Hoy es el día favorito de los aficionados al XVII Festival de Cine de Las Palmas. Y es que la sección La noche más freak, tan querida por los espectadores, se celebra a partir de las 23.15 horas en el teatro Pérez Galdós con muchos alicientes para que sea la más interesante de todas. Por un lado, la solemne arquitectura del coliseo grancanario servirá para disfrutar mejor de las realizaciones. Y, por otro, el programa elegido es realmente fantástico.

Así lo reconoce el organizador del evento, el crítico cinematográfico, Jesús Palacios, que mantiene una línea de contrastes que va del puro terror al humor negro, pasando por el thriller, el fantástico, etc.

Sea como fuera, se trata de tres largometrajes y cuatro cortos, dos de ellos de animación. El propio Palacios explica las peculiaridades de cada uno. Empezando por los largometrajes, el primero, Córki dancingu / The Lure, es el debut de la joven realizadora polaca Agnieszka Smoczynska, que presenta un musical protagonizado por sirenas caníbales que se mueven en la noche de la Varsovia de finales de los ochenta todavía con la sombra comunista proyectándose sobre la ciudad y que mezcla el romanticismo con el terror. Palacios señala que es "una mezcla imposible de repetir" ya que es un estilo muy particular, que no es una película de horror ni una comedia. "Realmente es una comedia negra grotesca, con elementos de horror, pero también ironía y crítica social. Hay un elemento fuerte de romanticismo poético, muy característicos de los países del este que le da un elemento onírico" y que representa bien el cine de esos países.

El segundo, Raman Raghav 2.0 / Psycho Raman, del director hindú Anurag Kashyap, es una película policía inspirada en hechos reales. "Es el filme más asequible de todo el programa", aclara. "Es un thriller violento que trata sobre una relación psicológica entre un psicópata y quien le persigue con un talante perverso. Y eso en la atmósfera del Bombay actual que le da un corte social, de cotidianidad, e incluso de mostrar bien la realidad del país". Realmente, la película se inspira en una asesino en serie de los años 60 en Bombay, pero que Kashyap lo trae al siglo XXI, y que resulta mucho más violento y visceral que el cine de Hollywood.

Finalmente, el último de los largometrajes es la película estadounidense The Eyes of my Mother, de Nicolas Pesce, que fue rodada íntegramente en Portugal y que se encuadra en el horror más clásico de los tres títulos, sobre la relación de una cirujana y su hija. "Es una película independiente", aclara el experto. "Filmada en una blanco y negro elegante y atmosférico, que parte también de una situación enigmática que podría ser un drama realista y va derivando cada vez más al horror con unas connotaciones oníricas". Para Palacios ha sido una de la realizaciones más valoradas en los festivales de este año. "Los personajes plantean una situación escueta que podría dar para un drama psicológico realista, pero que el director la lleva por otro camino más angustioso, y que combina el terror psicológico con un ambiente perturbador".

En lo que respecta a los cortos, el primero que se proyectará será la española Hileta / Funeral, de Kepa Sojo. "Es una realización de un cineasta que siempre va hacia el humor negro y la comedia absurda, pero que aquí ha hecho un homenaje al director Carl Dreyer y a su película Ordet, por lo que el estilo evoca la forma de narrar del cineasta danés, su sobriedad, tono atormentado y religioso, aunque con un giro al final que ha hecho que Dreyer ponga el grito en el cielo", añade entre risas Palacios.

El segundo corto, La siesta del ángel, también es de nacionalidad española y lo firma Jimina Sabadú. "Es una pieza de humor negro, que juega mucho con las convenciones del cine independiente a la española", aclara. "Una obra que se plantea como una comedia romántica con un toque casi almodovariano, pero que acaba en una dirección más siniestra, con su impacto final y humor negro", añade el coordinador del ciclo.

Finalmente, en lo que respecta a los cortos de animación también se incluyen dos sorpresas muy interesantes. La primera, Juliette, de la belga Lora D'Addazio, se sustenta además en el humor negro, pero se basa "en el contraste del estilo ingenuo de la película con la crueldad de lo que cuenta y los elementos de gore y brutalidad". Palacios destaca que la directora es "uno de los grandes talentos del nuevo cine de animación europeos".

El segundo corto de animación, Decorado, del español Alberto Vázquez, autor de la premiada Psiconauta, fue también ganadora de un Goya. "Me parece uno de los mejores cortos que he visto", aclara. "Es muy sofisticada, impactante, divertido y oscuro, y que demuestra que la animación con un medio en el que se pueden hacer cosas muy vanguardistas y que como en este caso no es muy recomendada para el público infantil".

Para Palacios las grandes aportaciones al cine de terror proceden en estos momentos de la cinematografía asiática, de los países del este y de Francia. Con respecto a este último país señala que desde 2000 nos ha dado muchos títulos de horror de calidad como Crudo, Alta tensión, Martyr, Al interior, Frontier o Ellos. Para Palacios "el cine francobelga está marcando tendencia", y el de los países del este tiene "una manera de abordar el género muy propia de su cultura". Por otro lado, hay un terror de Hollywood, formado por los Expediente Warren o Insidius, que son entretenidas, pero poco excitantes y se limitan a repetir fórmulas.

En cuanto a las serie de terror, el experto aclara que "no soy seriófilos, prefiero la cinefilia y cinefagia", aunque "creo que hay títulos interesantes y potentes que no son tan estrictamente de terror como American Horror History o Stranger Things. "El problema es que la propia naturaleza de la narrativa televisiva acaba llevándola por otros derroteros y acaba siendo un poco culebrón", aunque al final solo destaca las miniserie de tres episodios como Dark Mirror.

Sobre la cinemtografía de terror española actual, Palacios reconoce que vive horas bajas. "Hubo un esplendor a finales de los ochenta hasta principios de 2000, en donde existía casi una industria con Filmax y Fantastic Factory, y directores interesantes", aclara. "Pero ahora un declive y la industria está volcada en el policiaco".

Sobre el otro ciclo que también coordina Jesús Palacios, dentro del propio Festival de Cine, y que lleva el título de No future: la nueva ciencia ficción, el coordinador aclara que algunas podrían haber estado en La Noche más Freak, y que tras dedicar el año pasado un ciclo al neowestern, "quisimos abrir una ventana al cine clásico, pero de forma nada clásica, y exponer cómo es el género en pleno siglo XXI".

Para Palacios se trata de "mostrar que aún se puede hacer real ciencia ficción con largometrajes que son innovadores. De este modo, Arès, de Jean-Patrick Benes, Palacios la define como cine de género francés actual. La película muestra como una población desesperada ante el paro y las desigualdades se refugia en la televisión y las retransmisiones de un deporte violentos. "Es una distopía oscura, como V de Vendetta, con una baja producción que pero que te llega mejor el lenguaje, y no necesariamente el happy end".

En cuanto a Cosmodrama, de Philippe Fernández, presenta a los siete ocupantes de una nave espacial tratando de explicare su propia existencia, que está como suspendida más allá del tiempo. "Es un homenaje a las películas de los 60 o 70 espacial como Solaris o Una odisea del espacio, con un gran contenido filosófico", añade.

Pero, por encima de todo, el coordinador destaca High rise, de Ben Wheatl, que presenta un lujoso rascacielos en las afueras de Londres que se convierte en el campo de batalla en el que se escenifica la eterna lucha de clases con resultados caóticos. "Es uno de los directores más interesantes que hay actualmente", afirma. "Es una visión distópica en los años 60, un retrofuturismo que supone una adaptación fiel de la novela de J.G. Ballard, pero muy peculiar, al estilo de Ken Russel". They Call Me Jeeg / Lo chiamavano jeeg robot, de Gabriele Mainetti, trata sobre la odisea de Enzo Ceccotti, el cual, tras huir de la policía, salta al río Tíber y cae accidentalmente sobre un barril de residuos radiactivos que, por supuesto, le otorgan superpoderes. "Es el primer superhéroe neorrealista", aclara el experto. "Un personaje abandonado con superpoderes". Otra sorpresa es The Visit, de Michael Madsen, que narra el encuentro con una civilización extraterrestre a través del falso documental, "y explica cómo reaccionarían las fuerzas vivas ante una llegada extraterrestre". Y, finalmente, Slash, de Clay Liford que aborda la ciencia ficción on line. "Todo ocurre al hilo de un chico joven en la adolescencia que escribe par él sus propias historias", señala.