Félix Sanz Roldán: «Se han evitado muchos peligros en España, pero no se pueden contar»

El ex director del Centro Nacional de Inteligencia defendió este viernes en una conferencia en la Casa Museo León y Castillo que este es un país seguro

De derecha a izquierda, Félix Sanz Roldán y el director del Curso, Javier Ponce Marrero.

De derecha a izquierda, Félix Sanz Roldán y el director del Curso, Javier Ponce Marrero. / LP / DLP

El ex director de Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y ex jefe del Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz Roldán, asegura que los servicios secretos han evitado «muchas situaciones de peligro para España y los españoles que posiblemente nunca se sabrán». Sanz Roldán hizo esta aseveración anoche después de impartir una conferencia en la Casa Museo León y Castillo, en Telde, en el marco de la decimosexta edición del Curso de Relaciones Internacionales, que este año se centró en el papel que desempeñan los servicios de inteligencia y el espionaje. 

Sanz Roldán, explica que esas pequeñas victorias de los servicios secretos no se dan a conocer «porque el CNI no puede hacer ningún reconocimiento, porque desde el momento que se dice algo hay que dar algún dato». 

Félix Sanz Roldán, este viernes en la Casa Museo León y Castillo de Telde

En primer plano, Félix Sanz Roldán, este viernes en la Casa Museo León y Castillo de Telde / LP / DLP

El personal de esta institución es consciente de que las victorias no se conocerán, pero que cuando ocurra un atentado se les pedirá explicaciones, comentó durante su charla. Y eso es lo que ocurrió, por ejemplo con el 11M, un atentado del que se acaba de cumplir el 20 aniversario. Sanz Roldán aseveró que «cuentan, pero no lo he visto, que se alertó de que era posible que ocurriera y que al CNI no se le dio margen para actuar», pero «se cuentan muchas cosas distintas». Sobre este hecho, «me remito a la sentencia de la Audiencia Nacional, que no digo que sea la verdad absoluta, pero es lo más próximo».

De lo que sí tenía conocimiento el CNI fue de la posibilidad de que Carles Puigdemont huyera del país, aunque negó que se le ayudara a hacerlo. 

"Tienen asumida una filosofía de vida muy de servicio. Uno de los veteranos que le da la bienvenida a los chicos les decía que "servir a España aquí es un trabajo extraordinariamente difícil, en el que las acciones siempre son objeto de escrutinio, los éxitos no los comenta nadie y los fracasos son catastróficos".

La seguridad en España, puntualiza, «es de gran calidad gracias al sacrificio de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y de muchísimas personas que ayudan y son ciudadanos anónimos. El sistema de seguridad nuestro es eficaz y desde luego, no es peor que ningún otro».

Una de las ventajas, precisó, es que España «solo tiene un servicio secreto, mientras que otros países tienen varios, como Estados Unidos, que tiene 14 agencias dedicadas a lo mismo, Reino Unido, cuatro, y Francia, tres. No conozco a ningún otro país que tenga la seguridad interior, la exterior, la ciberseguridad y todo en una sola entidad». 

Por ejemplo, en una misión junto a Francia para rescatar a periodistas secuestrados en las montañas de Mali "y en un momento determinado, inteligencia de Interior y de Exterior tuvieron que reunirse para decidir si era oportuno un ataque a la fuerza para liberar a los rehenes o, por el contrario, no, porque ese mismo bloque podía, como reacción, generar un atentado en la metrópolis". España podía tomar la decisión de forma más ágil. No aclaró cómo se resolvió la crisis.

3.500 personas

En su conferencia, que llevaba por título ‘Servicios secretos y democracia’, Félix Sanz Roldán detalló a los asistentes el funcionamiento orgánico del CNI, «una institución en la que hay 3.500 personas que trabajan en 21 idiomas —entre ellos el árabe clásico y ocho dialectos—, con un dominio tal que son capaces de interpretar un susurro entre un terrorista en la embajada en Islamabad que hablaba con otra persona que planeaba un atentado». 

En este momento, hay agentes acreditados en 174 países en los que mantienen una relación estrecha con el cuerpo diplomático. "No es recomendable dejar al margen de las misiones a los embajadores".

Pero entrar a formar parte de esta institución es una tarea complicada que puede tardar hasta siete años porque, tal como explicó, la selección del aspirante puede durar incluso más de un año, al igual que el periodo de formación, y luego comienza un periodo de prueba que dura cinco años. Todo ello, para llevar una vida de sacrificio personal y arriesgar su propia integridad. 

En los últimos años, además, la plantilla se ha profesionalizado para dar respuesta a las necesidades actuales y si en su origen estaba formada principalmente por militares, estos ocupan ahora entre el 15 y el 20% del total. 

Estructura

El Centro Nacional de Inteligencia cuenta con tres grandes bloques de empleados. Por un lado, están los analistas "que reciben cada mañana en su ordenador la información que se ha obtenido y la analizan", una tarea que a veces puede durar meses y hasta años, sacando las conclusiones poco a poco. También están aquellas personas que realizan las escuchas, a veces desde sus casas o el despacho, pero en otras ocasiones tienen que ir a una misión, arriesgando sus vidas. Y la tercera pata, es la técnica. "El 90% de los sistemas están diseñados por nosotros y fabricados para nosotros", una división en la que el perfil del matemático es importante.

De derecha a izquierda, Félix Sanz Roldán y el director del Curso, Javier Ponce Marrero.

De derecha a izquierda, Félix Sanz Roldán y el director del Curso, Javier Ponce Marrero. / LP / DLP

Reconocimiento y agradecimiento por la confianza

Félix Sanz Roldán confesó que con esta y otras charlas que da a lo largo del territorio español quiere hacer un "reconocimiento a las personas que sirven en los centros de inteligencia haciendo negación, por voluntad propia, de sus derechos y con una vida privada muy complicada. Son muy buenos servidores y prestan una misión importante". Además, dar a conocer qué, cómo y por qué hacen lo que hacen "es una forma justa de devolver a la sociedad la confianza que ha depositado en los servicios secretos", añadió.

El que fuera el máximo responsable del servicio de inteligencia español fue tajante al afirmar que «el mejor parámetro para medir una democracia es cómo se comporta su servicio secreto» y que España está entre los países con mejor resultado, hasta el punto que Estados Unidos, tras el caso de espionaje Pegasus, tomó medidas de control sobre el espionaje similares a los adoptados por este país, que cuenta desde 2002 con una Ley que lo regula y está sujeto al control del Tribunal Supremo.

En otros países, incluso, los servicios de inteligencia interfieren en los gobiernos y puso como ejemplo una visita que realizó a un país que se hallaba inmerso en un proceso electoral (no aportó el nombre). Como preparativo, su personal le preparó una documentación detallada en la que, entre otros aspectos se reflejaba el nombre del candidato que era el que más posibilidades tenía de ganar. En una conversación con su homólogo de este lugar le comentó que sabía que esta persona, con mucha probabilidad, se convertiría en el presidente, a lo que su interlocutor le contestó que "no, ya me encargaré yo de eso". Esto, agregó, es una prueba de cómo en algunos lugares "se juega a distorsionar la democracia".

Misiones

Durante su intervención, Sanz Roldán detalló algunas de las misiones realizadas por el CNI, como la liberación de once periodistas secuestrados por Al Qaeda, pero también en mediaciones internacionales para la defensa de empresas españolas, como fue el caso de una que optaba a construir 1.600 kilómetros de autopista en Brasil «a la que estaban haciéndole trampas» u otra que quería construir un tren de alta velocidad en Arabia. 

Pero el trabajo de este servicio va más allá, agregó, puesto que es el encargado de suministrar toda la información necesaria al presidente y al gobierno para que pueda tomar las mejores decisiones en poco tiempo y garantizar que "los españoles puedan salir a la calle sin sentirse atenazados por el miedo".

"Del servicio secreto me gusta destacar que es mucho más servicio que secreto", sentenció. En ese sentido, "lo que son secretos son los medios, los procedimientos y la identidad de las personas, para que puedan actuar, pero lo que prima es el servicio". Con todo, apostilla "tratamos de ser transparentes".

Inteligencia artificial

El que fuera el máximo responsable de la inteligencia española dedicó un hueco para hablar de la inteligencia artificial y aseveró que «es progreso y no lo para nadie, y el genio siempre ha sido el que ha utilizado el progreso en su beneficio. La IA va a servir para mal a lo mejor, pero generalmente, para bien, pero no se puede tener miedo al progreso».

Un cariño especial por Gran Canaria

Félix Sanz Roldán confesó que "venir a Gran Canaria despierta mi nostalgia", puesto que pasó una buena época en la Isla. "Aquí fue donde empezó una nueva etapa de mi vida con 21 años, en un despacho en 1966. Aquí sentí por primera vez qué era ser libre y no acostarme a las 22.00 horas porque alguien tocaba la trompeta y no tener que levantarme a las siete con la misma trompeta".

Cine y realidad

Los espías no son como en las películas de James Bond, bromeó Félix Sanz Roldán. "No llevan pistolas, no saltan por los tejados ni conducimos un Aston Martin".

Sin embargo, sugirió dos películas que sí reflejan bien el trabajo de los servicios secretos, "Argo y Caza al espía, que está basada en un caso real".