Hablar de playas exóticas es referirse a algo extraordinario: el paraíso terrenal. Su enorme belleza te hacen sentir en un lugar único e increíble que tienes que visitar al menos una vez en la vida. Algunos de esos lugares irresistibles son las idílicas playas de Lanzarote y La Graciosa.

Aunque las playas exóticas suelen asociarse con arenales de aguas turquesas con palmeras y cocoteros, el exotismo en las dos islas más orientales de Canarias se traduce en la preciosidad que otorga la sencillez de playas de arena rubia o negra y charcos y piscinas bañados por las transparentes aguas del Océano Atlántico y sin prácticamente construcciones a su alrededor. Ejemplos de ello son las playas de Papagayo (Lanzarote), Las Conchas, Francesa y La Cocina (La Graciosa).