La Policía Nacional ha detenido a 17 personas acusadas de robos con fuerza cometidos en más de 50 colegios de Gran Canaria de los que algunas de ellas sustraían material informático y audiovisual que otras se encargaban luego de vender a bajo precio, según ha informado este viernes.

Menores y jóvenes de entre 16 y 29 años son los presuntos autores de esos delitos, que desconocían el verdadero valor del material informático robado, muy elevado al tratarse de equipos nuevos, ya que los vendían a precios que no superaban los 20 euros por un ordenador portátil, según se destaca en un comunicado de la Jefatura Superior de Policía de Canarias.

En él se hace un llamamiento para que, "si alguien tiene en su poder o conoce el paradero de ordenadores con algún tipo de distintivo de la Consejería de Educación de la Comunidad Autónoma de Canarias, se lo comunique a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado", ya que parte del material sigue sin localizarse, al tiempo que se indica que no se descartan más detenciones en esta operación.

Puesto que la llamada "Operación Medusa", que se puso en marcha en mayo de 2014 al recibir denuncias de más de 50 robos con fuerza en colegios de Gran Canaria en los que se sustrajo un importante número de ordenadores portátiles, proyectores, televisores y otros componentes audiovisuales, ha ido arrojando nuevos resultados con el paso de los meses, según se relata desde la Jefatura Superior.

Detallando que las investigaciones abiertas en torno a esos delitos condujeron primero a la detención de un menor de 17 años y de un joven de 20 y la intervención de varios de los efectos sustraídos en el domicilio de uno de ellos, pero que luego se averiguó que había otros tres implicados, dos de 17 años y el tercero de 23.

Además, información obtenida a raíz de esos arrestos llevó a identificar más adelante a otros doce supuestos implicados en los robos, de edades comprendidas entre 16 y 29 años, se agrega en la nota.

Sobre la forma de actuar de estos acusados, en ella se explica que unos tenían la tarea de robar en los colegios entrando por la fuerza en ellos y otros se encargaban de vender en el mercado ilícito los equipos obtenidos.

Y se añade, por otra parte, que las investigaciones llevadas a cabo en torno a las actividades de este grupo han permitido relacionarlo con una oleada de robos con fuerza cometidos en dos centros culturales de la localidad de Telde: La Casa de la Condesa de Jinámar y la Escuela Municipal de Música.