Déficit habitacional | Un informe muestra la dimensión de la problemática

Fracaso del plan de viviendas vacías de Canarias: solo una fue puesta en alquiler social

Los dueños de casas sin uso apenas ofrecieron 85 pisos y la mayoría estaban en malas condiciones

La Diputación del Común revela la «falta de efectividad» de los incentivos a los propietarios

El proyecto para entregar a las familias inmuebles que estaban desocupados solo ejecutó el 20,5% de su presupuesto

Un bloque de viviendas en construcción en Gran Canaria.

Un bloque de viviendas en construcción en Gran Canaria. / Andrés Cruz

Clara Morell

Clara Morell

El alto porcentaje de viviendas vacías en Canarias contrasta con el tensionado estado en el que se encuentra el mercado del alquiler. En 2021, el Instituto Nacional de Estadística (INE) apuntaba que 211.331 viviendas permanecían desocupadas en el Archipiélago –lo que supone una proporción de 9,7 casas deshabitadas por cada 100 habitantes–. Por si esto fuera poco, el Informe de la Situación de la Vivienda en Canarias publicado este viernes por la Diputación del Común ha sacado a la luz que, tras un llamamiento del Gobierno canario a los propietarios, apenas una vivienda que se encontraba sin uso acabó siendo puesta a disposición de una familia mediante alquiler social. Dada esta «falta de efectividad» del Programa de Vivienda Vacía, la Diputación urge al Ejecutivo a analizar por qué los propietarios no quieren ofertar sus casas pese a sus incentivos.

La iniciativa del Gobierno regional para captar casas vacías y entregarlas en alquiler a precios asequibles se activó en mayo de 2022. La Administración pública estableció compensaciones a los propietarios que optaran por inscribir sus casas en la bolsa, como ayudas económicas para la puesta en arriendo, seguro multirriesgo para el inmueble y mobiliario, seguro en caso de impago de cuotas e incluso una ayuda para rehabilitar la vivienda. Sin embargo, estos incentivos no fueron del todo atractivos a juzgar por la respuesta a la convocatoria y, hasta julio de 2023, el programa solo recibió la solicitud de inclusión de 85 pisos

De los 85 inmuebles puestos a disposición de la Administración de forma inicial, 84 fueron desestimados por distintos motivos, principalmente por el desistimiento de los propietarios (29) y el mal estado en el que se encontraban muchas de las viviendas (22). Es decir, solo una de las viviendas ofrecidas pudo ponerse finalmente en manos de una familia que la necesitaba, lo que resulta frustrante si se compara con la alta demanda que existe: 2.153 personas han solicitado un techo a través del alquiler social.  

El proyecto para entregar a las familias casas vacías solo ejecutó el 20,5% de su presupuesto

La baja ejecución de su presupuesto es otro de los aspectos que evidencia el fracaso del Programa de Vivienda Vacía. Estaba planificada una inversión de 912.390 euros hasta el año 2022, sin embargo, apenas se han ejecutado 187.386 euros, un 20,5% de lo previsto. Es explicable que, con la mala acogida que tuvieron los incentivos a los propietarios, el Instituto Canario de la Vivienda no haya invertido los recursos de los que disponía para la rehabilitación de viviendas y otros fines. 

Para subsanar las deficiencias del programa, la Diputación del Común ha instado al Gobierno de Canarias a estudiar cuáles han sido las razones que han llevado a los propietarios de viviendas vacías a no ofertar sus pisos en la bolsa de alquiler social y, en base a las conclusiones, articular mecanismos de compensación, que podrían ser –por ejemplo– el pago de la diferencia con el precio de mercado a través de incentivos fiscales o exenciones de impuestos.

Un bloque de viviendas en construcción en Gran Canaria.

Un bloque de viviendas en construcción en Gran Canaria. / Andrés Cruz

Y es que Canarias se encuentra a la cabeza de España en los datos referentes a vivienda vacía, un reto que la Diputación urge a afrontar. Santa Cruz de Tenerife es la ciudad que mayor porcentaje de inmuebles desocupados tiene en su parque de vivienda (17,3%), mientras que Las Palmas de Gran Canaria se encuentra en cuarta posición (14,3%). Si se observa la situación en que se encuentran las localidades, también es una canaria la que ocupa la primera posición: Tías, en Lanzarote, tiene el 48% de sus casas vacías.

Por otro lado, los altos precios de los alquileres traen de cabeza a la población isleña. Alquilar un piso fue en agosto de 2023 un 18% más caro que en el mismo mes del año anterior y el precio del metro cuadrado se sitúa ya en 12,8 euros, según se extrae del Índice Inmobiliario elaborado por el portal Fotocasa. Ante el déficit habitacional, surge la picaresca. Este periódico se hacía eco a mediados de septiembre de la puesta en alquiler de lo que se conoce como un cuarto de aperos, una habitación independiente construida en una finca que sirve para guardar las herramientas de trabajo utilizadas en el campo y que puede medir en torno a 25 metros cuadrados. Esta infravivienda se ofertaba por 270 euros al mes a través del portal Idealista y se ubicaba en el municipio tinerfeño de Güímar.

A lo largo de los últimos años, distintas asociaciones han elevado la voz en Canarias para reivindicar que se garantice el derecho a un techo digno

En cuanto a cómo incide el empuje del alquiler vacacional en la escasez de opciones disponibles en el mercado tradicional, desde la Diputación señalan que esta modalidad afecta «de manera global a islas como Lanzarote y Fuerteventura», donde reduce «drásticamente» la posibilidad de comprar una casa. Esto, además, ayuda a mantener al alza el precio de venta de la vivienda. Una idea que no comparten desde la Asociación Canaria del Alquiler Vacacional, quienes señalan que a fecha de agosto de 2023, y según la página de Transparencia del Gobierno de Canarias, se encontraban registrados 45.659 pisos turísticos, lo que representa el 4.19% del parque total de viviendas de las Islas. «Resulta obvio que un porcentaje tan pequeño no tiene los efectos tan perniciosos e influyentes que se le atribuyen», sentencian.  

A lo largo de los últimos años, distintas asociaciones han elevado la voz en Canarias para reivindicar que se garantice el derecho a un techo digno. Una de esas entidades es Provivienda, que ha hecho entrega a la Diputación de 23 medidas con las que intentar paliar la escasez habitacional. Entre sus propuestas se incluye el aumento progresivo del parque de vivienda en alquiler social hasta llegar, al menos, al 10% –Canarias se encuentra actualmente en un uno por ciento de casas públicas destinadas a tal fin–. El impulso de instrumentos legales para las familias que afrontan desahucios y la creación de un parque de vivienda como medida de emergencia en núcleos con menores a cargo son otras de sus propuestas.

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Desahucios y ayudas

Motivos de quejas

  • La vivienda –especialmente los desahucios y los retrasos en las ayudas al alquiler– es uno de los principales motivos de las quejas que llegan a la Diputación del Común, solo por detrás de las instancias de parte referidas a las áreas de dependencia y discapacidad. En 2022 la vivienda fue motivo de 112 quejas.

Viviendas protegidas

Apenas un centenar

  • El número total de unidades familiares a las que se les ha asignado una vivienda protegida desde el año 2000 hasta el 2022 fue de 112. Por el contrario, a fecha de julio de 2023, 25.159 personas siguen inscritas en el registro de demandantes y esperando a que se les entregue una vivienda protegida.

Plan urbanístico

Sin suelo disponible

  • La Diputación del Común consultó a los ayuntamientos de Canarias en su último informe si disponían de suelo para la construcción de vivienda protegida, a lo que un 78,8% de las administraciones locales contestó de forma negativa. La causa de esta carencia de suelo se debe a la obsolescencia de los planeamientos, ya que el 70% son anteriores al año 2008.

Sinhogarismo

Un problema al alza

  • La última encuesta sobre personas sin hogar, que fue publicada por el INE en 2022, destaca que se ha producido un aumento del sinhogarismo del 24,5% en la última década en España. En Canarias, según estos datos, hay 51 personas por cada 100.000 habitantes que no disponen de un techo. También se apunta que la brecha de género se plasma en el sinhogarismo, pues las mujeres que viven en la calle sufren mayor violencia. Además, el 20,5% tiene discapacidad.

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