Las imágenes de estanterías vacías que han podido verse estos días en los supermercados de las Islas obedecen a "un problema de acaparamiento, no de abastecimiento". Las patronales de la gran distribución (Asodiscan) y los supermercados (Asuican) lanzaron ayer, junto a la consejera de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno canario, Yaiza Castilla, un mensaje de tranquilidad a la población. Los almacenes están llenos, en las tiendas no faltan productos -salvo algún caso "anecdótico"- y el transporte, los puertos y las cadenas de distribución hacen su trabajo con normalidad, una normalidad que, en cambio, se echa de menos en los comportamientos de algunos consumidores que, al comprar de forma "masiva", ralentizan las tareas de reposición. "No va a haber un problema de escasez", garantizó el secretario general de Asodiscan, Alfredo Medina.

Pese a que no es una de las regiones del país más afectadas, Canarias encabeza el aumento del gasto en productos de gran consumo por temor a los efectos del nuevo coronavirus. Según datos de la consultora Kantar, hasta el pasado miércoles -antes de la suspensión de las clases en el Archipiélago- las compras habían crecido un 223%, mientras que la media nacional fue del 180% y de la Comunidad de Madrid, una de las que más acusa el impacto del brote, ascendió a un 176% en el área metropolitana y a un 201% en el resto de la región.

Aunque los efectos concretos del estado de alarma anunciado ayer por el Gobierno de España están aún por determinar, el Ejecutivo autonómico y los empresarios creen que no afectará al transporte de productos de alimentación, que en el real decreto que detalle las medidas "gozará de especiales garantías", confió Alfredo Medina.

Castilla precisó que el stock con el que cuenta el sector en la actualidad es superior en más del doble al habitual. A juicio de la titular del departamento, las empresas de la distribución y los supermercados han hecho "un magnífico trabajo, anticicipándose a la situación" y realizando nuevos pedidos. Aun así, ambas partes acordaron ayer constituir una mesa de trabajo "para tratar al momento cualquier cosa que pase", reveló Castilla.

La explicación al inusual comportamiento de los clientes responde, según el análisis compartido por el Gobierno y las patronales, al "efecto del miedo", el mismo que ha cundido entre el sector turístico, que vive momentos delicados debido a la cancelación de buena parte de las reservas para los próximos meses.

Tomás Barreto, presidente de Asuican, subrayó al respecto que la capacidad actual para suministrar alimentos y otros productos básicos a la población es de "al menos un mes" y que ya se han hecho nuevos pedidos, algunos de los cuales "vienen navegando" en estos momentos. En este sentido, los empresarios han pedido al Gobierno que intermedie para agilizar los despachos en las aduanas y evitar así retrasos en las entregas de las mercancías.

La mayoría de los productos de los que se abastece Canarias son locales o nacionales, mientras que los procedentes del extranjero son "anecdóticos", lo que hace más sencillo asegurar el suministro. Ayuda también a que los ciudadanos estén tranquilos la amplia red de supermercados y tiendas, que en España -incluida Canarias- es de las más tupidas de Europa. Hay un supermercado por cada 2.000 habitantes, mientras que si se suman las tiendas pequeñas la ratio es de un establecimiento por cada 800 habitantes.