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En la imagen de archivo, la librería Canaima a principios de 2021.

Literatura

El Día del Libro: Un refugio para soñar literatura

Sinopsis, El Rincón del Lector, Re-Read y Canaima reciben a los clientes con buenas previsiones de venta en el sector | La ausencia de mascarillas marca la jornada festiva

El Día del Libro está redondeado, subrayado y hasta puesto en fosforito para los amantes de ese objeto que tantas historias aguarda en su interior. Después de dos años en los que los índices de lectura se han mantenido y, también, aumentado, las librerías de la capital grancanaria celebran el reencuentro con las sonrisas de sus lectores. Canaima, Re-Read, Sinopsis y El Rincón del Lector suman esfuerzos por seguir.

Reencuentros y celebraciones, palabras y diálogos, letras que brillan en las páginas, ese es el espíritu del Día del Libro que inunda a la capital grancanaria este sábado 23 de abril. Una jornada para intercambiar las impresiones de las viejas lecturas y las ilusiones que despiertan los descubrimientos, como un amor radiografiado entre dobleces de esquinas para retomar la lectura después de abandonar por un momento esos mundos que se abren en la imaginación. Esta es la primera cita sin mascarillas, que ya servirán como marcapáginas, en la que los rostros olisquearán entre las estanterías de las librerías de Canaima, Sinopsis, Re-Read o El Rincón del Lector buscando ávidos nuevos rumbos por los que transitar, entre tantas otras que mantienen el pulso lector de la Isla.  

La pandemia ha truncado negocios, esperanzas y vidas, pero, dentro del horror de la penumbra de las habitaciones ha habido una especie de silencio apaciguador: el susurro de las páginas al desplazarse entre los dedos. Aunque hay un dicho que perjura que el hábito no hace al monje, la lectura requiere de un tiempo y espacio que, difícilmente, los ritmos dados por la rutina que tropieza entre el trabajo y las ocupaciones diarias permiten.

Por ello, la pandemia logró dar un salvoconducto al parar las manecillas del terror, es decir, el reloj, y los libros se convirtieron en la mejor compañía para transitar por ese salto inusual al vacío de la quietud. La sensación está corroborada por las estadísticas de la Federación de Gremios de Editores de España en la encuesta Hábitos de Lectura y Compra de Libros, en la cual se notifica que desde el 2020 hay un aumento progresivo que alcanza al 64,4% de la población que lee en su tiempo libre, un 6,5% más en la última década. 

Lo físico y lo virtual

El incremento del índice de lectura se traslada a las librerías canarias y Javier Guerra, fundador de Sinopsis en 2012, destaca el «reavivamiento» del sector que parece indicar una buena jornada para las ventas, aun habiendo disfrutado de un ritmo mantenido durante este período tan infructuoso para otro tipo de servicios. 

Dentro de Canaima, que cumple 45 años, estará Antonio Rivero, quien echaba de menos las sonrisas de sus clientes, y señala dos razones fundamentales para el mantenimiento de sus negocios a pesar de estos dos años: «La gente sigue teniendo más tiempo para leer al no recuperar del todo la vida callejera o los viajes y otro motivo es que nos hemos dado cuenta del valor de la tiendita de al lado de casa, es decir, del valor del comercio local». Por su parte, Carlota Iannone cumple un lustro al frente de la marca de segunda mano Re-Read, se acuerda con asombro del momento en que su pareja la envalentonó a tal desafío y, haciendo oídos sordos a los que auguran un futuro desesperanzador, hará una especie de mercadillo en la acera en el que repartirá flores para aquellas personas que celebren con ellos este sábado lleno de música porque tiene la certeza de que «desde el primer día somos una librería de barrio». 

Dejaba cajas con libros por las calles para que se acercaran a recogerlos al mismo tiempo que los pedidos se multiplicaban en las bases de datos de todas las librerías. Ahora, con ese sentimiento hay un matiz más: «El reciclaje ha llegado a los libros y vemos que las cosas de segunda mano funcionan y la gente está un poquito más atenta a esto». Ella y César Díaz, dirigiendo El Rincón del Lector desde hace más de dos décadas, dan una nueva oportunidad a los tomos que se quedan en El Cementerio de los Libros Olvidados del fallecido Carlos Ruiz Zafón.    

Al margen de las pantallas, los libreros apuestan por potenciar «la cantera juvenil», a pesar de que Canarias sea la penúltima comunidad autónoma con menor índice de lectura, un 58’8% comparado con el 64’4% que establece la media nacional. «Aun con esos datos, los libros infantiles y juveniles se venden muchísimo, pero no solo hay que potenciar la lectura por las librerías sino por el nivel cultural de la sociedad», indica Guerra. Los nativos digitales usan una media de dos horas al día las redes sociales, según el Informe Digital 2022 de Hootsuite y We Are Social, sin embargo, estudios científicos como el publicado por el Journal of cell communication and signaling reflejan que hay un mayor beneficio para la memoria al leer el papel.

«En 2008, la Feria de Fráncfort vaticinó que el libro electrónico mataría al de papel», recuerda Guerra, «y es verdad que asusta, sobre todo en este momento de transición en el que no sabemos cuáles serán los futuros hábitos de consumo». No obstante, a César Díaz lo embarga la alegría al contemplar a un nutrido grupo de jóvenes lectores, mayoritariamente estudiantes, trasteando en las plantas de El Rincón del Lector, cuyos beneficios van para la Obra Social. «No solamente las personas mayores sienten nostalgia por el papel, sino que los más pequeños están interesados por el libro físico», sostiene. 

Interior de la librería Re-Read.

Novela negra y clásicos

El librero recomienda El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry, a cualquier edad, aunque prefiere preguntar cuál es el estado emocional de la persona para afinar su sugerencia. Reconoce que las novelas de género negro son las más vendidas, como las del autor canario Alexis Ravelo, premio Café Gijón por Los nombres prestados. En paralelo, los clásicos mantienen su vigencia, por supuesto, y apunta Guerra que tiene entre los más vendidos La mirada quieta, de Mario Vargas Llosa, La muerte contada por un sapiens a un neandertal, de Juan José Millas y Juan Luis Arsuaga, y el long seller en el que se ha convertido Panza de burro, de Andrea Abreu. Entre las novedades, Supersaurio, de Meryem El Mehdati, destaca, e Iannone muestra sorprendida la deriva hacia la literatura rusa de escritores como León Tolstói y Fiódor Dostoyevski. Eso sí, siempre entre los solicitados está el futuro distópico que marcó 1984, de George Orwell, y Fahrenheit 451, de Ray Bradbury.      

Los cuatro libreros compartieron la experiencia lectora desde pequeños con sus familias. El padre de Rivero le insistía en su Venezuela natal que, por lo menos, leyera dos páginas antes de ir a dormir para atravesar los sueños con los personajes de Andersen, Roald Dahl o Michael Ende, tanto «que llegas a las tantas de la noche sin darte cuenta». Esa pérdida del sentido la vivió Carlota Iannone mientras su abuelo la invitaba a escoger entre los tomos que descansaban en su biblioteca, «no había categorías y creo que de ahí me viene ese amor como a mis dos hermanas y mis padres, por eso siempre recomiendo a las madres que traigan a sus niños y ellos elijan libremente». Para César Díaz, fue la escuela el descubrimiento de un mundo inabarcable y que en la actualidad ve en su librería, «la apertura al conocimiento». 

Clubes de lectura, presentaciones, participaciones en ferias o colaboraciones, las dinámicas de las librerías extienden sus fronteras más allá de los locales en los que residen. Apartado por un momento del mundo frenético, Javier Guerra entiende Sinopsis como «un punto de encuentro», una cuestión en la que coincide con Antonio Rivero al considerar estos pequeños templos donde tantas personas entremezclan y comparten experiencias vitales al nivel de «un servicio cultural en el que debes llevar el libro más allá». Al estilo de las bibliotecas, mantienen el espíritu crítico de una sociedad envuelta en los dardos de las redes sociales y las noticias de última hora. Por tanto, las ansias de esos lomos llenos de papel por traspasar las paredes entronca con el sentimiento de «protesta» al que alude Iannone, «hay tantas cosas a nuestro alrededor que un buen libro te permite escapar de la realidad y vivir tantas historias». Tantos como infinitos sean los segundos de este Día del Libro. 

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