Santa Brígida

Pili Gutiérrez y su banco solidario universal de Santa Brígida

Gutiérrez Santana es la pionera del ropero social de la villa, que este verano cumple nueve años

La iniciativa ha llegado hasta San Mateo, donde se desarrollará el primer trueque del municipio

Pili Gutiérrez muestra algunas prendas de ropa

Pili Gutiérrez muestra algunas prendas de ropa / LP/DLP

Pili Gutiérrez, como es conocida en Santa Brígida, lleva nueve años dedicada en tiempo y alma al ropero social del municipio. Una iniciativa propia que le surge una tarde de verano mientras caminaba por el barrio de Las Arenillas, donde residía por aquel entonces. Consciente de las personas que tenían necesidad de ropa y no podían hacer frente a su compra por motivos económicos, empieza a tomar las riendas de un proyecto que ha ayudado a varios vecinos de la Villa.

En el año 2015 comienza a tener reuniones con los concejales para contarles la idea, y empieza a hacerse cargo con una pequeña oficina con estanterías. "Lo primero que hice cuando ya tenía el espacio fue una limpieza del despacho para posteriormente ir colocando las cosas que yo personalmente tenía para donar y empezar con el servicio", explica. A los meses, la idea fue tan bien recibida, que consigue hacerse con cuatro oficinas para colocar la ropa y comienza a recoger donaciones con un horario establecido

Lotes por hojas de petición

A partir de entonces, Pili Gutiérrez ha ocupado su tiempo libre en la clasificación y ordenación de toda esa ropa y accesorios que los vecinos del pueblo van donando, y a través de las trabajadoras sociales del municipio, por una hoja de petición, van solicitando la ropa que los usuarios piden por necesidad. "Ahora, la gente que ya me conoce, me llama cada vez que tienen cosas para donar y yo las recojo el día y a la hora que a ambos nos venga bien", asegura.

Pili junto a los alimentos recibidos después de un trueque

Pili junto a los alimentos recibidos después de un trueque / LP/DLP

Llega un momento, en el que la aceptación es tan grande, que a Pili se le acumula la ropa y las cosas que la gente va entregando, por lo que no queda otra opción que reinventarse. Para ello, a esta vecina solidaria del municipio se le ocurre hacer un trueque, que consiste en organizar todas las cosas como si fuera una tienda y todo lo que está expuesto se canjea por kilos de alimentos que se quedan en el almacén municipal de alimentos para todos aquellos usuarios que demandan esa necesidad. "Ya llevamos 17 trueques en Santa Brígida, y en todos ellos hemos recolectado alrededor de 1.000 kilos de alimentos no perecederos", dice. Además de los trueques, Pili también ha sido la encargada de organizar pases de modelo con toda esta ropa.

Entregas anónimas

Un proyecto que Gutiérrez lleva a cabo junto a las trabajadoras sociales, que son las encargadas de comunicar a Pili las tallas y la descripción de las personas que demandan el servicio. "Yo preparo los lotes a través de la descripción que me ofrecen las trabajadoras sociales, pero casi nunca conozco a las personas que les doy la ropa, es todo muy anónimo", explica. Con la mirada puesta en un futuro, a Pili le gustaría tener "un ropero social en condiciones" donde ella pueda tener contacto con los usuarios y ayudarles con sus demandas de ropa y accesorios. "Otra de las ideas que tengo en mente es que estas personas puedan acudir al lugar donde esté el ropero social y canjear lo que quieran a través del trueque abasteciendo necesidades".

Único municipio en Gran Canaria

Según explica Pili Gutiérrez, actualmente Santa Brígida es el único municipio de Gran Canaria con un ropero social, siendo pioneros en la causa. Ahora, esta iniciativa la ha trasladado a San Mateo, lugar en el que actualmente reside. "Vamos a hacer el primer trueque y tenemos muchas ganas de que se consolide de la misma manera que en Santa Brígida", comenta Pili. Nueve años después, ni ella misma es consciente de la aceptación que ha tenido la causa, aunque confirma que detrás hay mucho esfuerzo y trabajo. "Vivo la causa y me llena de satisfacción que el ropero social no solo se quedara en esa habitación de despacho y se ampliara".

Un banco solidario universal que nació el verano de 2015 y que casi nueve años después sigue en pie, ayudando y colocando una sonrisa a los ciudadanos de Santa Brígida, próximamente de San Mateo, y ojalá que de muchos municipios más alrededor de la Isla.

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