas teniendo el doble de posibilidades de hospitalización y muerte en comparación con aquellos que realizan al menos 150 minutos semanales de actividad física moderada.

Este estudio enfatiza la importancia de mantener niveles adecuados de actividad física para fortalecer la resistencia contra enfermedades infecciosas invernales. Mantener un equilibrio en la cantidad y el tipo de ejercicio podría ser la clave para enfrentar el invierno con una salud robusta y resistente.