Renovación turística | La situación de los centros comerciales (2)

El centro comercial Metro pasa de emblema del ocio en Playa del Inglés al cierre por ruina total

La única opción es el derribo completo para renovar con aparcamientos, gastronomía, tiendas originales y servicios para turistas y residentes 

De referente de los centros comerciales de Playa del Inglés a la ruina total. De lugar de encuentro de turistas e isleños en las noches del Sur a nido de ratas. En el caso del Metro ni siquiera cabe la renovación del edificio, sino el derribo, pero ahí sigue, ofreciendo la peor imagen de deterioro y abandono en pleno corazón de la principal zona turística de Gran Canaria.  

Las denuncias sobre la situación y el tétrico final del Metro se han sucedido en los últimos años, pero ni siquiera se ha podido proceder hasta ahora a la demolición. El  informe encargado por el Cabildo de Gran Canaria para la modernización de los centros comerciales de San Bartolomé de Tirajana constata la gravedad del problema y apunta algunas soluciones para, al menos, que deje de ser «un lastre» para la imagen del destino, tal como sostiene Carlos Álamo, consejero de Turismo del Cabildo. 

El estudio sobre los centros comerciales de San Bartolomé, elaborado por Antonio Garzón, detalla que el Metro se edificó en el año 1974 sobre un solar de 5.888 metros cuadrados de superficie, colindante con la Kasbah y el CC Plaza, sobre el que se construyeron 11.203 metros cuadrados. Dispone de 176 locales, casi todos ya cerrados hace mucho tiempo, que están ahora en manos de 115 propietarios. 

En sus orígenes, la mayoría de esos locales estaban dedicados al ocio nocturno (pubs y discotecas), restaurantes, supermercados y comercios diversos, como tiendas de electrónica o joyerías, e incluso una pista de patinaje y oficinas de entidades bancarias, recuerda el informe, que resalta que en los años 70 y 80 del siglo pasado «fue un centro comercial referente de mucho éxito». 

Sin embargo, con el tiempo «se fue quedando desfasado y con el cambio de siglo y la entrada del destino en la fase de madurez, muchos locales cierran». La decandencia se acentuó a partir de 2011, cuando se quemó la parte baja por un fuego iniciado en un cuadro eléctrico de los sótanos. Solo dos años más tarde, sufrió otro incendio importante, esa vez en la discoteca Kopas, situada en la cubierta. 

Deterioro en los antiguos locales comerciales del Metro

Deterioro en los antiguos locales comerciales del Metro / Juan Castro

En el año 2013, como consecuencia de ese siniestro, se precintó la mayor parte del edificio. A principios de este año 2023 permanecían abiertos solo unos pocos locales que daban hacia la calle, en concreto tres bares y un supermercado. 

Al igual que en otros centros comerciales deteriorados, la empresa Gesplan elaboró proyecto para el Metro, basado en la demolición completa del edificio y la reconstrucción con algunas plantas subterráneas para aparcar vehículos, 70 apartamentos y algunas plantas de locales comerciales en los bajos de un «centro alojativo». Por tanto, uno de los proyectos de rehabilitación ya existentes contempla la posibilidad de combinar el uso comercial con el extrahotelero.  

Tras el incendio de 2013 y ante la decadencia del edificio y de la actividad comercial, los propietarios solicitaron al Ayuntamiento la declaración oficial de ruina, pero el gobierno municipal se negó en 2014 a incoar el expediente. En 2021, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) anuló el decreto municipal que negaba el estatus de ruina requerido por los propietarios y en septiembre de 2022 el Ayuntamiento publicó la declaración de ruina. 

Plazos de demolición

El 31 de octubre se ordenó la demolición, que debían realizar los socios en un plazo de dos meses, hasta el 1 enero de este año. En caso de que no pudieran costear el derribo, lo haría el propio Ayuntamiento. Sin embargo, nadie ejecuta la demolición porque se entiende que la suspensión del Plan de Modernización y Mejora (PMM) de Maspalomas-Costa Canaria devuelve todo al origen.  

Respecto a las posibles actuaciones en el Metro, el informe del Cabildo sostiene que «en el estado actual, con sentencia firme del TSJC sobre el estado de ruina y orden de derribo por parte del Ayuntamiento, ya solo cabe la demolición y posterior reconstrucción». Existe un precedente reciente de demolición de un centro comercial, el de Morro Besudo en San Agustín, pero solo tenía 300 metros cuadrados. 

La reconstrucción para uso comercial no precisaría «necesariamente de ningún soporte legal especial (tipo PMM), a menos que resulte interesante para el objeto resultante incorporar nuevos aprovechamientos, por ejemplo a través de más edificabilidad», añade el informe. 

Se proponen hasta ocho posibles actividades una vez reconstruido como centro comercial: plantas subterráneas para aparcamientos públicos dada la escasez de plazas en esa zona; restaurante y bares al estar la zona rodeada de complejos extrahoteleros sin pensión incluida y de apartamentos residencializados; tiendas especializadas que no existan en otros centros; superficies de alimentación de acuerdo al nuevo estatus de Playa del Inglés como «ciudad» no solo turística; zonas deportivas; servicios para residentes (lavanderías, guarderías, ópticas, cines, sucursales bancarias); un centro moderno de coworking ; y por último, un centro de socialización para personas mayores.  

Comercio imposible en los sótanos

«En el Metro no se puede hablar de recuperar conceptos perdidos, tal como se hace para la Kasbah», sostiene el informe de Antonio Garzón, que subraya que «los conceptos originales del Metro no tienen cabida alguna en la actualidad, pues ni tan siquiera modernizados serían viables la mayoría de ellos en caso de quedar ubicados en un sótano». A su juicio, el comercio solo tendría cabida en las dos plantas altas, pero «reconstruir el edificio para reflotar conceptos commodity, que el cliente puede encontrar en cualquier otro sitio, no tendría mucho sentido». Por tanto, propone instaurar conceptos nuevos que cubran demandas de los turistas, residentes y trabajadores flotantes.

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