Fin del culebrón. El partido entre la UD Las Palmas y el Granada CF, correspondiente a la séptima jornada de LaLiga SmartBank, se aplaza al lunes a las 20.00 horas por los efectos de las tormenta tropical Hermine. Y habrá público, tal y como informó la entidad amarilla, salvo que las condiciones meteorológicas lo impidan, algo que no está previsto. El encuentro estaba fijado para el domingo a las ocho de la noche, sin embargo, la previsión de que se produzcan fuertes lluvias durante toda la jornada, y la decisión del Cabildo de prohibir la entrada de público al Estadio de Gran Canaria si LaLiga obligaba a que se disputara el choque el día y a la hora establecidos, llevó al estamento futbolístico a posponer la celebración del mismo 24 horas.

Poco antes del anuncio oficial de LaLiga, el Cabildo de Gran Canaria, quien tiene la competencia, emitió un comunicado en el que aclaraba: "Antes las dudas surgidas respecto al partido de la UD Las Palmas previsto para mañana a las 20.00 horas, desde el Cabildo de Gran Canaria queremos aclarar que en ningún caso dicho partido podrá disputarse con público". No especificaba, sin embargo, si el encuentro sería también a puerta cerrada en el caso de que se jugara el lunes o el martes, sin embargo, habrá aficionados en las gradas siempre y cuando las predicciones se cumplan y lo peor del temporal haya pasado. Sólo un empeoramiento inesperado del tiempo haría que los asientos estuvieran vacíos.

En las últimas horas había cobrado fuerza la posibilidad de que el encuentro se juegue el lunes por la noche, cuando está previsto que los efectos del temporal sean menores, aunque tampoco se descartaba la posibilidad de que se disputara el martes si las condiciones meteorológicas en Gran Canaria continuaban adversas tal y como está vaticinado. El Granada, por su parte, ya aterrizó en el aeropuerto de la Isla y mañana se ejercitará en las instalaciones de la UD. Su presencia en el Archipiélago aseguraba que la cita tendría lugar mañana o en los días siguientes.

Cabe recordar que el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, ya abogó ayer por el aplazamiento del choque. «Cae –el partido– justamente cuando mayor previsión hay de precipitaciones. Lo previsible es que la alerta -máxima- se mantenga y por tanto el partido no se celebre», aseguró ayer por la tarde en una comparecencia pública, al tiempo que recordó que la competencia no es del Ejecutivo regional.

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«El competente es el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento donde se celebra este evento. Yo entiendo que el partido no se va a celebrar y así lo comunicarán. Por tanto, lo que sí está claro es que no se puede producir un desplazamiento para ver el partido», explicó Torres. Antonio Morales, de su lado, comentó que «deben suspenderse todas las actividades públicas». Finalmente, el partido se aplazó.

Todo el fútbol canario, desde las categoría inferiores hasta la Tercera RFEF, quedó suspendido este fin de semana con el objetivo de evitar desplazamientos en un contexto de tormenta tropical. El UD-Granada era el evento que más público iba a mover, toda vez que la entidad amarilla cuenta con alrededor de 17.500 abonados y había vendido ya más de 3.000 entradas para un partido a priori atractivo entre el segundo y el tercer clasificado.