Renovación turística | La situación de los centros comerciales (III)

El nuevo centro comercial Plaza debe optar entre el ocio nocturno joven o un cambio radical

El edificio de Playa del Inglés reabre dos años y medio después del incendio que obligó al precinto de los locales

El centro comercial Plaza formó junto al Kasbah y el Metro el llamado triángulo de las Bermudas en la época dorada del ocio nocturno de Playa del Inglés, pero en los últimos años solo ha sido noticia por las peleas entre pandillas de jóvenes y por los incendios, que obligaron a clausurar todas sus instalaciones desde febrero de 2022 hasta hace solo tres semanas. En realidad, ya había quedado fuera de juego en enero del año anterior, cuando el fuego iniciado en un local de los sótanos afectó a todo el sistema eléctrico del edificio y la compañía Endesa cortó el suministro. 

El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana levantó el precinto a finales del pasado mes de julio, después de que la comunidad de propietarios realizara una inversión de casi medio millón de euros para renovar las instalaciones eléctricas y presentara un plan de seguridad. Desde entonces, los negocios han ido abriendo poco a poco y ya se ha recuperado parte de la actividad, con bares y discotecas para los más jóvenes en el sótano y restaurantes y tiendas variadas en las plantas altas. 

Sin embargo, la sensación de abandono persiste en sus alrededores, sobre todo si se mira para la cochambre del vecino Metro. El informe encargado por la Consejería de Turismo del Cabildo de Gran Canaria y la Cámara de Comercio para conocer la situación de los centros de ocio de San Bartolomé lo incluye entre los ocho que necesitan una renovación urgente ante el deterioro y la falta de competitividad de su oferta. 

Tribunales

Al contrario que en sus colindantes Metro y Kasbah, la empresa pública Gesplan no elaboró entre los años 2010 y 2014 un proyecto técnico para la rehabilitación del centro comercial Plaza, con vistas a acogerse a los incentivos del PMM de Maspalomas-Costa Canaria que luego fue anulado por los tribunales.     

«Tampoco se ha podido acceder a ningún proyecto de reforma del Plaza y es probable que no esté proyectada ninguna rehabilitación integral, sino tan sólo la subsanación del problema en las instalaciones eléctricas y, posiblemente, la finalización de las adaptaciones de instalaciones contraincendios de la planta más baja, pues recordemos que los espacios de ocio nocturnos en el sótano originalmente no fueron diseñados como locales comerciales», señala Antonio Garzón en su análisis para el Cabildo. 

De cara a una hipotética reforma en el futuro, el autor del informe propone en primer lugar cuatro «conceptos» que permitirían una nueva vida al Plaza. En los aparcamientos apunta la misma fórmula que para Kasbah y Metro. «Una opción sería maximizar las plazas de parking, incluso contemplando la posibilidad de cerrar la planta baja para uso exclusivo de estacionamiento», subraya. 

Respecto a la gastronomía, sostiene que restaurantes, bares y cafeterías «siempre tendrán su demanda en esa ubicación por estar en una zona rodeada de complejos residenciales y turísticos sin pensión incluida», aparte de ser zona de paso hacia el mar desde los hoteles situados en la parte alta de Playa del Inglés. 

En el tercer punto, referido a las tiendas que existían antes del precinto municipal, afirma que «la oferta comercial es muy genérica (perfumerías, artículos de playa) por lo que tendría que modernizar conceptos».

Por último, se detiene en el ocio nocturno para un público joven, del que señala que «es el producto estrella clásico del centro», aunque durante los últimos años ha sido muy estacional y básicamente enfocado a ese segmento de edad, «el cual ahora se ha ido trasladando a otras ubicaciones, como al centro comercial Meloneras». 

Garzón, en el apartado de las alternativas para renovar el Plaza, entiende que «la reapertura del con los mismos conceptos de antes del precinto lo mantendría en una situación poco competitiva, pues todos sus conceptos estrella ya llevan tiempo desactualizados (ocio nocturno, restauración y comercio) en cuanto a las expectativas comerciales y de ocio actuales, siendo pocos los conceptos actuales aún válidos». 

El informe técnico del Cabildo plantea tres alternativas para recuperar una oferta competitiva

Ante ello, plantea tres posibles estrategias para recuperar competitividad. En la primera, que denomina «modernización conservadora» con una «transformación media», detalla que «en esta estrategia de reflote el centro aumentaría su especialización en lo que fue su producto estrella, el ocio para un público joven, unificando las fachadas y modernizando el concepto de ocio del sótano, de forma que a partir de una determinada hora los locales estén completamente insonorizados». 

La planta intermedia sería un complemento, con oferta de restauración y ocio también diurno, lo que ya tuvo en su mejor época. Un aumento de las de plazas de aparcamiento y la conservación de una parte del comercio también ayudarían, pero que «no garantizaría el renacimiento del centro como atractivo para el público joven, pues seguiría manteniendo su condición de ocio nocturno en un sótano, un concepto cerrado que es muy posible ya haya muerto del todo y ya no sea recuperable en vistas de las nuevas ubicaciones de ocio más abiertas y cercanas a la playa, que incluso ya comienzan al anochecer, como el Sunset Beach Meloneras.  

Las otras estrategias contemplan la completa desaparición del ocio nocturno. En la segunda opción, de «modernización conceptualizada con transformación alta», el ocio del sótano desaparece en favor de otros negocios, en especial grandes tiendas de moda. 

«El centro ya de por sí presenta una estructura atractiva de tránsito comercial en círculo y podría añadirse una amplia oferta de restauración, orientada a pasar mucho tiempo durante el día, como cafeterías con áreas de coworking, sport-bars, o, al estar toda la superficie comercial bien cubierta, varios puntos de ocio recreativo diurno como opciones para los días nublados o lluviosos», añade.  

La tercera alternativa es la «modernización disruptiva con transformación radical». Básicamente, dejaría de ser un centro comercial  clásico y se convertiría en un edificio de aparcamientos subterráneo con locales comerciales en la cubierta a nivel de calle. Quedaría cerrado a nivel de rasante, con tres o cuatro plantas de parking a través de toda la superficie, lo cual podría sumar un número alto de plazas, que tienen un gran valor en esa zona. «En la cubierta se podrían mantener negocios de comercio y restauración en forma circular alrededor de una plaza diseñada de forma atractiva y que le dé sentido al nombre de este hipotético nuevo centro comercial Plaza de Maspalomas», concluye. 

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