La encrucijada de Viera: entre recuperarse o jugar

El capitán, discreto en el choque ante el Villarreal B por su lesión en el aductor, afronta la semana con la meta de volver a su nivel

Jonathan Viera, rodeado por cuatro jugadores del Villarreal B durante el partido del domingo pasado.

Jonathan Viera, rodeado por cuatro jugadores del Villarreal B durante el partido del domingo pasado. / JOSÉ CARLOS GUERRA

Jonathan Viera no estaba para jugar el domingo pasado frente al Villarreal B. Habían pasado menos de seis días desde que tuviera que retirarse del terreno de juego de Ipurua, donde sufrió una pequeñísima rotura en el aductor izquierdo poco antes del descanso. Intentó seguir con un fuerte vendaje compresivo en la zona, pero no pudo: a la siguiente carrera, prefirió pedir el cambio. Una contractura le habría permitido recuperarse durante los días previos a la cita con el filial del Submarino, pero la afección que tenía era un poco más grave, lo suficiente como para que no pudiera rendir como acostumbra.

Él lo sabía: «Estoy mal. No estaba para aguantar mucho tiempo». Fue la primera sentencia que hizo nada más acabar el choque en el que fue sustituido a la hora de juego después de haber completado una de sus peores actuaciones de siempre con la camiseta amarilla. Era normal. El capitán, tal y como reconocería después, no estaba en condiciones: perdió varios balones, no estuvo fino en los pases y apenas pudo realizar carreras explosivas. De alguna manera, estaba fuera del partido.

Poco tiempo

Era previsible después de cómo había afrontado la semana, que además empezó más tarde de lo habitual porque el choque en Éibar había sido el lunes. Jonathan Viera no entrenó ni el martes, ni el miércoles junto al resto de sus compañeros y sólo hizo algo a partir del jueves, aunque no completó la sesión de ese día, como tampoco la del viernes. Los recuperadores de la UD trabajaron a destajo con el futbolista para que al menos pudiera estar en la convocatoria, pero por delante había muy poco tiempo.

La insistencia del de La Feria en querer jugar también fue clave a la hora de que Xavi García Pimienta le incluyera en el once, por mucho que el entrenador no estuviera del todo convencido; al fin y al cabo, el jugador no estaba a tope.

Por eso el jugador está ahora en una encrucijada: recuperarse para afrontar con plenas garantías el choque definitivo ante el Deportivo Alavés y jugar en Cartagena, donde prevé estar mejor que contra el Villarreal B, pero aún así no estará al máximo nivel. La semana de entrenamientos de la UD comienza mañana y Viera se sumará al grupo poco a poco. Por delante tiene tiempo de mejorar, por lo que los próximos días serán clave. Es el momento determinante del curso y el capitán quiere estar.

Suscríbete para seguir leyendo