El exregatista grancanario Luis Doreste confiesa que los Juegos de Barcelona en 1992 fueron "inolvidables" por la "experiencia" del día a día en la Villa Olímpica y el "colofón final" del oro olímpico en Flying Dutchman, aunque cree que cuando él compitió no había tanta "presión" como la que existe en la actualidad para colgarse una medalla.

"(Los Juegos de Barcelona) Fueron inolvidables. Yo he ido a cuatro Juegos y como los de Barcelona, ninguno. Vivía también en ese momento en Barcelona, estudiaba y entrenaba allí y veía el día a día, cómo iba cambiando la ciudad, cómo iba creciendo el Puerto Olímpico", rememoró Doreste en una entrevista a Europa Press tras el homenaje del Comité Olímpico Español a los más de 200 deportistas que consiguieron medalla diploma en dicha cita, en su caso junto a Domingo Manrique.

Un acto al que acudieron también SSMM los Reyes y que fue "realmente emotivo", por ver a compañeros con los que no coincidía "hacía mucho tiempo". "Me he emocionado recordando esos momentos, yo viví todos los momentos de esos Juegos. Estuve en Lausana (Suiza) cuando designaron a Barcelona como sede y luego también me tocó hacer el juramento olímpico, medalla de oro, fue un completo. Hemos cambiado un poco después de 32 años, pero seguimos todos más o menos en forma", bromeó.

"Llegar a los Juegos fue una sensación, primero, de muchos nervios, porque toda esa preparación pensaba que tenía que tener un buen resultado final para que el colofón final fuera bueno. Al final, gracias a todo ese esfuerzo y toda la ayuda de nuestro entrenador, Manuel Lopazo, que nos echó una mano muy importante, conseguimos la medalla", relató.

Primer deportista español en conseguir dos oros olímpicos

Doreste se convirtió en Barcelona en el primer deportista español en colgarse dos oros olímpicos, después del conquistado en la categoría de 470 en Los Angeles 1984 junto a Roberto Molina, aunque los de Barcelona fueron los más importantes para él. "Me acuerdo casi de cada día, de las cosas que iban pasando", afirmó.

"El vivir en la Villa Olímpica, porque en la vela siempre vivimos apartados del resto de deportes, si no hay mar, nos mandan a otro lado. En cambio, en esa ocasión, estaba dentro del mismo puerto. La experiencia de Barcelona fue inolvidable, lo llevo siempre dentro de mi corazón", reveló emocionado.

En los Juegos celebrados en la ciudad catalana, fue el "orgulloso" deportista encargado de hacer el juramento olímpico durante al ceremonia de apertura. "Fue fabuloso", admitió Doreste, que cuatro años después fue el abanderado del Equipo Español en Atlanta. Así, aconsejó a los candidatos a serlo en París, con el piragüista Marcus Cooper --doble medallista olímpico-- como mejor colocado, que "disfruten del momento".

"La ceremonia inaugural es el momento más bonito de los Juegos, es cuando se junta todo el mundo, cuando toda esa preparación llega a su fin. Es como si se abriera la puerta del los Juegos para empezar a competir. Si eres abanderado encima miras para atrás y ves a toda la delegación española. Que lo disfruten porque eso pasa una vez en la vida", agregó.

La profesionalización del deporte

Y es que Doreste considera que "es el momento" de superar la barrera de las 22 preseas que se lograron en Barcelona. "El deporte español está a muy buen nivel, aunque los Juegos son diferentes, hay mucha presión, mucha más que cuando navegábamos nosotros", opinó.

"Nosotros navegábamos, estudiábamos, no era tan profesional, por decirlo de alguna forma. Sí que íbamos a tope, pero ahora parece que si no se consigue una medalla, se te cae el mundo encima. Y esto a lo mejor también puede atenazar un poco a los regatistas a la hora de competir. Hay que relajarse un poco, hay que disfrutar e intentar conseguir el mejor resultado posible. Si es una medalla, estupendo, pero tampoco pasa nada si no se consigue", reflexionó.

Finalmente, Doreste celebró la celebración de la Copa América de vela en Barcelona, una "historia completamente diferente" con barcos foileadores que son "otro deporte". "Para Barcelona, conseguir unos Juegos y ahora conseguir la Copa América... La gente le tiene que darle importancia, es algo impresionante. Habría que intentar acercarlo un poco más al público, explicarlo un poco más. Cuando me enteré, ni me lo creía, es algo fabuloso", zanjó.