Manacor-UD Las Palmas: Tres chispazos y adelante con la Copa (0-3)

Tres chispazos en una gran segunda parte permitió a la UD pasar en la Copa. No fue fácil, sobre todo porque el cuadro amarillo no entendió hasta después del descanso la manera en que debía reflejar su superioridad sobre el Manacor, muy bien plantado, lleno de entusiasmo y que desperdició dos ocasiones claras de gol en la primera mitad. Luego, con el paso de los minutos y la mejoría de Las Palmas, lo pagó con un 0-3 que llegó casi por inercia, con el equipo isleño a tope de revoluciones al mando de Moleiro, el gran revulsivo. Araujo abrió la lata pasada la hora de juego en una buen acción colectiva, el tinerfeño hizo el segundo con un buen tiro y Pau Ferrer, que debutaba, completó la faena al final en Na Capellera, el campo municipal que presentó un llenó y que contó con Rafa Nadal en el palco. Misión cumplida a ojos del mejor y a otra cosa.

En la rotación integral de García Pimienta quedó un equipo formado por Aarón, que debutaba, en la portería; Araujo, Herzog, Curbelo y Sinkgraven en la defensa; Mfulu, Loiodice y Yadam en el centro del campo; y Cristian Herrera, Sory Kaba y Benito en la delantera. El once, por tanto, contaba con dos jugadores del filial, pero con dos titulares habituales como Araujo y Loiodice, además de otros siete profesionales de Primera. Había, por tanto, mimbres suficientes como para solventar el partido por la vía rápida.

Fugaz fue la aparición de Rafa Nadal, la persona más ilustre del pueblo de Manacor, sobre el césped de Na Capellera. Sin megafonía que le anunciará y sin que nadie coreara su nombre, el mejor deportista español de la historia, cuya academia y museo se encuentran a unos cuantos minutos a pie del campo municipal, paso casi desapercibido. Seguramente él mismo lo planeó así. Vestido completamente de negro, con pantalón, camisa y chaqueta, y playeras blancas, entró desde el túnel de vestuarios, se dirigió al círculo central, golpeó el balón con el interior del pie izquierdo, saludó a ambos formaciones a una cierta distancia, hizo lo propio con la grada y se marchó. Todo muy rápido. Bastante tendrá con poder entrenar cada vez un poco más y estar listo para el inicio de la temporada en enero.

Rafa y sus tíos Toni y Miguel Ángel, exentrenador del tenista y exfutbolista del Mallorca, del Barcelona y de la selección española, respectivamente, se quedaron a ver el partido en el pequeño palco casi improvisado en el que también estaban Miguel Ángel Ramírez y sus asesores -así es como se describen sus cargos oficialmente- Juanito Rodríguez y Branko Milovanovic, entre otros. Los primeros habrán disfrutado con la primera parte del partido; los segundos, la habrán contemplado con cierta incredulidad.

Porque Las Palmas se fue al descanso sin haber tirado entre palos. Un intento lejano de Yadam, pintado muy bien por el técnico en la previa, y otro de Loiodice quedaron como los dos únicos disparos del equipo amarillo. No faltó actitud, pues nadie se escondió y todos corrieron e intentaron hacer su labor lo mejor posible, pero simplemente no hubo fútbol. Brillaron por su ausencia la calidad, la precisión y la verticalidad. Por contra, el Manacor, con sólo una cuarta parte de la posesión del balón y con conceptos tan sencillos como tener las líneas muy juntas, lanzarse a correr cuando recuperara la pelota y mandarlas en largo, gozó de dos ocasiones muy claras y de un tercer remate que llevó peligro.

La primera tuvo lugar en el minuto 23, cuando Chato encontró un hueco para progresar por la banda izquierda y poner un centro casi sin mirar a la llegada de varios compañeros por el centro, pero Curbelo se cruzó para evitar el remate de los atacantes y entre él y Aarón, que quedó tendido en el suelo por el choque, evitaron el tanto. Justo después, en el saque de esquina fue la fortuna la que lo impidió, porque el tiro de Sastre con la derecha en el rechace del córner el balón salió rozando el poste derecho del portero amarillo, que hizo la estatua.

Pasada la media hora tuvo lugar el disparo con la zurda de Yadam que se fue muy alto, preludio de otra acción vertiginosa del Manacor, esta vez por la derecha, que acabó en un centró bombeadísimo que remató Pareja con la cabeza en el segundo palo. Ganó el salto a Araujo, pero el testarazo murió en las manos de Aarón (39'). Las Palmas debía mejorar mucho su juego para ganar el partido y pasar de ronda. Ni uno sólo de los presentes en el campo destacó sobremanera, pero algunos como Benito y Cristian Herrera quedaron más retratados que otros.

García Pimienta trató de cambiar el rumbo del choque con la entrada de Moleiro por Yadam, que no tuvo el contexto adecuado para brillar. Jaume Mur, por su parte, sólo cambió al portero, que pudo decir que no tuvo que parar. Con la misma buena actitud entró la UD al campo, pero con algo más de nervio. Así, el Manacor apenas pudo pasar del centro del campo en los primeros compases, en los que Sory Kaba tuvo dos ocasiones para adelantar a los amarillos, la más clara, un cabezazo picado a la salida de un córner lanzado por Benito que se estrelló en el poste derecho de Elías; en la otra, otro remate de cabeza, esta vez a centro de Cristian Herrera, se marchó fuera.

La UD, por fin, había entendido que el camino hacia el triunfo estaba en hacer correr al Manacor, cuyo ímpetu menguó con el paso de los minutos. No así el de la grada, que se dejó el alma y la garganta en apoyo de los suyos. Mucho más vertical, con Sinkgraven y Araujo en permanentes subidas por las bandas, lo que generó muchas superioridades, y Moleiro al mando, Las Palmas era ya más temible.

El Manacor, que necesitaba un respiro, lo encontró a la media hora en un contraataque originado por una mala anticipación de Curbelo en el centro del campo que resolvió Herzog como más le gusta, con un cruce expeditivo, al suelo, duro. Riera, hermano del mítico Albert Riera del Mallorca, se lo tuvo que comer. Buena pinta tiene el central del filial, algo que ya demostró en la pretemporada y que muestra cada fin de semana en Tercera RFEF.

Las Palmas atacaba una y otra vez por las bandas hasta que por fin encontró el premio en una acción calcada a otras anteriores, sólo que en esta ocasión fue ejecutada con la precisión adecuada. Araujo, el mejor de la UD en Na Capellera, dobló a Cristian Herrera y este, que le había abierto el hueco, le brindó un pase en profundidad dentro del área que el mexicano convirtió en gol con un derechazo que se coló por alto. Una buena diana. Y el partido, por fin, cuesta abajo después de más de una hora de juego (63').

El técnico amarillo introdujo a Pau Ferrer por Sory Kaba y a Pejiño por Sinkgraves, lo que significó que Benito bajó al lateral y Crisitan Herrera pasó a la izquierda. Ambos estuvieron mucho mejor en la segunda parte, sobre todo el segundo, que en una buena jugada por la banda originó el segundo gol, de Moleiro, que recibió una dejada de Pau Ferrer antes de controlar y batir por bajó a Elías, a quien el tiro pilló a contrapié (76').

Con el partido resuelto, llegó el momento de Pau Ferrer. El pichichi del grupo canario de Tercera, con 11 tantos, acaba de fallar un mano a mano con el portero tras una gran acción de Moleiro por el centro, pero no perdonó cuando Cristian Herrera volvió a llegar a la línea de fondo por la izquierda y le puso un centro que convirtió en gol con un toque de primera con el interior del pie derecho (86'). Fue el tercer chispazo para seguir en la Copa..

Ficha técnica.-

(0) CE Manacor: Aarón (Elías, 46'); Marí, Vecina, Garí, Chato; Granados (Florit, 83'), Riad (Barber, 79'), Sastre; Riera, Nico Rubio (Llompart, 60') y Pareja (Salama, 83').

(3) UD Las Palmas: Aarón; Araujo (Palmero, 85'), Herzog (Iñaki, 89'), Curbelo, Sinkgraven (Pejiño, 63'); Mfulu, Loiodice, Yadam (Moleiro, 46'); Cristian Herrera, Sory Kaba (Pau Ferrer, 63') y Benito.

Goles: 0-1.- (68'): Araujo; 0-2.- (76'): Moleiro; 0-3.- (86'): Pau Ferrer.

Árbitro: Figueroa Vázquez (Comité Andaluz). Amonestó al local Riad. No hubo VAR.

Incidencias: partido correspondiente a la primera eliminatoria de la Copa del Rey, disputada en el campo municipal Na Capellera de Manacor ante unos 2.700 espectadores.

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