Terremotos en Gran Canaria

«¿Alguien ha sentido un terremoto en El Risco de Agaete o son cosas mías?»

Las vibraciones generadas por el seísmo se detectan en varias localidades del oeste y centro de Gran Canaria

Terremoto en Gran Canaria

C. A. C.

Nadia Suárez, vecina de Agaete, residente en la calle Molinillos del barrio de San Sebastián, acababa de salir de la cama cuando escuchó un estruendo y sintió las vibraciones de uno de los tres terremotos registrados este jueves en Gran Canaria. «De repente se oyó como un zumbido y empezaron a moverse los cristales de las ventanas; lo primero que pensé es que se trataba de una de las explosiones de las obras de la carretera de La Aldea, que veces se oyen desde mi casa, pero luego me asomé a la calle y otras personas me dijeron que también lo habían sentido y que había sido un terremoto», declaró. 

Lo curioso, detalló la joven, es que los temblores se sintieron en esa zona alta del pueblo y en el barrio de La Suerte, ya camino del Valle de Agaete, pero no en otros lugares muy cercanos del municipio. «Mi padre estaba caminando es ese momento por el muelle de Las Nieves y mi madre se encontraba a esa hora en Los Molinos, pero ambos me han dicho que no notaron nada, pese a estar a tan poca distancia», comentó Nadia.  

Los residentes en Agaete están acostumbrados a los ruidos y las vibraciones de las voladuras de los túneles de Faneque, pero les avisaban de antemano. Además, hace semanas que acabaron las explosiones. Pese al susto en algunos lugares concretos, el Ayuntamiento informó de que los tres temblores detectados en la mañana no causaron ningún incidente. 

Temblaban los cristales

Unos 10 kilómetros hacia el sur en línea recta, en la localidad de El Risco, Claudia Frey también se sorprendió al ver como empezaban a temblar los cristales de las ventanas y a moverse el mobiliario en el interior de la vivienda de la finca familiar, situada en la parte más alta del barrio. Se trata de una zona poco habitada, pero sí muy transitada por los excursionistas que se dirigen al Charco Azul. 

Puesto que en El Risco también ha sido frecuentes las explosiones por las obras de la carretera, Claudia no se dio cuenta de que se trataba de un pequeño seísmo hasta que su pareja vio la información en las redes sociales. 

«Ocurrió cuando estábamos dentro de la casa», relató, «nunca había sentido un terremoto, aunque es verdad que mi padre sí ha detectado varios temblores aquí en anteriores ocasiones; entonces salimos y miramos para ver si había algún desprendimiento, pues la vibración de las ventanas fue muy fuerte y después crujió toda la vivienda». 

Enseguida, aseguró Claudia, empezaron a llegar mensajes de vecinos de la zona y de otros allegados. «Todos nos preguntábamos: ¿alguien ha sentido un terremoto o son cosas mías?», subrayó. 

Sin daños

En casi todo el territorio de La Aldea se notó el seísmo, desde el edificio del Ayuntamiento y los institutos del pueblo hasta las viviendas de la localidad de Tasarte, según confirmó Víctor Hernández, el nuevo alcalde, quien resaltó que no hubo daños ni incidentes, pero sí una situación de desasosiego en la población porque las vibraciones del suelo estuvieron acompañadas de un estruendo, «como el ruido de una explosión». 

El IGN también registró movimientos en La Cardonera, Los Espinos y Tocodomán. A media mañana ya se recobró la normalidad al no haber más réplicas, señaló el alcalde, pero la preocupación «se queda metida en el cuerpo» porque la costa de La Aldea es la más cercana al llamado Volcán del Medio, localizado en el canal marítimo entre Gran Canaria y Tenerife.    

Los temblores se produjeron en diferentes puntos del oeste de la isla, pero también se detectaron en lugares más lejanos o tierra adentro, como en Santidad de Arucas, La Vega de San Mateo, Tunte o Las Casas de Veneguera

Más terremotos

En el municipio de Gáldar, donde la semana pasada ya se registraron dos terremotos de pequeña intensidad con epicentro en las proximidades de la Montaña de Amagro, el ING citó en esta ocasión hasta cuatro barrios en los que se dejaron sentir los efectos, Los Quintanas, El Agazal, Piso Firme y Marmolejos. 

El Ayuntamiento y sus equipos de protección civil no recibieron ninguna incidencia provocada por los temblores de tierra, pero muchos vecinos sí notaron alguno de los tres terremotos. Uno de ellos fue José Mendoza, presidente de la Asociación de Vecinos de Los Quintanas, uno de los barrios más cercanos al cruce de Hoya de Pineda. «Serían las nueve y media de la mañana, o las diez menos veinticinco, cuando todos los perros empezaron a ladrar a la vez, pues parece que ellos lo sienten antes, y al momento empezaron a vibrar todas las ventanas, pero no pasó de eso, no habido ninguna incidencia de resaltar», puntualizó el dirigente vecinal.