Adiós a la suciedad en tu plancha: el truco para dejarla como nueva por dentro y por fuera

La plancha siempre ha sido el compañero de todos nuestros hogares, transformando telas arrugadas en impecables y fabulosas telas. Este utensilio no solo cumple la función de planchar la ropa, sino que también puede representar un símbolo de orden y cuidado personal. A lo largo de los años, con la evolución en las nuevas tecnologías su diseño ha ido avanzando cada vez más, incluyendo nuevas características a cada uno de ellos.

Al paso del tiempo, las planchas suelen ensuciarse sobre todo por dentro. A menudo, el residuo que se puede ir acumulando en su interior puede convertirse en un obstáculo bastante molesto para conseguir dejar impecable todas tus prendas. Pero deja de preocuparte por ello, aquí tenemos tu solución simple y muy efectiva que podrá devolverte tu plancha reluciente y como nueva.

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¿Por qué se ensucian las planchas por dentro?

La suciedad de la plancha siempre suele surgir, en la mayoría de los casos por la cal, sobre todo en el caso de las planchas de vapor, debido a que el calor se termina evaporando la humedad y se terminan produciendo pequeñas piedrecitas o polvo de cal que acaba ensuciando los agujeros del aparato. También se puede ensuciar si tenemos algún despiste y nuestra ropa se quede pegada o quememos la base, sin embargo, estas manchas son más complicadas de eliminar.

Como limpiar la plancha por dentro y por fuera

Esto es tan simple que solamente necesitarás dos productos: bicarbonato y vinagre de limpieza. Para limpiar la plancha por fuera, tendrás que tenerla desenchufada, pero al mismo tiempo debe de estar caliente mientras la vayas a limpiar. Por una parte, deberás de echar en un bol vinagre de limpieza y bicarbonato y con ayuda de una brocha la pasamos por toda la suela de la plancha. Después con una toallita, aclara con abundante agua para eliminar todos los restos de vinagre y bicarbonato, y conseguirás que saque mucha suciedad.

Mientras que, por otra parte, para limpiarla por dentro deberás mezclar agua y bicarbonato, e introducirlos en el depósito, golpes fuertes de vapor para conseguir que salga toda la cal que hay por dentro. Finalmente con una bayeta de microfibra limpia bien la suela y podrás comprobar toda la suciedad que has conseguido eliminar, dejando tu plancha reluciente.