III Foro Internacional del Queso de Gran Canaria

Gran Canaria rinde homenaje a los pastores trashumantes de la isla

Una treintena de hombres y mujeres, de los que 14 siguen en activo, mantienen un acervo cultural milenario con el reto de afrontar su relevo generacional

Homenaje a los pastores del III Foro del Queso

Homenaje a los pastores del III Foro del Queso / José Carlos Guerra

Juanjo Jiménez

Juanjo Jiménez

Siglos de saber en una única tarima, en la de Infecar en la tarde de ayer, y durante el homenaje que la isla de Gran Canaria, en el marco del III Foro Internacional del Queso, ofreció a los pastores y pastoras trashumantes, de los que quedan activos 14 de ellos, que atesora la isla redonda, en una postal única que invita a la esperanza con tres generaciones que mantienen vivo un prodigio cultural con miles de años de existencia.

Un monumental arcano en las manos de Ruymán Mena, Cristóbal Moreno, Ismael García, Félix Medina, Felipe Mendoza, Domingo Moreno, Pepe el de Pavón, las hermanas Natalia y Beatriz Mayor, Antonio García, Saturnino Mayor, Francisco González, Antonio Moreno y Maximiliano Díaz.

El listado continúa hasta alcanzar casi la treintena con Fermín Díaz, Ramón Mayor, Carmelo Moreno, Maximiliano Moreno, Francisco Mayor, José Ruperto Mayor, Juan Antonio Mendoza y Juan Alonso.

 A las cinco y 15 minutos de la tarde sonaban las cencerras en la gran carpa del recinto ferial, música de fondo de un vídeo que retrataba el paisaje de cumbre a costa de la isla, en el que desde «tiempo inmemorial», los pastores isleños recorren cada año buscando los mejores pastos para sus ganados, «una actividad dura y sacrificada, que también proporciona alegrías y satisfacciones», propias y ajenas, como la de los miles de consumidores de unos quesos que dan la vuelta al mundo saltando de galardón en galardón.

Francesca Pasetti, ecóloga y punto focal para España en la candidatura de la Trashumancia Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, distinción que se logró el pasado mes de diciembre, no disimulaba su emoción en un acto en el que expuso que, de alguna manera, también es un «homenaje a todos los trashumantes del mundo». Citó a Alfonso X El Sabio, al que se debe la creación del Concejo de la Mesta en 1273, con el que los pastores disfrutaron de la protección de su actividad mediante privilegios y prerrogativas, o del Tributo de las Tres Vacas, el tratado más antiguo de Europa, rubricado en 1375, y a través del cual los ganaderos franceses aprovechan los pastos roncaleses de España, por el precio de tres vacas,  y de la trashumancia trasfronteriza entre Austria e Italia, que recorre cotas superiores a los 3.000 metros de altura y de 6.000 años de antigüedad.

Pasetti indica que la «inscripción en la Unesco no es un fin, es solo una contribución para conseguir la salvaguarda completa y sólida de la trashumancia, que requiere investigación, refuerzo de redes, la creación de sinergias, y la implicación y participación de comunidades e instituciones, porque representa un precioso capital para un futuro que trasciende».

Para el presidente del Cabildo grancanario, Antonio Morales, que estuvo acompañado en el acto con el consejero insular de Soberanía Alimentaria, Miguel Hidalgo, declaraba que «su paso firme por nuestros montes, cañadas, dehesas y barrancos, su sabiduría, heredera de una tradición milenaria, y el estrecho contacto con la naturaleza insular de las personas que la practican la trashumancia suponen una fuente de inspiración para las administraciones públicas y el conjunto de la sociedad grancanaria en su constante búsqueda de respuestas para procurar un presente y un futuro mejores», para sentenciar que son un modelo en la «manera de afrontar el porvenir: sin temor a echar a andar y buscar lo mejor para nuestra sociedad, como ustedes hacen». 

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