Cuando se quieren revestir las paredes de la casa con papel pintado, además de preparar la superficie y planificar el trabajo, antes de colocar la primera tira, hay que encolar y enrollar el papel. Para ejecutar dicha tarea con garantías es conveniente atender a las siguientes instrucciones.

1. Rellenar el recipiente de encolar con agua a temperatura ambiente y, si el papel no es pre- encolado, añadir la cola en la proporción y forma indicada por el fabricante.

2. Enrollar la tira con la parte de atrás mirando al interior, empezando por la esquina de abajo. Poner la tira en el recipiente y, suavemente, presionar hacia abajo para quitar cualquier burbuja de aire posible.

3. Dejar el papel mojándose el tiempo recomendado por el fabricante para que absorba el adhesivo. Cuando ese tiempo haya transcurrido, es conveniente sostenerlo de las esquinas de arriba del papel y sacarlo recto, al menos 40 centímetros, para posteriormente enrollarlo en forma de zigzag, con las superficies juntas pero evitando aplastar los pliegues. Después se debe sacar un poco más el papel y enrollarlo en la otra dirección.

4. Si el papel no es pre-encolado, es recomendable aplicar cola primero sobre el papel, y después enrollarlo de la misma manera. Con respecto a la cantidad de cola a extender, uno mismo observará sobre la marcha lo que necesita. Lo único que se debe tener presente es que si se trata de un papel muy fino, hay que evitar poner mucha cola, ya que luego pueden aparecer burbujas al extenderlo sobre la pared.

Fórmulas para eliminar las burbujas

A la hora de empapelar una pared siempre existe el riesgo de que en la superficie se formen largos pliegues y burbujas, que impiden un acabado perfecto. Las burbujas pueden formarse cuando el papel no se ha encolado de manera uniforme antes de pegarlo a la pared, o bien cuando se ha aplicado en la pared antes de que se haya absorbido la cola por completo.

Existen dos maneras de corregir este desperfecto. La primera consiste en inyectar la cola de empapelar bajo el papel con la ayuda de una jeringuilla. Es conveniente esperar unos minutos para que el adhesivo penetre tras la tira, y luego presionar sobre la burbuja para eliminarla definitivamente.

La otra opción resulta un poco más complicada y requiere realizar un corte en forma de cruz sobre la burbuja. A continuación habrá que doblar los bordes hacia fuera, aplicar sobre ellos el adhesivo y volver a colocar las pestañas en su sitio. También será aconsejable apretar para asegurarse de que el papel definitivamente agarra.

Con la aplicación de una de estas dos fórmulas se habrá logrado eliminar las antiestéticas burbujas.

Saneamiento y desempapelado de paredes

A la hora de desempapelar la casa se evitará la aparición de desconchones si se humedece cada pieza de papel con agua caliente, agua y detergente o agua y vinagre, según lo agarrado que esté el papel a la pared. Se despegará a la altura del rodapié y se tirará suavemente de él hacia arriba, mientras todavía esté húmedo.

Si cuesta desempapelar determinadas partes de la tira que se está retirando, es aconsejable no forzarlo, sino dejar de tirar y volver a humedecer esta zona que se resiste. De lo contrario se desconcharía la pared o se quedarían con pequeños trozos de ésta adheridos al papel. Lo que conllevaría el uso de emplaste para repararla, y luego lijar toda la superficie.

Desempapelada la pared, aparte de los desconchones, se pueden encontrar desagradables sorpresas, como manchas de humedad y moho que eran menos visibles con el papel. Si se produce tal circunstancia, antes de ponerse a pintar o volver a empapelar, es recomendable sanear primero la pared. Si observa que las manchas de humedad o moho son muy grandes es aconsejable consultar la opinión de un profesional, ya que puede tratarse de un problema generalizado de humedad, el cual será conveniente solucionar antes de volver a empapelar o pintar la pared.

Por otro lado, el procedimiento más recomendable para deshacerse de los restos del empapelado de las paredes de la casa consiste en sumergir dichos restos en un balde de agua hasta conseguir que se ablanden. Después se escurrirá el papel. Y, al haberlo doblado y humedecido, este papel inservible ocupará menos espacio y será más fácil y cómodo tirarlo a la basura. Hay que tener en cuenta que este tipo de papel no es reciclable, por lo que es aconsejable no almacenarlo en los contenedores de papel.