Quique Sánchez Flores y el 5-3-2 con el que amenaza a la UD

Mendilibar entrenó ocho jornadas, Diego Alonso otras tantas y el técnico hispalense reactivó al equipo en los nueve últimos partidos con 15 puntos

Pimienta lleva seis duelos sin ganar y alerta del juego aéreo del Sevilla

Sánchez Flores en Getafe

Sánchez Flores en Getafe / EFE

David Rodríguez

David Rodríguez

En el último año el banquillo del Sevilla se ha convertido en una auténtica silla eléctrica. En el plazo de 444 días desfiló entre la pasada temporada a la actual, Julen Lopetegui, Jorge Sampaoli, José Luis Mendilibar -que acabó el campeonato y con el título de la Europa League bajo el brazo-, Diego Alonso y Quique Sánchez Flores, quien ha conseguido darle al equipo andaluz cierta estabilidad y ayer lo quiso distinguir: «Con números no estamos tan mal a pesar de haber regalado un montón de partidos». Unos números que, a diferencia de su homólogo en la banqueta insular, no le están dando últimamente en un claro cambio de tendencia del resultadismo en el que se asentaba el plan competitivo de García Pimienta.

El aterrizaje de Quique al Sánchez Pizjuán conllevó lidiar con las turbulencias dejadas por el tramo que recorrió Diego Alonso, incapaz de vencer en ninguna de las ocho jornadas que dirigió al cuadro hispalense. Cinco empates y tres derrotas que concatenó Sánchez Flores con cuatro más en sus cinco primeros partidos dirigidos -se estrenó con una victoria-.

Con este panorama inicial, los más agoreros en el barrio de Nervión pudieron llegar a pensar que Víctor Orta volviera a crear un gasto adicional a Endesa activando de nuevo la silla eléctrica del banquillo hispalense, pero la paciencia del director deportivo dio sus frutos inmediatamente a partir de la jornada 22 en la que el Sevilla dejó atrás la racha de derrotas y encadena hasta la fecha 15 puntos en los últimos nueve partidos disputados, es decir, de 27 posibles.

Calma hacia el futuro

«Los números no son tan malos para un plan de rescate. Tenemos que diferenciar un plan de rescate y un plan de modelo de juego. No juzguemos mucho ni prejuzguemos lo que queda de temporada», indicó ayer en la previa Sánchez Flores sobre el estado en el que se encuentra el equipo antes de medirse mañana a Las Palmas (13.00 horas, Movistar LaLiga).

Resaltando Quique el «modelo de juego», desde que cogió la manija del equipo implantó el 5-3-2, con dos pivotes y un mediapunta, que le ha permitido coger distancia con la zona de descenso con la que coqueteaba hasta que empezó a puntuar desde la jornada 22 -permaneció a un punto del Cádiz, antepenúltimo, durante cuatro partidos-.

Ese sistema que ahora ejerce Quique con dos carrileros abiertos que ensanche el campo para intentar mandar centros al área -es el equipo que más ejecuta de la Primera con 26 de media- le ha traído serios problemas al equipo insular en las tres veces que se ha tenido que enfrentar contra diferentes equipos durante la Liga.

Primero fue contra el Mallorca en la jornada inaugural en el que sí en la primera parte la UD se gustó, en la segunda, con Darder saliendo del banquillo, a Las Palmas le costó mantener el empate a 1-1 y que concedió tras un remate de cabeza de Raíllo en un córner. Peligro que acechará mañana a los insulares igualmente y en especial en Sergio Ramos.

Sobrevivir al Celta

Cuestión parecida a la que puede enfrentarse mañana la UD es la que vivió contra el Celta (2-1), pues Douvikas anotó el primer gol gallego con una contra en el 66’ y Larsen había avisado ocho minutos antes en una situación parecida con un tiro al palo. Mañana será En-Nesyri e Isaac los encargados de lanzar esas contras como le ganaron al Rayo (1-2) y a la Real Sociedad (3-2).

Y ya la última vez que se enfrentó Las Palmas a los dos carrileros con línea defensiva de tres centrales fue contra el Atlético de Madrid en el que los cinco goles encajados le llegaron de todos los colores y motivado por una presión alta que también Quique ordena a sus jugadores.

«Desde la llegada de Quique -del que señaló que con él el equipo ya no es el que más centros hace de Primera- se ha visto ese cambio de rumbo que se ha notado más fuerte especialmente fuera de casa, por lo tanto tenemos que tenerlo en cuenta. Son un equipo muy sólido, con jugadores de calidad y que es capaz de jugar bien el balón, pero a la vez puede salir bien a al contra, estar juntitos. Tiene muy buen juego de balón parado, especialmente con Sergio Ramos», alertó ayer García Pimienta sobre lo que espera encontrarse mañana.

Además, el técnico de la UD, que sigue sin pronunciarse sobre los factores que le impiden saber si va a continuar la próxima temporada en la disciplina insular, no ocultó la mala racha de resultados que navega el equipo, aunque relativizó los resultados. «Llevamos seis partidos sin ganar. Hemos cometido errores puntuales que son bastante graves y los rivales no perdonan. Salvo el partido ante el Atlético de Madrid, en el resto hemos competido».