Irregularidades en la gestión del covid

Sanitary Traders tardó casi un año en cumplir un contrato de emergencia

El administrador mantiene que la factura que presentó al SCS no es falsa a pesar de que se emitió un día antes de que la sociedad se constituyera ante notario

Personal sanitario en un hospital del Archipiélago.

Personal sanitario en un hospital del Archipiélago. / Andrés Gutiérrez Taberne

Central de Sanitary Traders Spain SL, la empresa que durante el estado de alarma formalizó con el Servicio Canario de Salud (SCS) la compra de material sanitario antes de inscribirse ante notario, tardó once meses en entregar a la administración canaria el pedido completo de mascarillas y batas que se concretó el 20 de abril de 2020 por un valor total de 1,3 millones de euros. La última entrega de material, un paquete de 90.400 batas impermeables valoradas en 537.880 euros, no llegó al Archipiélago hasta marzo de 2021, pese a que el acuerdo se formalizó con un expediente de emergencia para hacer frente a la crisis sanitaria.

El 41% del pedido se retrasó, según explicaciones de la empresa, por «enormes dificultades» en la cadena logística por la paralización del transporte aéreo y el alza en los fletes. Alegaciones que aportó el administrador único de la sociedad, Diego Luis Cruz de Mercadal en marzo de 2021, y que el Servicio Canario de Salud aceptó. El resto de la carga llegó a cuenta gotas en cuatro pedidos distribuidos desde agosto hasta noviembre de 2020.

Los documentos en los que se registran estos movimientos están en manos de la Fiscalía Especial Contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada que investiga el caso Koldo, al ser una de las empresas con las que negoció el Gobierno de Canarias presidido por Ángel Víctor Torres durante la pandemia. Las dudas recaen ahora en Central de Sanitary Traders Spain por haber presentado una factura al SCS con fecha 20 de abril de 2020 cuando ni siquiera aparecía inscrita ante notario. Aquí puedes encontrar más información sobre la facturación al SCS por Central de Sanitary Traders Spain SL.

Factura emitida el 20 de abril de 2020.

Factura emitida el 20 de abril de 2020. / STS

Fechas

El Registro Mercantil de Las Palmas de Gran Canaria refleja que fue un día después, el 21 de abril de 2020, cuando la escritura se formalizó. Paso necesario para disponer de un número de identificación fiscal (NIF/CIF), auque este ya aparece en la primera factura del día 20. Además, la Agencia Tributaria suele tardar un día en otorgar a las empresas inscritas ante notario la identificación numérica.

Este baile de fechas entre documentos demuestra que se trata de una factura falsa, aunque el administrador único lo niega. «El presupuesto tiene fecha 20 de abril, pero ya aparece el CIF y todos los datos de la empresa porque estaba creada desde mucho antes», explicó este martes Cruz de Mercadal, quien culpó a la pandemia y al confinamiento de la dificultad para «conseguir el acta en el Registro Mercantil».

Con acta o sin ella, la escritura en el notario es un paso indispensable para operar como empresa y formalizar acuerdos con las administraciones y en este caso la fecha es clara: 21 de abril de 2020. Un día después de la factura que incluye el SCS en sus documentos oficiales. Aún así, el administrador insistió este martes en defender la legalidad del proceso. «Estábamos confinados y todo estaba cerrado, los notarios, el Registro... todo. La empresa estaba constituida, teníamos incluso CIF. ¿Cómo, si no, íbamos a poder hacer un presupuesto? Fue el Registro el que se demoró en inscribirla. Eso fue lo que pasó».

Escritura notarial 21 de abril de 2020.

Escritura notarial 21 de abril de 2020. / IGM

Dudas

A las dudas sobre la factura se une el hecho de que Cruz de Mercadal no controla con exactitud las fechas y los documentos que verificarían que la entidad se constituyó antes. «Toda la documentación la tenía uno de los socios que ya falleció y yo no tengo acceso a eso», explicó al ser preguntado por el día exacto en el que se gestó la compañía.

El administrador de Central de Sanitary Traders Spain quiere alejarse de los perfiles de empresarios presuntamente corruptos que han aflorado durante las últimas semanas. «Yo no soy Koldo, no hubo facturas falsas y el material era de la mejor calidad», se lamentaba este martes.

Cruz de Mercadal defiende que fue él mismo el que contactó con el Gobierno autonómico cuando estalló la pandemia para ofrecer sus «más de 30 años de experiencia en el sector textil» y sus «amplios contactos en el mercado asiático». El empresario cuenta con más de una decena de sociedades relacionadas con actividades diferentes como la fabricación e importación desde China de sábanas, toallas y otro tipo de lencería para hoteles y hospitales. Según sus palabras, hizo «todo lo posible» para que el pedido llegara en «tiempo y forma», pero lo cierto es que la rapidez y emergencia que imperaron a la hora de constituir la sociedad en abril de 2020 no se trasladaron a los tiempos de llegada del material.

Última factura emitida por Central de Sanitary Traders Spain dirigidal al Servicio Canario de Salud.

Última factura emitida por Central de Sanitary Traders Spain dirigidal al Servicio Canario de Salud. / CST

Aclaraciones

La compra de 133.300 mascarillas quirúrgicas, 133.300 mascarillas FFP2 y 133.300 batas impermeables y antibacterias llegó en cinco paquetes. Y una parte del pedido de las batas, valorado en 537.880 euros, tardó casi un año en llegar.

La Dirección General de Recursos Económicos se puso en contacto con el administrador único a través de un escrito fechado el 19 de marzo de 2021 en el que se solicitaba una aclaración sobre el pedido pendiente de entrega para poder aceptar la mercancía y proceder a los trámites de pago. Se trataba de 90.400 batas que faltaban.

Solo tres días más tarde, Cruz de Mercadal contestó al Servicio Canario de Salud con un escrito en el que explicaba los motivos que habían provocado la dilatación en la entrega. Toda la mercancía partió de China haciendo escala en Estambul y Barcelona antes de llegar a Canarias. «La parte final del pedido se demoró por una razón insuperable de última hora y es que debido a la gran demanda internacional de transporte y en relación con el peso y medidas que transportábamos, hicieron que nos modificaran las condiciones que habíamos contratado lo que hizo que lo enviáramos por vía marítima», manifiesta el escrito de alegaciones.

Aceptación por el SCS de la entrega de las batas impermeables.

Aceptación por el SCS de la entrega de las batas impermeables. / CST

Lluvia

El administrador de la entidad también aludió a un incidente con lluvia en Barcelona que provocó tener que desechar unas 100 batas del pedido que se habían mojado. «No utilizamos el avión que puso a disposición el Gobierno de Canarias y adelanté todo el dinero de la operación», aclaró Cruz de Mercadal. Los documentos del Servicio Canario de Salud indican que finalmente fue el 26 de marzo cuando la compañía emitió la última factura en la que no aparecen 100 batas que la entidad regaló a la administración canaria por la demora.

La empresa Central de Sanitary Traders Spain se disolvió poco después de haber cumplido con la entrega del material sanitario acordado en el único contrato que estableció la sociedad con el SCS en abril de 2020. El administrador único tampoco se acuerda de la fecha exacta de la disolución, pero asegura que se produjo hace más de dos años. «Una vez falleció uno de mis socios decidí dar de baja a la sociedad porque yo no tenía ganas de más problemas y de estar luchando con todo esto», reconoció. A pesar de ser su único acuerdo para la compra de material sanitario, Cruz de Mercadal, aseguró que «ofertas» no le faltaron. «Tenía buenos contactos para conseguir guantes y gorros, pero preferí no meterme en eso».

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