Ofensiva legislativa para proteger la abeja negra canaria

La máxima protección de la abeja negra canaria, una especie autóctona única en el mundo, llega al Parlamento regional a través de una proposición no de ley (PNL) presentada por Sí Podemos. La mayoría de los apicultores de las Islas ven peligrar el futuro de esta raza autóctona, puesto que aunque Canarias se convirtió en 1984 en la primera región española, y una de las primeras en Europa, en establecer medidas para proteger oficialmente a esta especie local, solo está preservada el 44% de la cabaña apícola canaria, ya que no hay restricciones de ningún tipo a la importación de cualquier raza de abejas y de cualquier parte del mundo en las islas de Tenerife, La Gomera y El Hierro.

La entrada de especies foráneas ha sido la vía de la introducción de enfermedades desconocidas para la abeja negra canaria, entre ellas el ácaro varroa, que necesita para su control un fuerte y constante esfuerzo sanitario y desembolso de dinero en tratamientos para los apicultores.

Este ácaro fue introducido en Canarias a mediados de los 90 a través de la importación de razas foráneas en Tenerife, desde donde se extendió al resto de las islas. Además, la hibridación con abejas de fuera repercute no solo en la contaminación de la especie canaria, sino en la calidad y variedad de la miel, que ha obtenido múltiples reconocimientos internacionales, aunque con escasa comercialización exterior.

La hibridación conlleva la expansión de enfermedades '0como el ácaro varroa

Manuel Marrero, portavoz de Sí Podemos, que proviene de una familia con experiencia en el sector de la apicultura, tras reunirse con las asociaciones ha elevado esta propuesta al pleno del Parlamento canario del próximo miércoles, una iniciativa para que el Gobierno del Estado incluya a la abeja negra canaria en el Catálogo Nacional de Razas .Ademas, se reclama al Ejecutivo canario un control exhaustivo de las especies foráneas que impida la introducción de insectos y frene su expansión.

Asimismo, la iniciativa promueve impulsar la miel de Canarias, informar a los agricultores de las islas sobre qué productos fitosanitarios o qué medidas son las más adecuadas para proteger sus cultivos sin perjudicar a las abejas, así como habilitar espacios para apiarios y ,en colaboración con los cabildos insulares, contratar a los profesionales de veterinaria necesarios para que desarrollen los planes sanitarios los controles sobre las enfermedades y el asesoramiento sobre su tratamiento.

Asimismo, reclama una ventanilla electrónica para facilitar el acceso de los apicultores a las ayudas del Posei. También demanda que se realicen todas las acciones precisas para la modernización del sector apícola, entre otras: salas de extracción, contratos de polinización, sistemas de vigilancia ante el robo de colmenas, e impulsar as actividades formativas.

La importación de reinas está permitida en las islas de Tenerife, La Gomera y El Hierro

La iniciativa legislativa está teniendo un amplio apoyo de la comunidad científica y el sector apícola nacional e internacional donde también se apuesta por proteger sus razas autóctonas evitando la introducción de especies foráneas. En Álava, Aragón, Asturias, Navarra, Baleares, Galicia o Cataluña se plantea la protección del patrimonio genético de la abeja negra de sus territorios.  Ademas la comunidad científica de Irlanda, Italia, Suecia, Noruega,Grecia, Bélgica celebran que en Canarias se tomen medidas para proteger esta raza canaria.

1.200 apicultores

En Canarias hay 1.200 apicultores que en conjunto mantienen 35.000 colmenas y muy pocos de ellos son profesionales. Es una ganadería de pequeña y mediana escala que en su mayoría supone un complemento a la renta familiar y que estaría en peligro de no mediar las ayuda públicas. La miel producida en Canarias está unida a dos hechos insoslayables: una rica y variada flora canaria con una elevada cantidad de especies autóctonas, de las cuales muchas son endémicas, que proporcionan un néctar y polen exclusivos a las néctar de las Islas y le han proporcionado premios internacionales y una raza de abeja local adaptada al clima y flora canarios.

La iniciativa de Sí Podemos Canarias pide que se incluya en el Catálogo Nacional de Razas

La abeja canaria tiene un color negro característico y goza de un carácter muy manso. Sin ser estas características se distingue también por su rusticidad, capacidad de criar en cualquier época del año, altos hábitos higiénicos, ser poco dada al pillaje o a la enjambrazón.

La hibridación interfiere en el comportamiento de las colonias, haciéndolas erráticas y genera colonias agresivas, en contraste a la mansedumbre de la raza local.

Algunas de las razas importadas y sus híbridos tienen un alto comportamiento de pillaje, esto es, se introducen en colmenas más débiles para robarles sus reservas, llegando a debilitarlas al punto de ponerlas en peligro de supervivencia. Además, la hibridación, al producirse de manera natural en los vuelos de fecundación de las abejas reina está fuera del control de los apicultores. Para quienes defienden la abeja negra canaria es un acto abusivo y no democrático de quienes importan abejas foráneas, "en las islas un irrelevante porcentaje estadístico", y que imponen la hibridación a la mayoría de los apicultores que no desean tener razas distintas a la local, indica Antonio Quesada, licenciado en biología y vocal de la asociacion Apigranca.

Apigranca y Crianca esperan que salga adelante la iniciativa para evitar las importaciones

Juan Morales, presidente de la Asociación de Abeja Negra de Canarias-Crianca, censura que apicultores en Tenerife estén importando abejas que pueden poner en peligro un patrimonio genético único en el mundo y, por ello, espera que la PNL salga adelante el miércoles y que el Gobierno estatal y canario cumplan lo que el Parlamento les demanda.

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