El fiscal critica que se juzgue el disfraz de una víctima de agresión sexual en carnavales

"Yo pensaba en todo momento que estaba con una mayor de edad", alega el acusado, de 26 años, denunciado por mantener relaciones sexuales en los mogollones con una joven de 14

El acusado comparece en la segunda sesión de la vista oral ante la Sección Primera de la Audiencia Provincial.

El acusado comparece en la segunda sesión de la vista oral ante la Sección Primera de la Audiencia Provincial. / B. M.

Benyara Machinea

Benyara Machinea

"No me dijo que tenía 14 años antes de mantener relaciones sexuales". José Juan Y. E. se enfrenta a una pena de 12 años de cárcel y a una indemnización de 50.000 euros por acostarse con una menor de edad en uno de los mogollones del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria de 2019, así como a la mañana siguiente, cuando el acusado tenía 26 años. La menor declaró en la primera sesión de la vista oral, que tuvo lugar el pasado martes, que le había dicho su edad antes de los hechos, así como su centro escolar y el hecho de que era virgen. El procesado, sin embargo, tacha de falsa esta versión y, en el alegato que ofreció este lunes ante la Audiencia Provincial de Las Palmas, aseguró que, por su vestuario y su comportamiento, pensaba que tenía 20 años.

Estas declaraciones despertaron las críticas del fiscal, Javier García Cabañas, que cuestionó el uso de esta estrategia para tratar de lograr la absolución del supuesto autor de los hechos. "Tengo la sensación de que aquí se ha venido a juzgar a la víctima", criticó duramente durante sus conclusiones finales, en las que señaló que la intención de la vista oral es juzgar al acusado por unos hechos y no al revés. "No le hemos puesto el nombre de la novela de Nabokov de milagro", se refirió en su discurso, aludiendo al personaje protagonista, también menor de edad, de Lolita.

El fiscal insistió en que ninguna de las partes de la sala pone en cuestionamiento que la denunciante tenía un "comportamiento irresponsable" en el momento de los hechos, ni que había bebido esa noche del 9 de marzo de 2019. Sin embargo, enfatizó en que era notorio desde un primer momento que tenía menos de 16 años y que, según sus declaraciones, así se lo hizo constar al acusado en reiteradas ocasiones.

"En el evento se ven niñas disfrazadas como mujeres y el propio procesado iba esa noche en tutú"

El relato pormenorizado por parte del acusado de cómo iba vestida la denunciante -con un corsé rojo, unas medias de rejilla y un pantalón corto- también fue reprobado por García Cabañanas. "Respecto al vestuario no vamos ni a hablar. En Canarias se puede ver en los carnavales a niñas de siete y ochos años vestidas como mujeres y, el mismo acusado, iba esa noche con un tutú", apuntó.

En la segunda sesión de la vista oral José Juan Y. E. defendió su inocencia y puso en cuestionamiento las declaraciones vertidas la semana pasada por la menor, que afirmaba que desde un primer momento, cuando se conocieron en la casa de una amiga de la víctima, le había preguntado entre bromas qué edad creía que tenía, para acto seguido informarle de que acababa de cumplir los 14 años. "Yo le dije que pensaba que tenía 17 o 18 años, a lo que ella dijo que incluso más", rebatió el procesado.

Bebidas y acercamientos en las carrozas

Esa tarde salieron a las carrozas y ambos sostienen que entablaron conversaciones sobre otras fiestas a las que habían acudido y sobre la importancia de ir al psicólogo. En ningún momento aseguró que se iba a hacer cargo de la menor, según el procesado, porque "yo voy de fiesta a pasarlo bien, no a cuidar de nadie". Afirma que portaba bebidas para él mismo: "Ni les di bebida ni se las daría si la hubieran pedido". Esta última afirmación es para el fiscal una contradicción. "¿Por qué no querría darles bebidas si pensaba que eran mayores de edad?", puso en duda.

Después se quedaron solos en los mogollones, acudieron a clubes nocturnos de la ciudad y mantuvieron relaciones sexuales en el vehículo del acusado, según la víctima. La defensa, ejercida por el letrado Manuel Ramón, niega que esa noche practicaran sexo vaginal ni oral, más allá de acercamientos y masturbaciones, y cuestiona que la menor grabó al denunciado mientras dormía.

El investigado asegura que la víctima le había afirmado que tenía más de 18 años

A la mañana siguiente desayunaron juntos y fueron a la casa de la abuela del acusado, donde consumaron las relaciones. "Al principio no quería porque no tenía preservativo, pero ella me dijo que no pasaba nada, que estaba tomando la píldora", aseveró el acusado. No obstante, le extrañaron algunas dificultades, por lo que le preguntó poco después al respecto y ella le confesó, por primera vez según el denunciado, su edad.

Pese a su preocupación inicial, mantuvo el contacto con la víctima desde ese 10 de marzo hasta el día 24 porque "quería tener una relación seria". "Me quedé pillado por ella. Después, pensándolo fríamente, me di cuenta de que no era viable", aseguró el procesado, que cortó el contacto dos días antes de que la menor acudiera a presentar su denuncia.

La acusación popular, ejercida por la letrada Mónica Sánchez, justifica la indemnización requerida por la víctima debido a los gastos en atención psicológica y psiquiátrica derivados de los hechos denunciados, de los que "aún no se ha terminado de recuperar". Además, ambas acusaciones han denunciado a una de las testigos, tía de una amiga de la víctima, por prestar falso testimonio al sostener una versión distinta en la vista oral de la que declaró en la fase de instrucción.