Sin salir del útero de su madre, Pablo González Domínguez ya es abonado de la Unión Deportiva Las Palmas. Sin ver la luz del mundo, lo que sí sabe Pablo desde el vientre de su madre es distinguir el amarillo de cualquier otro color. Y es que sus progenitores Josué González García y Miriam Domínguez Moreno, le han dejado como herencia genética el amor y la pasión por la UD. "Somos aficionados de siempre de la UD y el deseo tanto de su madre como el mío era abonarlo una vez que naciera", apunta el patriarca de la familia.

Gabriel Falcón, amigo de la pareja, ha sido clave. "Él tuvo la idea en un principio y fue quien decidió que se lo iba a regalar al crío antes de que naciera", apunta. Josué, empleado de ventas para una marca automovilística, vive por trabajo en Fuerteventura, pero no lo dudó. "Le facilité los datos a mi amigo, él fue y tramitó nuestros abonos para la próxima temporada", apunta.

Pablo, desde el vientre de su madre Miriam, ya ha visitado el Estadio de Gran Canaria. Lo hizo en una fecha que quedaría grabada en la memoria colectiva de la afición amarilla. "Teníamos la confianza de que el 22-J pudiéramos disfrutar los tres juntos del ascenso de la Unión Deportiva Las Palmas a Primera División", relata Josué. El objetivo: que cuando creciera pudiera decir orgulloso eso de "yo estuve ahí en el estadio" el día del retorno de la UD a la élite. El lamentable final de aquel partido no espantó el deseo de los padres de querer acercar a su todavía nonato al corazón de la UD.

Miriam Domínguez ya salió de cuentas hace tres días. Pablo, de momento, no se ha decidido a romper de una vez el cascarón.. A Pablo no sólo le esperan sus parientes . La gran familia de la afición de la UD también le aguarda.