Historia de una debacle

Una decepción de aúpa. Tras caer a las primeras de cambio en la Copa del Rey de Málaga –en la prórroga frente al Valencia Basket–, segundo golpe al mentón para el Dreamland Gran Canaria de Jaka Lakovic. Nuevo KO técnico por la vía rápida en la Eurocup, donde esta temporada se presentaba el conjunto claretiano para defender la corona conquistada el pasado año. En la primera de las rondas eliminatorias, los octavos de final, a la lona.

Sorpresa se mire por donde se mire. Por el rival, un Besiktas turco con poco pedigrí en las competiciones continentales. Y por el escenario, un Arena donde el Granca saca siempre su mejor versión y donde el curso anterior se mostró inexpugnable y levantó el trofeo.

Pero lo peor de todo es que la escuadra amarilla se podía haber ahorrado este mal trago si hubiese rendido acorde a su potencial en la fase de grupos, sobre todo en la segunda vuelta. Y es que el descenso a los infiernos protagonizado por el Dreamland Gran Canaria deja mosca a muchos.

Octavos Final Eurocup: Dreamland Gran Canaria - Besiktas

Ver galería

Así lo atestiguan los números del equipo claretiano. Empezaba su andadura de forma magistral. Tras un balance de diez victorias consecutivas en el arranque, firmando una de las rachas de triunfos seguidos de la historia de la Eurocup, quién se iba a imaginar lo que vino después, incluso sabiendo que esto es deporte y todo puede ocurrir.

Primera vuelta

Pues bien, consumida una primera vuelta inmaculada, llegaba la desconexión. En las ocho última jornadas del grupo B, los de Lakovic solo acumularon dos resultados positivos. El liderato firme de los amarillos se iba diluyendo hasta encenderse la luz roja.

Llegada la penúltima fecha, una dura derrota en el Arena contra el Cluj rumano le dejaba tercero. Esta plaza condenaba a los insulares a jugar una eliminatoria de octavos de la que se salvaban solo los dos primeros, al entrar directamente en cuartos.

Pero es más, en la última jornada, el Granca dejó escapar de nuevo la opción de engancharse a la segunda posición. Dependía de lo que hiciera el Cluj en la pista del Lietkabelis y de ganar su duelo en el feudo del Buducnost. Esto último no sucedió y la derrota de los rumanos en Lituania no produjo cambios clasificatorios.

Así pues, el Dreamland Gran Canaria se veía abocado a sortear una eliminatoria de octavos, en principio asequible porque además tenía el factor cancha a su favor. Pero sucedió lo imprevisto. En el Arena, ante una afición que dejaba el pabellón antes de la conclusión de un duelo que iba igualado, la tragedia se barruntaba, como anteriormente pasaba con la visita del mencionado Cluj o del Turk Telekom Ankara, el finalista del curso anterior que también se despidió en los temidos octavos.

Solo dos del grupo B en cuartos

Y es que del grupo B, donde estaban tanto el campeón y el subcampeón de la edición anterior de la Eurocup, ninguno de los conjuntos que tuvo que disputar esta ronda la logró superar. Así, de las ocho escuadras de los emparejamientos de cuartos, seis disputaron la primera fase en el grupo A y dos, el JL Bourg y el Cluj, compartieron cartel con el Granca y se metieron de manera directa en la antepenúltima ronda.

La del miércoles se convirtió en la peor participación del conjunto claretiano en la Eurocup en las últimas siete temporadas, pues no había caído tan pronto en la segunda competición continental desde la campaña 2011-12, donde no superó la fase de grupos.

En la 2014-15 estuvo en la final; en la 2015-16 llegaba a semis; en la 2016-17 y 2017-18 se convertía en cuartofinalista; en la 2020-21 perdía en semifinales; en la 2021-22 cedía en cuartos; y en la 2022-23 conquistaba el título.

Suscríbete para seguir leyendo