Música

Texxcoco, la cima del ‘noise’ canario

La banda grancanaria ultima la grabación de su quinto álbum que se publicará en marzo

La actual formación de Texxcoco. De izquierda a derecha: Cristian Muñoz, Héctor Pérez, Paula Suárez y Adriana Moscoso.

La actual formación de Texxcoco. De izquierda a derecha: Cristian Muñoz, Héctor Pérez, Paula Suárez y Adriana Moscoso. / Lorena Lucenilla

La banda grancanaria Texxcoco publicará su quinto trabajo en el mes de marzo. El álbum iniciará un nuevo periodo en su trayectoria ya que será totalmente español, se incorpora una nueva bajista y será producido por Lucas Rossetto, responsable de Él mató a un Policía Motorizado. El grupo sigue siendo la quintaesencia del noise a nivel nacional con bandas como Pixies o Sonic Youth como principales influencias.

La banda noise más importante del Archipiélago, los grancanarios Texxcoco, publicará un quinto trabajo el próximo mes de marzo que, con toda seguridad, será su obra de madurez. Y esto es así porque el grupo anuncia varios cambios con respecto a lo que se sabía de ellos. El primero es que el disco será enteramente cantado en castellano, lo que supone un avance importante para posicionarse de forma firme en el panorama musical independiente nacional. El segundo es que será producido por Lucas Rossetto, antiguo productor de Él Mató a un Policía Motorizado, con lo que se mezclará y masterizará en Argentina. El tercero es que sus influencias no se centrarán tanto en el noise, sino que aportan tonos más suaves y melódicos cercanos al shoegaze; un auténtico caramelo, por tanto, para los amantes de la música independiente. Y el cuarto es que hay cambios en su formación: ya no está el bajista Joshua Delgado que ha sido sustituido por Paula Suárez. Y el grupo se completa con Adriana Moscoso (guitarra y voz), Cristian Muñoz (batería), y Héctor Pérez (guitarra). 

Su líder, Adriana Moscoso, explica por qué estos cambios. «Este disco será como empezar desde cero», afirma. «Van a cambiar muchas cosas». Por ejemplo, en cuanto al idioma, la guitarrista reconoce que «cantábamos antes en inglés un poco por estética, aunque siempre me ha dado un poco de miedo parece vulnerable. Y es más complicado porque el español es más consonántico», a pesar de tener ella una carrera en literatura. La cantante y guitarrista tiene un proyecto personal llamado Bitxo Negro en donde componía en español y del que ha rescatado un par de temas para el nuevo disco de Texxcoco, incluido una oda a sus amigos en Gran Canaria. «El sonido va a ser algo más pop, pero va a meter también un par de sintetizadores». La nueva bajista, Paula Suárez, procede de una banda que comparte con la propia Adriana llamada Ice Haven, en homenaje a la novela gráfica de Daniel Clowes. «Y también tenía ganas de meter una chica en la formación». Va a ser con una estética más centrada en Latinoamérica, y en México especialmente, «aprovechando nuestro nombre que es una ciudad mexicana también, y será una foto del grupo».  

El grupo, que reside en Madrid, sacó su primer trabajo, el ep Blu en 2015, al que siguió el mini lp Psychonaut en 2016. Su primer álbum, Disorder, fue publicado en 2018 con Subterfuge Records y les granjea una serie de premios y éxitos incluso internacionales. Fue la época del polémico vídeo Velvet I love «que para mí fue como un juego en el que quería demostrar que seguimos viviendo en una sociedad supersimple. Y que llevamos bastantes años de humanidad para que nos sigan asustando unos pechos. Yo tenía 20 años y fue todo superrápido. Y hubo polémica porque internet es un nicho de haters y misógenos». Y finalmente, llegamos a Side effects of proximity: part I, de 2019. Cuando la cantante analiza estos trabajos, afirma que no considera ninguno mejor, sino diferentes porque «aunque desde el primer ep hasta el último disco ha habido una evolución desde un sonido más californiano y garajero hasta un rollo más denso y oscuro». Pero ahora el nuevo «tiene tintes de todo porque lo que hemos estado escuchando en los últimos años ha sido el shoegaze».

El deseo de Adriana Moscoso es volver a Canarias de donde echa en falta una mayor apoyo institucional a los nuevos grupo. «Todo empezó a decaer cuando prohibieron la ruta Playa viva».

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