Si en la historia no hubiera más que batallas; si sus únicos actores fueran las celebridades personales, cuán pequeña sería! Está en el vivir lento y casi siempre doloroso de la sociedad, en lo que hacen todos y en lo que hace cada uno. En ella nada es indigno de la narración, así como en la Naturaleza no es menos digno de estudio el olvidado insecto que la inconmensurable arquitectura de los mundos... Pero la posteridad quiere registrarlo todo: excava, revuelve, escudriña, interroga los olvidados huesos sin nombre".

Esta cita de la obra El equipaje del Rey José de Benito Pérez Galdós, en la que reivindica la memoria de los olvidados de la historia, dio paso ayer a la evocación, por parte del historiador Sergio Millares, de la terrible matanza de seis obreros ocurrida en la calle Molino de Viento el 15 de noviembre de 1911. La calle 15 de noviembre, creada hace pocos años en homenaje a estos obreros de La Isleta, se convirtió ayer en uno de las paradas del itinerario de la sexta Ruta Galdosiana de Senderismo Urbano, organizada por la Casa Museo Pérez Galdós, en colaboración con el grupo montañero El Calvario. En esta parada, Millares recordó, ante las 200 personas que participaron en la ruta, el contexto histórico que llevó a la matanza de Molino de Viento, encuadrada en la pugna del Partido Liberal de León y Castillo por evitar el avance del Partido Republicano Federal de Franchy Roca. Los obreros, concentrados de manera pacífica ante un colegio electoral, fueron tiroteados por agentes de la Guardia Civil, que nunca pagaron por este crimen, según recordó Millares.

La ruta, denominada La memoria de las calles, tuvo en esta ocasión 21 paradas a lo largo de un recorrido, en el que se recordó la trayectoria de Pérez Galdós y varios episodios de la historia de la ciudad. La primera parada tuvo lugar en las calles Mariana Pineda y Joaquín Costa. Tal y como explicaron Ana María Méndez, técnica de la Casa Museo Pérez Galdós, y Rosa María Quintana, directora general de Cultura del Cabildo, la granadina Mariana Pineda -una abanderada del movimiento liberal, lo que provocó su muerte a garrote vil- fue uno de los personajes históricos de los Episodios Nacionales de Galdós. Por su parte, el historiador aragonés Joaquín Costa, del que este año se cumple el centenario de su muerte, tuvo una estrecha relación con el escritor, al que conoció cuando comenzó a redactar su obra sobre el caciquismo en España.

La calle de Pi y Margall sirvió para recordar, a través de un carta ficticia redactada por la filóloga Hortensia Alfonso, la última época de Galdós, cuando escribió el episodio de La I República, en el que aparece el político federalista como personaje histórico.

El doctor en Filología Antonio Becerra recreó la trayectoria vital del doctoral de la Catedral y diputado durante el Trienio Liberal Graciliano Afonso, un cura liberal que propugnó que los sacerdotes debían difundir además de la palabra de Dios el espíritu de la Constitución de 1812.

Los jardines del hotel Santa Catalina fueron el siguiente alto en el camino, de la mano del director del Museo Néstor, Daniel Montesdeoca, quien recordó cómo el arquitecto Miguel Martín Fernández de la Torre y su hermano Néstor llevaron a cabo la reconstrucción del establecimiento, en la que participaron muchos de los artesanos de la isla. Montesdeoca aprovechó para reclamar respeto por la obra de Miguel Martín, al tiempo que denunció el "atentado al patrimonio" que constituyó la reciente cobertura con plaquetas del edificio histórico de Presidencia del Cabildo, diseñado por el arquitecto racionalista. "Nunca se debió dejar que se tapara el edificio de Miguel Martín Fernández de la Torre. Lo menos que podemos hacer por él es respetar su obra", sostuvo.

La redacción del periódico LA PROVINCIA constituyó una de las últimas paradas del recorrido, donde el periodista Antonio Cruz Domínguez explicó la historia del diario, que este año celebra el centenario de su nacimiento. Cruz Domínguez recordó que el periódico fundado en mayo de 1911 por Prudencio Morales y Gustavo Navarro Nieto fue "el gran defensor de la división provincial".

La contemplación del mural de Jesús Arencibia Los gozos y los dolores del mar y la evocación de la figura de Juan Negrín pusieron el punto final a la ruta.