Palco 37

Un consejo de Cruyff para Pimienta

El entrenador de la UD Las Palmas cumple los cien partidos con el equipo amarillo tras la sexta derrota consecutiva

Pimienta, en el estadio ante el Girona.

Pimienta, en el estadio ante el Girona. / José Pérez Curbelo

Fernando Canellada

Fernando Canellada

Cien partidos como entrenador de la UD Las Palmas de Xavi García Pimienta. Lejos de corearle, Xavi quédate, como hacen los socialistas con Pedro Sánchez, hay un insistente runrún de que algo se mueve bajo sus pies en el banquillo. De ahí que hoy, aunque ya después de su comparecencia pública, pero con vistas en la siguiente, se pueda recordar el consejo de Johan Cruyff a Jorge Valdano: «Vete a la rueda de prensa y mata a tu presidente. Invéntate un motivo, pero mátalo». Un asesinato mediático, entiéndase bien. El argentino, entonces entrenador del Real Madrid, salía por el túnel de vestuarios tras un empate con el Barça del holandés en Bernabéu y se le exigía una victoria. El cambio de entrenador blanco se precipitaba. Valdano escribe que carecía de imaginación para un asesinato periodístico y se moderó. Lo echaron del banquillo blanco poco después.

 El presidente de la UD ya ha sido víctima, como dijo en estas páginas, de una persecución y ha mostrado su resistencia, así que tal vez sea mejor descartar una refriega mediática con Miguel Ángel Ramírez. Cruyff utilizó otra ingeniosa fórmula para dar a entender su marcha un minuto antes de que lo echasen. Pimienta puede exigir en público 10 o 12 condiciones de fichajes y traspasos a Luis Helguera y a Ramírez para mejorar el equipo y rematar diciendo que, si no se cumplen se marcha. En fin, haga lo que haga el tiempo y los resultados juegan en su contra. Sexta derrota consecutiva. Y lo que te rondaré.

Mejor que el rival

Hay estilos de juego que solo se sostienen si eres mejor que el rival. El fútbol de Pimienta se sostiene por los artistas del pase; por el tacón de Sandro; el regate de Moleiro; la velocidad de Marvin Park y el talento bajo los palos de Valles; en definitiva, por el gran potencial de la plantilla.

 Nada tiene que ver este triste tramo de LaLiga con el ilusionante inicio. Es fútbol, repetía Sandro. Antes salía todo, entraban penaltis y los balones al larguero acababan en gol. Ahora es distinto. En la bajadita se piden cuentas. Al míster, primero; al vestuario, después.

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