Más de cien pacientes a la espera de una cama: nuevo colapso en las Urgencias del Hospital Insular

El sindicado de Enfermería Satse indica que medio centenar de personas se ubicaron en pasillos o ascensores ante la falta de espacio

Pacientes en un pasillo en el servicio de Urgencias del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria.

Pacientes en un pasillo en el servicio de Urgencias del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria. / LP/DLP.

Iván Alejandro Hernández

Iván Alejandro Hernández

La gerencia del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria indicó que este lunes se ha superado la cantidad normal de personas que suelen necesitar ingreso, después de experimentar un incremento de asistencias de personas al servicio de Urgencias del centro durante el fin de semana. Ya lo vaticinó en diciembre el Consejo Canario de Colegios Oficiales de Enfermería: tras las fechas navideñas, el número volvería a repuntar por encima de la media diaria habitual, de 200 a 220 por día. Con ello, vuelve el colapso estructural que arrastran las urgencias en Canarias y que no es ajeno a este recinto, que lleva años generando las lamentables imágenes de numerosos pacientes hacinados en pasillos o ascensores a la espera de una cama.

El secretario del Consejo Canario de Colegios Oficiales de Enfermería, Luis Vega, cifra en más de 120 los pacientes que, hasta el mediodía de este lunes, permanecían a la espera de una cama en el servicio de Urgencias. Aunque existen espacios habilitados para este fin en el recinto, como las denominadas áreas de transición o de pre hospitalización, cuando la demanda asistencial supera los recursos disponibles, e incluso se utilizan los boxes reservados para nuevos ingresos, las camillas salen hasta los pasillos y los ascensores.

Según el delegado del sindicato de Enfermería Satse en el Hospital Universitario Insular de Gran Canaria, Juan Trenzado, este lunes había contabilizadas unas 50 personas fuera de las zonas habilitadas. "Es una auténtica aberración", lamenta; pues llegan "a espacios aledaños al servicio de Urgencias", como "a las puertas del servicio de Radiología" y están, en ocasiones, apilados en pocos metros cuadrados. "Hay que hacerse una idea de lo que pueden ser conceptos como la intimidad, la dignidad o los cuidados, que son imposibles de aplicar".

Personal de enfermería del servicio de Urgencias del Hospital Insular corrobora que desde finales de noviembre se han sucedido días “de auténtico terror”, con pacientes no solo hacinados en pasillos, sino incluso en el hueco de los ascensores tras un biombo o encajados en medios de consultas externas. Además, añade que al aumento de la incidencia de infecciones respiratorias, se han sumado las bajas del personal o las vacaciones. “Bastante tarde nos han puesto las mascarillas obligatorias”, lamenta. 

Según el informe que elabora semanalmente el Servicio Canario de Salud, la incidencia de infecciones respiratorias ha crecido de manera casi ininterrumpida en Canarias desde inicios de noviembre, aunque en los últimos siete días analizados ya comienza a mostrar una tendencia al descenso. En cuanto a las tasas semanales de hospitalización, en las Islas el incremento ha sido constante desde octubre, cuando se registraban 9,8 casos por 100.000 habitantes, hasta finales de 2023, con 28,8; si bien, en los primeros siete días de este año, ha descendido 10,6 puntos.

Desde la gerencia Hospital Universitario Insular de Gran Canaria se asegura que ya se ha activado el plan de contingencia correspondiente, que lleva aparejado "un refuerzo de profesionales", con una guardia médica más, la incorporación de 52 trabajadores de enfermería y auxiliares y un refuerzo de celadores para agilizar el índice de rotación de pacientes pendientes de ingreso. Asimismo, y en la medida de lo posible, mantienen la derivación a otros centros para descongestionar el Insular, como ya hiciera en diciembre.

Un problema estructural

Sin embargo, para Trenzado los planes de contingencia "se desbordan por completo" porque se trata de un problema "absolutamente estructural" que achaca, sobre todo, a una "arquitectura obsoleta" del recinto, que "no tiene cabida para más". En este sentido, recuerda que el colapso de las Urgencias influye en el resto de servicios del hospital, que ya de por sí arrastra otros problemas. "La Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI) está a rebosar. Hay pacientes de cuidados intensivos en el área de reanimación porque ya no hay espacio en la UVI. Ahora mismo la situación es especialmente caótica, dramática", critica.

En contra del argumento de que se trata de un problema circunstancial asociado a la época invernal, Trenzado señala que durante el verano ya el centro sufrió una presión mayor a la que poder atender, una escena que, añade, se repitió el pasado mes de diciembre por la incidencia de las infecciones respiratorias como la gripe y el coronavirus, "cuando el pico de contagios normalmente es entre enero y febrero".

Levy Cabrera, secretario general del Sindicato Médico de Canarias (CESM), también apunta que el principal problema es "la falta de recursos", algo que no solo es achacable al Hospital Universitario Insular de Gran Canaria, pues recuerda que en el Hospital Universitario de Canarias (La Laguna, en Tenerife), no solo se usan los pasillos, los pacientes incluso deben esperar en los exteriores del recinto, en concreto, en las ambulancias del Servicio de Urgencias Canario para poder ser ingresados. "Y algo similar ocurre en el Hospital Universitario La Candelaria o el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín".

"Afortunadamente, no ha sido una incidencia muy alta de bajas laborales en el ámbito sanitario", indica Cabrera y, en la actualidad, quienes tenían permiso se han reincorporado. El secretario general del Sindicato Médico de Canarias detalla que "el problema de que no hay sustitutos de médicos ni de enfermeros", y ello provoca que "los profesionales que están en activos trabajan más turnos y horas, lo que ocasiona un cansancio considerable".

Pacientes sociosanitarios

Uno de los principales cuellos de botella son las 550 camas hospitalarias ocupadas por personas mayores que reciben el alta médica, pero no tienen donde alojarse. Estos pacientes prácticamente viven en los centros públicos porque o bien no cuentan con una plaza en centros sociosanitarios, carecen de domicilio o de la posibilidad de regresar al mismo por los cuidados que requiere ni dispone de una red comunitaria o familiar.

"Hay muchas personas con el alta en vigor que ocupan cama de observación en Urgencias porque no hay donde derivarlas", insiste Cabrera. Para ello, la Consejería de Sanidad y el Área de Bienestar Social, Igualdad, Juventud, Infancia y Familias detallaron la Estrategia para la Coordinación de la Atención Sociosanitaria de Canarias, de 2024 a 2027, con la que el Gobierno regional pretende liberar esas camas hospitalarias creando una oferta de plazas sociosanitarias.

Mientras se elabora el plan, el Sindicato Médico de Canarias persiste en una propuesta como una solución corto plazo: "Hay que sanitarizar hoteles", remarca Cabrera, para liberar de forma urgente las camas hospitalarias y dar un espacio de tránsito a pacientes sociosanitarios. Esta experiencia se ha llevado a cabo de forma puntual en las Islas y, en este sentido, el viceconsejero de Bienestar Social, Francis Candil reconoció durante la presentación de la Estrategia que no se descarta incluir establecimientos turísticos como espacios para albergar a las personas mayores si así se ofrecieran y quisieran reconvertirse.

Más recursos

Para Cabrera, el diagnóstico es claro: "Tenemos recursos por debajo de las necesidades de la población". Así, agrega que según la legislación "debemos tener un hospital terciario por cada 250.000 habitantes" y, poniendo como ejemplo Tenerife, con casi 1 millón de habitantes, considera que ya deberían existir "cuatro hospitales terciarios y dos o tres comarcales, dependiendo de la dispersión geográfica, además de entre 50 o 60 centros de salud". La consejera de Sanidad, Esther Monzón, se ha comprometido a invertir más de 40 millones de euros para mejorar el Hospital del Sur de Tenerife y convertirlo en el tercer centro sanitario de referencia de la isla, junto con el HUC y La Candelaria.

"En Gran Canaria también haría falta un tercer hospital", añade Cabrera. El Hospital Universitario Insular de Gran Canaria, inaugurado en 1971, es el centro sanitario de referencia para la población del sur de la isla. Durante la pandemia de coronavirus se pusieron de manifiesto sus carencias de espacio y estructurales ante una realidad que le había superado. "Hay que asumir el cambio de parte de la sociedad del Archipiélago, la población está mucho más envejecida y tiene muchas patologías y este servicio (Urgencias) se va a quedar obsoleto en un breve periodo de tiempo", vaticina. Las causas, como sucede en numerosos casos similares, apuntan a la falta de acción institucional.

Pero lo que sí pudo variar la pandemia ha sido que los colectivos sanitarios amplificaran sus demandas y fuesen escuchados. Así, el servicio de Urgencias del Insular, entre otras medidas, ha incorporado en los últimos años tres áreas de transición para pacientes en espera de ser ingresados; además, ha usado para descongestionar el área los edificios asistenciales anexos al Hospital Militar Juan Carlos I.