Que la lluvia sea de goles

El huracán Margot sorteó ayer Canarias y ahora es Nigel el que amenaza el fin de semana a las Islas

Hace un año se suspendió el duelo contra los nazaríes por la tormenta Hermine

Coco da un pase perseguido por Callejón en el UD-Granada de la pasada temporada; de fondo, el público con paraguas. | | J. CASTRO

Coco da un pase perseguido por Callejón en el UD-Granada de la pasada temporada; de fondo, el público con paraguas. | | J. CASTRO / D. Rodríguez

David Rodríguez

David Rodríguez

Caprichos del destino o no, hace un año se tuvo que suspender el UD-Granada por el azote de la tormenta Hermine en Canarias, y ahora el partido del domingo está amenazado por un huracán, el Nigel. Todo ello después de que Margot, otro huracán, sorteara ayer el Archipiélago y descargase en Azores su virulencia. Eso sí, lo que quiere García Pimienta el fin de semana es que lleguen los goles.

Cuando se vaya a disputar el domingo la sexta jornada de LaLiga EA Sports que enfrenta a la UD con el Granada habrán pasado 364 días desde la última vez que el equipo andaluz compitió en Siete Palmas. Casi un año del partido que se tuvo que retrasar 24 horas debido al azote de la tormenta Hermine que dejó 10 millones de euros en pérdidas tras los incidentes registrados en el Archipiélago.

Una vuelta al sol que coincide con la disputa del mismo partido y con una amenaza latente del huracán Nigel sobre las Islas. Y es que parece que si el Granada tiene que viajar a Gran Canaria trae consigo un fenómeno meteorológico, pues hasta ayer a media tarde también acechaba Canarias el huracán Margot, que descargó su potencial en Azores y finalmente sorteó los dominios geográficos del Archipiélago.

La previsión, por lo pronto, no es de riesgo, pero el comportamiento de las tormentas atlánticas pueden variar aleatoriamente. Por lo pronto las condiciones meteorológicas podrían propiciar su desarrollo gradual, con un 70% de probabilidad de convertirse en una depresión tropical hacia el final de la semana, mientras avanza hacia el oeste por la región central y oriental del Atlántico tropical.

De esta forma, la estampa de la séptima jornada de la pasada temporada en la que las gradas del Gran Canaria se llenaron de paraguas para resguardarse del diluvio que cayó en la Isla podría volver a repetirse.

Bajo una lluvia incesante también cayeron los goles del conjunto de García Pimienta, por partida doble, en un choque que sirvió para que los insulares dieran un golpe de autoridad en la categoría y se colocaran en lo más alto de la clasificación.

Enzo Loiodice abrió la lata con la pierna diestra en la primera parte, llegando desde segunda línea y recogiendo un pase de Jonathan Viera después de que desbordase desde el costado izquierdo a varios defensas.

El propio capitán sentenció el choque en el minuto 82 después de que también se metiera en el área con una cabalgada marca de la casa y el central nazarí Rubio le empujó por detrás para impedir su chut. Acto seguido desde el punto de penalti batió al ex amarillo Raúl Fernández.

El triunfo de la Unión Deportiva escoció en las entrañas del banquillo granadino, dirigido entonces por Aitor Karanka, que en un alarde de queja por tener que retrasar 24 horas el partido expresó en rueda de prensa: «Prácticamente no llovió, mucha gente estaba dando paseos por la playa. En Granada en algún momento así tuvimos que comprar palas y cubos para quitar toda la nieve para que se jugase».

Karanka debió obviar los 165 litros de lluvia por metro cuadrado que cayeron sobre Canarias y dejando un récord histórico en el mes de septiembre desde que se registran estos datos en los últimos 107 años.

Ahora, un año después lo que espera Las Palmas de Primera es que la lluvia que caiga el domingo en Siete Palmas sea de goles, que hace mucha falta.

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