El mar se tragó ayer la vida de Julián Y. S., de 40 años de edad, cuando practicaba pesca submarina en el litoral de La Santa, en el municipio lanzaroteño de Tinajo. Julián, que había venido hacía unos días a la isla procedente de Vigo donde residía para estar con su novia, decidió salir a pescar, en solitario, en contra de las recomendaciones de varios amigos que le habían informado del mal estado de la mar.

Sin embargo, pasadas las cinco de la tarde su novia Ana, que reside en La Santa, decidió alertar a la Policía Local de Tinajo al pasar ya varias horas y ver que Julián no aparecía. En ese momento, se organizó un dispositivo de búsqueda que contó con la participación del pequeño pesquero Macarena del Mar dedicado a la pesca de la gamba en La Santa.

En la búsqueda participaron también los efectivos de Protección Civil y Policía Local de Tinajo, así como miembros del Consorcio Insular de Emergencias.

Las primeras investigaciones apuntan a que el joven pudo haber sufrido algún tipo de desvanecimiento dado que la zona donde apareció el cuerpo no presenta cuevas ni grandes oquedades. Uno de los tripulantes del Macarena del Mar aseguró que el cuerpo estaba a unos cuatro metros de profundidad y en el momento del rescate la mar no estaba picada. Fue uno de sus amigos, Maxi, que iba en el barco, el que localizó el cuerpo en la zona conocida como El Roque. Tras avistarlo se tiró al mar para amarrar el cuerpo de Julián y subirlo hasta la cubierta. Maxi lloraba amargamente, roto por el dolor, en el muelle mientras la Guardia Civil realizaba el atestado.

Julián era un amante de los deportes naúticos, en especial del surf y un buen practicante de la pesca submarina. "Me dijo que iba a pescar una vieja para almorzar", señala otro de sus amigos quien incluso le advirtió que no era una buena idea por las corrientes que había en ese momento. Sin embargo, Julián se puso el traje de neopreno, las gafas, las aletas, el fúsil y desapareció bajo las aguas del norte de Lanzarote.

De marcha por Arrecife

Julián había salido de fiesta por Arrecife con su novia y el grupo de amigos de La Santa durante la noche del viernes, aunque aseguran que era un joven "muy sanote y no había bebido nada de alcohol".

Aunque en la actualidad residía en Vigo, Julián había estado viviendo durante algunos años en el pueblo pesquero de La Santa, donde era un chico bastante querido. Un pequeño pueblo que ayer se vio sobresaltado por el fallecimiento de este joven gallego. Decenas de personas se dieron cita en el varadero a la espera de la llegada del forense para el lavantamiento del cadáver.