La confianza ciega en Mika Mármol le da la titularidad

La insistencia de la UD por fichar a Mika Mármol se puede entender con el movimiento que hizo García Pimienta el viernes pasado en su línea defensiva. A la primera de cambio, desde que el central catalán ya completó una semana de trabajo con el grupo, lo alineó de inicio frente al Valencia. La confianza ciega que tiene el técnico con el canterano del Barça le otorga por ahora la vitola de titular.

Tanta insistencia hubo con Mika, tanta operación a tres bandas con el Andorra y el Barcelona de por medio para hacerse con el 50% de los derechos del jugador al desembolsar 1,9 millones de euros, que a Pimi no le tembló el pulso el viernes como para dar su nombre para formar pareja de central junto a Álex Suárez.

Esta decisión provocó que Coco fuera el sacrificado en la retaguardia. El conejero, que es uno de los preferidos por el entrenador, tanto como para que la pasada temporada jugara 36 partidos ligueros, vio el partido entero desde el banquillo.

Ni tan siquiera los 188 centímetros de estatura de Saúl Coco le mantuvo en el once. Un indicador de altura de la que se había percatado el técnico la jornada anterior contra el Mallorca y por el que llegó el tanto balear a balón parado.

Nada, el perfil constructivo de Marmol desde la zona trasera del campo y la entrega de Álex Suárez se impuso entre las decisiones del estratega catalán en esta segunda jornada liguera.

La apuesta por el ex del Andorra en Mestalla, dado el rendimiento del nuevo dueño del dorsal 15 le dio la razón a Pimienta. El de Terrassa maravilló con sus conducciones de balón cada vez que tenía oportunidad y superó la línea de presión que Baraja plantó con su dupla de delanteros formada por Huego Duro y André Almeida.

Cada vez que a Mármol le llegaba el balón en el feudo che, el central se predisponía a avanzar metros con él controlado. Nada de dar un pase de seguridad en lateral, si había oportunidad de progresar con el cuero rodando, ahí que iba el defensa.

En este sentido, los automatismos en la medular amarilla también dieron síntomas de estar adquiridos, pues cuando Mármol tiraba hacia la portería contraria con el balón pegado, Kirian retrasaba su posición para ocupar el hueco dejado por el central. Un movimiento natural, pero que hay que tener en cuenta para un jugador que tiene un bagaje de seis partidos profesionales jugando en esa posición.

La papeleta de Mármol en Mestalla duró 82 minutos, cuando a Pimienta le dio por efectuar un cambio un tanto extraño al sustituirlo por Benito Ramírez y recolocar a Sergi Cardona en la posición de central zurdo.

En este tiempo a Mika le dio tiempo a realizar 76 pases con éxito. Sin embargo, perdió el balón en nueve ocasiones, un número elevado para un jugador que muchas veces es el último hombre de la línea defensiva y tiene que medir con exactitud los riesgos que toma con la salida de balón.

Ahora, el viernes frente a la Real Sociedad habrá que ver quien acompaña a Mármol en la zaga.

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